“…Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra,
visible e invisible… todo comenzó en él y para los propósitos de él…” Colosenses 1:16 (PAR).
La vida es el espacio de tiempo con el que
contamos los seres humanos para proyectar nuestra existencia. El problema es
que la mayoría de las personas no saben para qué están aquí en la tierra.
Habitualmente, se dejan llevar por las circunstancias que les rodean y llegan a
tomar decisiones sobre cosas que, antes de comprender la razón de su existencia,
les llevan a un estado permanente de confusión.
Sin embargo, vale la pena mencionar que
Dios está muy interesado en que podamos conocer sus propósitos, los cuales abarcan mucho más que nuestra familia, profesión, trabajo... y nuestros sueños
y anhelos más deseados. Si le preguntáramos a Dios ¿cuáles son sus (nuestros) propósitos?,
tal vez Él nos respondería que…
I. SUS
PROPÓSITOS SON EL CORAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIA, Colosenses 1:16
El apóstol Pablo declaraba con estas
palabras a los Colosenses, que todas las cosas creadas, especialmente la
humanidad, encuentran la razón de su existencia en Dios y los propósitos que Él
mismo designó. Para Pablo, el corazón de la existencia de todo ser humano es
vivir según los propósitos que Dios, sabiamente, diseñó para la plenitud y
realización de todo ser humano. A través de este versículo, Dios quiere
colocarnos en la posición correcta para entender y vivir en sus propósitos.
Sin embargo, estamos viviendo tiempos muy
difíciles, tiempos en los que la pérdida de valores, la falta de interés en las
cosas de Dios, aunado a las adicciones, el aborto, el divorcio, y muchas otras
cosas, están llevando a las personas a un caos de confusión, en el que de
manera egoísta se engañan a sí mismos y pretenden engañar a los demás.
Afortunadamente este versículo es muy poderoso. A través de él, Dios quiere que
sepamos que fuimos creados por Él, y no para nuestros propósitos sino para los
suyos; quiere que sepamos que, así como el corazón humano le da vida a los
cuerpos, sus propósitos son el corazón de nuestra existencia, y que al vivir
en sus propósitos podemos alcanzar la plenitud y realizarnos en todo lo que
emprendamos.
Pero si le preguntáramos ¿qué son sus
propósitos?, veríamos lo siguiente…
II. SUS
PROPÓSITOS RENUEVAN Y DAN SEGURIDAD A NUESTRA EXISTENCIA, Salmo 138:8
En el corazón de David, autor
de este salmo, se escondían fuertes emociones que muchas veces describen lo que
también hay en el nuestro. David conocía perfectamente los propósitos de Dios,
ya que Dios le había levantado en Israel como un siervo conforme a Su corazón.
Sin embargo, el poner la vista en los asuntos de la vida más que en los
propósitos de Dios, le llevó a experimentar una fuerte frustración que solo
desapareció de su vida cuando cayó humillado, clamando a Dios que le ayudara.
Fue entonces cuando Dios obró a favor de la vida de David dándole ánimo,
renovando sus fuerzas y con la seguridad de que Dios mismo le diría la manera en
que cumpliría sus propósitos.