En el evangelio de Lucas, capítulo 7;26-28, Jesús pronuncia el considerado como quizá el elogio más grande a un hombre, refiriéndose a ¿su primo? Juan: “… más que un profeta. Pues de él es de quien está escrito: Mira que yo te envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Por tanto os digo: Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido mayor que Juan el Bautista…". Juan es muy importante para la vida de la Iglesia. Sabemos que nació de Zacarías e Isabel, la ¿prima de la Virgen María?, quien a una edad avanzada quedó embarazada. El ángel Gabriel, al anunciarle a Zacarías la venida de Juan le dijo: “desde el vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo y convertirá a muchos para Dios”. (Lucas 1:15-16)
Características de Juan el Bautista
1. Desde el vientre de su madre se alegraba al estar cerca de Jesús.
Cuando María fue a visitar a su prima Isabel, el evangelista nos narra que Juan saltó de gozo en el vientre de Isabel. Juan no pudo resistir el gozo de alabar a Dios con todo su cuerpo al sentir cercana su presencia.
2. Llevaba una vida sencilla.
Dice la Sagrada Escritura que Juan llevaba como vestido solo una piel de camello, y como alimento lo que la Providencia pusiera a su alcance, principalmente langostas y miel silvestre (Mateo 3:4). A él solamente le preocupaba el Reino de Dios. Juan nos da un gran ejemplo, el de no estar apegados a las cosas pasajeras. Nos da un modelo de cómo disfrutar de la naturaleza y ser felices con lo que Dios nos regala. En confiar siempre en un Dios providente, que no nos abandona y nos da siempre lo necesario para vivir.
3. Predicaba la conversión.
En las orillas del río Jordán invitaba a las personas a enderezar sus caminos y a acercarse a Dios. Convertirse, para nosotros los cristianos, significa en otras palabras enamorarnos de Jesús. Hoy Juan sigue gritándonos para que no dejemos pasar de largo al amor de los amores: Jesús.
4. Promovía ayudar a los más necesitados.
Cuando le preguntaron a Juan, “¿Qué es lo que debemos hacer?" Él contestó: "El que tenga dos túnicas que reparta con quien no tenga ninguna; y el que tenga alimentos que haga lo mismo" (Lucas 3:11). Siempre estaba incidiendo en ver las necesidades de los demás y en suplirlas. Igualmente, estamos llamados a servir a Jesús con los que carecen de muchas cosas para tener una vida digna de hijos/as de Dios.