La mayor prueba de amor de la eternidad está descrita en Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Pero cualquiera que ignore el amor de Dios, que rechace a Cristo como su Salvador, que niegue al Salvador que lo rescató (2 Pedro 2:1), estará sujeto a la ira de Dios por la eternidad (Romanos 1:18), y no a Su amor (Romanos 6:23). El amor incondicional de Dios se muestra en Su misericordia hacia todos, pero Dios ama, condicionalmente, solo a aquellos que ponen su fe en Su Hijo para la salvación. (Juan 3:36). Solo aquellos que creen en Jesucristo como su Señor y Salvador experimentarán el amor de Dios por la eternidad.
¿Dios ama a todos? Sí. ¿Dios ama más a los cristianos que a quienes no lo son? No. ¿Dios ama de una manera diferente a los cristianos de lo que ama a los no creyentes? Sí. Dios ama a todos por igual en cuanto a Su misericordia para todos, pero Dios solo ama a los cristianos en cuanto a que ellos tienen Su eterna gracia y misericordia – la promesa de Su amor eterno en el Cielo. Es este amor de Dios por todos nosotros, lo que debería llevarnos a recibir Su amor eterno.