El hecho de que Dios es espíritu significa que Dios el Padre no tiene un cuerpo humano. Dios el Hijo vino a la tierra en forma humana (Juan 1:14), pero Dios el Padre no lo hizo. Jesús es único como Emmanuel, "Dios con nosotros" (Mateo 1:23). Números 23:19 enfatiza la veracidad de Dios al contrastarlo con los hombres mortales: "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta".
Algunos se preguntan por qué la Biblia a veces habla de Dios como si Él tuviera un cuerpo. Por ejemplo, Isaías 59:1 menciona "la mano" y "el oído" de Dios. 2 Crónicas 16:9 habla de "los ojos" de Dios. Mateo 4:4 coloca palabras en “la boca” de Dios. En Deuteronomio 33:27 Dios tiene "brazos". Todos estos versículos son ejemplos de antropomorfismo — una forma de describir a Dios con términos anatómicos o emocionales, para que los seres humanos lo puedan entender mejor. El uso del antropomorfismo, una forma de lenguaje figurativo, no implica que Dios tenga un cuerpo real.
Al decir que Dios es espíritu, decimos que Dios el Padre es invisible. Colosenses 1:15 llama a Dios "el Dios invisible". 1 Timoteo 1:17 alaba a Dios, diciendo: "al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos".