jueves, 21 de junio de 2012

Sabré la diferencia entre recibir el Espíritu Santo y ser bautizado por Él-vídeos

“Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días” (Hechos 1:5).
Así que, ¿cuál es la diferencia entre recibir al Espíritu Santo y ser bautizados con el Espíritu Santo? Si has reconocido a Jesús como tu Salvador, la presencia del Espíritu en tu vida como una marca que te identifica, es un hecho irrefutable. Habitando y poseyendo nuestros espíritus, Él participa en todo tipo de nuestra limpieza: los áticos, los  sótanos y los cobertizos de nuestras mentes, las voluntades, las emociones y los comportamientos.
El Espíritu Santo nos ayuda a captar verdades espirituales. Sin Él, no se tiene ninguna relación con el Señor. Esto puede sonar un poco redundante a lo que ya se ha dicho, pero nunca es suficiente seguir enfatizándolo. El Espíritu Santo vive dentro del espíritu de cada creyente.
Jesús les dijo a Sus seguidores: “Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:22), y ellos lo hicieron. Pero varias semanas después, Él les anunció a esos mismos discípulos: “y así sucedió en el día que ahora conocemos como Pentecostés, cuando en forma manifiesta les fue conferido poder mediante el Espíritu Santo en el  aposento alto”. (Hechos 2:1-4.)  En este ejemplo sencillo podemos ver que una cosa es recibir al Espíritu en tu vida y otra es ser bautizados en Él. Mientras que los dos acontecimientos pueden ocurrir simultáneamente, y con frecuencia así sucede, no son idénticos, como podemos ver en algunos ejemplos de la vida de la iglesia primitiva. 
La presencia del Espíritu te da vida espiritual. El bautismo con el Espíritu te da poder espiritual, milagroso, no disponible de otra manera para que puedas compartir esa vida con otros. Por esta razón, Jesús les dijo a Sus discípulos que llevaran el evangelio a todo el mundo, pero sólo hasta después de recibir “poder milagroso” al ser “bautizados con el Espíritu Santo” (Hechos 1:5, 8).
Aunque no es una comparación exacta, es un poquito como la diferencia entre lo que el Señor quiere hacer en ti, y lo que quiere hacer a través de ti. El Espíritu Santo en la vida de un creyente es como tener un pozo de agua en propiedad. Ser bautizado con el Espíritu es como tener una bomba de agua potente en ese pozo o que debido a algún movimiento telúrico del manto acuífero del subsuelo, repentinamente salieran chorros de agua del pozo convirtiéndolo en un géiser, permitiéndole a la persona irrigar muchas más hectáreas de cosechas.
O piensa en la diferencia entre el aire y el viento. No podrías vivir sin aire y no podría haber viento sin aire, pero el viento es una actividad y fuerza adicional mediante la cual el aire es puesto en movimiento para mover otras cosas.
El Señor quiere que seamos más que vivificados en Su Espíritu; Él anhela que experimentemos Su Espíritu como un viento poderoso y recio, no solo una presencia, moviéndonos para impactar poderosamente la vida a nuestro alrededor.
Jesús no quiere que usted viva la vida cristiana. Él quiere vivir la vida cristiana a través de usted. Cristo vive en nosotros y expresa Su vida a través de nosotros por el poder del Espíritu Santo.
Hoy… El Espíritu Santo no solo quiere vivir en mi, sino que me quiere bautizar con su poder.
Señor, Gracias por darme la presencia dulce de tu Espíritu y hacer una obra de grandeza y poder dentro de mi. Me rindo ante ti con adoración. Amén.



Aprendiendo a mirar El fracaso-¿Miedo al éxito o al fracaso?

Crecimiento Personal » Aprendiendo a mirar El Fracaso
El mayor obstáculo al éxito para algunas personas es el temor al fracaso.  El fracaso es sólo un evento negativo cuando le permitimos convertirse en un obstáculo a nuestro éxito.
Hace un año comprendí el concepto de fracaso cuando decidí explorar un enfoque nuevo y diferente en mi negocio.  Mi primer intento falló estrepitosamente. El segundo fue ligeramente mejor pero seguí sin obtener el resultado deseado.  Estos intentos, junto a los constantes ajustes en el proceso me mostraron una nueva manera de ver al fracaso como nunca había notado en mis fracasos anteriores.
Esto es lo que descubrí en el proceso: el fracasar era un proceso natural para poder recoger datos y conocimiento para poder intentarlo de nuevo.  La calidad y cantidad de esos datos y conocimiento estaba ligada a mi éxito. Entre más rápido yo estaba dispuesto a acumular los datos/conocimiento, más rápido podría eliminar los callejones sin salida y crear los resultados que buscaba.  Para mí, la manera más rápida de aumentar mi ciclo del éxito era eliminar el temor al evaluar mis errores y realizar una nueva acción totalmente nueva.
No temamos intentar cosas nuevas en nuestras vidas personal y profesional; entre más fracasemos, más rápido aprendemos y crecemos.  La palabra fracaso conjura energía negativa, conceptos e imágenes para algunos.  Digamos que intentamos algo y que los resultados no fueron favorables.  En vez de rendirnos, usemos esta oportunidad para evaluar la experiencia.  Este es el tiempo para dar un paso atrás y observar, ajustar, planear y tomar acción de nuevo.  Y es la manera más fácil de mirar al temor en los ojos; eso es lo que se requiere para aumentar nuestro índice de éxito.
También necesitamos estar al tanto de cómo nuestros egos pudieran entrometerse en aquello del temor al fracaso. ¿Está nuestro temor al fracaso ligado a nuestro estatus, finanzas o posición?  Y ¿estaremos más preocupados con aquello que los demás puedan pensar?
La vida misma está basada en los fracasos.  No estaríamos aquí ni seríamos quienes somos si no fuese por nuestras propias experiencias y equivocaciones.
Así que fracasemos hacia adelante.  Es la manera más rápida de acortar nuestro ciclo del éxito.
Cherri Walston

La autora de este pensamiento acierta en el blanco en cuanto a su perspectiva del fracaso y el temor que todos le tenemos.  Se da cuenta, y aprovecha para compartírnoslo, que el fracaso en sí puede convertirse, si así se lo permitimos, en un escalón hacia el éxito. Lo interesante es que afirma también que entre más rápido fracasamos más rápido pudiésemos estar acercándonos al éxito.
Recuerdo las palabras de un antiguo jefe que al contemplar un proyecto que sentía que no iba a prosperar, nos solicitaba que lo “acelerásemos hacia el fracaso”, para salir de aquello de una vez por todas.  Resulta obvio que la clave está en nuestra disposición a aprender de cada fracaso… como se le atribuye al inventor Tomás Alva Edison tras haber fracasado con más de 900 versiones de la bombilla eléctrica: “ya sé 900 maneras en que no va a funcionar”.  Tal vez nos falte la visión y la fortaleza para seguir intentándolo.

Crecimiento Personal » ¿Miedo al éxito o al fracaso?
¿Tiene usted miedo al éxito o al fracaso? ¿Se ha preguntado alguna vez por qué no logra lo que se propone?, Seguro que se lo ha preguntado y lo más seguro es que no vuelva a intentar lo propuesto.
Definamos miedo al éxito: Temor a terminar con alguna dependencia hacia algo o hacia alguien. La palabra éxito está asociada a salir, lograr, terminar y acabar con la dependencia de cualquier cosa. Por ejemplo muchos tienen miedo a salir de la pobreza, o tienen miedo a terminar una relación donde es abusada o maltratada por temor a quedarse sola. Sin embargo, otros muchos tienen miedo al futuro no llegando a dar los pasos que tienen que dar esperando que las condiciones estén perfectas. Esto último es lo que se definiría como miedo al fracaso.
Abuso¿Quién quiere fracasar? Seguramente nadie. Todos queremos tener éxito. A veces en la vida para tener éxito debemos darnos el permiso de fracasar. Del fracaso podemos sacar varias enseñanzas pero la primordial es esta: aprendemos como no hacerlo de esa forma.
Del éxito es más difícil obtener enseñanzas positivas.
Usted debe saber que el invento de la bombilla eléctrica se lo debemos a Thomas A. Edison, porque él nos “dio” la luz, él consiguió que tuviéramos luz en todas partes, que pudiéramos ver este mensaje por Internet … y porque en su vida no perdió ni un solo segundo para inventar la lámpara que nos proporciona iluminación artificial. Fracasó más de 1000 veces y él dijo “yo no he fracasado ni una sola vez, solamente ha sido un proyecto de más de 1000 pasos”.
Quiero ayudarle haciendo algunas preguntas: ¿Puede ver claramente qué es lo que impide que usted no logre lo que se propone?, ¿De verdad desea lograrlo?, ¿Puede imaginar cómo sería una vez logrado? ¿Qué haría si no tuviera miedo? 
Es un tiempo para reflexionar y...¿cómo se sentiría una vez que logre sus metas o alcance sus sueños? Le toca a usted ver como sería su vida si alcanzara sus metas.
¿Sabía usted que una de las razones por las cuales no alcanzamos nuestros sueños es el sabotaje que nos hacemos nosotros mismos?
Debe saber que cuando Dios le creó, Él dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” Génesis 1:26  (NVI) Dios depositó en ti Su espíritu y ese espíritu es ganador.
Algunas personas dicen querer triunfar en la vida y tener éxito, pero al mismo tiempo vemos como sabotean sus propios proyectos de muchas maneras, por medio de la postergación, no tener tiempo o no tener los recursos, en fin se crean limites; los limites están en tu mente. Otras personas comienzan a dar los pasos y cuando las cosas no salen como ellos quieren, escuchamos la famosa frase: “lo importante es que lo intenté” y se quedan allí. El intentarlo no basta, necesitas cambiar tu actitud ante la vida, es tiempo de que te comprometas con tus sueños, que puedas generarlos.
Tienes todo lo que puedas necesitar: tienes a Dios, tienes la vida, tienes dones, talentos, experiencias, belleza y sobre todo las ganas de salir adelante, no te sabotees a ti mismo, no rechazes la oportunidad que tienes de aprender. El hecho de que fracases no significa que eres un fracasado. El fracaso no es tu identidad, tu verdadera identidad es que tú eres quien Dios dice que eres, eres creado por Dios para cosas grandes.
Te invito a soltar tus miedos: el miedo a crecer, el miedo a cambiar, el miedo a la inseguridad, el miedo a la soledad, el miedo a la envidia, el miedo al que dirán, el miedo a lograr, el miedo a perder, tantos miedos te han dejado paralizado. El aviso que hoy te hago es que puedas apropiarte de esta palabra:
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7  (LBLA)
Recuerda lo siguiente: nada ganas con lamentarte, nada ganas con quejarte, nada ganas con decir no soy capaz, no puedo, no tengo, pobrecito yo, la vida ha sido cruel conmigo, nadie me ama. Nada ganas con ser victima; nada absolutamente ganas con ese tipo de pensamiento derrotista. Cambia tus pensamientos, conviértelos en victoria, empieza por ver tus fortalezas y tus dones, tus habilidades, ¿Cuales son las experiencias que has tenido? ¿Cómo usaras esas experiencias para alcanzar tus sueños? ¿En qué eres bueno o buena?
Lo que Dios te ha dado es para que lo uses, para que vivas bien y puedas ayudar a otros a vivir la vida al máximo.
Señor, enséñanos a soltar los miedos y a ver todo lo que Tú puedes hacer en mi vida. Amén.

Tiempo de oración-Reflexión-vídeo

Unos años atrás, un anuncio de televisión enfocaba el rostro sonriente de una preciosa joven. Aparecía mirando hacia abajo, evidentemente ocupada con cierta tarea, aunque no se veía lo que hacía. Mientras desempeñaba su labor, ella oraba. El anuncio hacia énfasis en ocupar un tiempo para orar, aunque tuvieran que desarrollarse otros deberes durante el día.
Cuando el movimiento de la cámara mostró un panorama más amplio, se vio claramente que la joven cambiaba el pañal a su bebé.
¡Qué hermosa ilustración acerca de lo fácil que es para nosotros hablar con el Señor! Tal vez le sea difícil apartar un tiempo, aunque breve, cada mañana, pero en el transcurso de las veinticuatro horas del día podemos, con creatividad, encontrar unos instantes y dedicarlos a Dios.
Murmuramos y rechinamos,
Nos enfurecemos y estallamos,
Hablamos entre dientes y rezongamos,
Nuestros sentimientos resultan dañados.
No podemos entender
Nuestra visión se nubla más y más,
Y todo lo que necesitamos es:
Tener un momento con Él.
La mayoría de nosotros estamos tan ocupados durante el día que se nos hace muy difícil apartar una porción de tiempo para orar, y no precisamente para una breve plegaria de gratitud, sino unos momentos de genuina comunicación con el Señor.
Dios anhela que tengamos este tiempo juntos, y nosotros lo necesitamos. Hay ocasiones para estar a solas con el Salvador pero es necesario que con gran empeño las busquemos.
La oración es la forma ideal de comunicación con el Señor. Cuando nos comunicamos con un amigo estamos conversando con él. ¿Qué mejor amigo podemos tener que Dios? ¿Qué mejor amigo podemos tener que Cristo? A Él, nuestro mejor amigo, le encanta que conversemos con Él y la forma en que lo podemos hacer es a través de la oración. En definitiva “orar” es conversar con Dios. Veremos, entonces, la necesidad que tenemos de hacerlo con asiduidad.

Eclesiastés 3:11

Él ha hecho todo apropiado a su tiempo.

El poder de la conciencia- Una conciencia saludable

El Poder de la conciencia

La conciencia es, sin duda, una virtud extremadamente importante. La conciencia nos permite tomar decisiones responsables a lo largo del camino de la vida.
La conciencia guía e influye en la trayectoria de cada esfuerzo de manera práctica usando de la lógica y la prudente perspicacia.
La conciencia previene la necesidad de una persona de tener que pasar por experiencias que pudieran ser cruciales o perjudiciales con implicaciones posteriores, y complementa la estructura completa de cada esfuerzo de manera competente al otorgar al individuo un conocimiento pleno y la ventaja por adelantado. Por lo tanto orquesta constructivamente el ritmo de la vida de manera meritoria.
La conciencia extiende la riqueza que la vida nos ofrece a cada uno de nosotros de manera consistente en todo momento.
Teniendo conciencia, podemos hacer uso estratégicamente de los recursos con los que hemos sido dotados cada uno de nosotros de manera privilegiada.
La conciencia, tan sencilla como pueda parecer, es en realidad un don que da fe de que cada uno de nosotros posee por dentro maravillosas virtudes con las que hemos sido dotados.
Tomemos la oportunidad en cada instante de ser conscientes de cada momento, de cada pensamiento, de cada acción, de cada esfuerzo, de cada perspectiva, de cada tarea o asignación y estar agradecidos de haber recibido esta maravillosa virtud.
Cada uno de nosotros tiene el poder de la conciencia por dentro. Siempre, y de todas maneras, necesitamos reconocer y utilizar esta talentosa virtud responsablemente.
Antes de aventurarnos a cualquier acción, utilicemos el poder investigador de nuestra conciencia con cuidado; de estar concientes de lo que es bueno y malo, en vez de apresurarnos a juzgar o llegar a nuestras propias conclusiones sobre la base de lo que hemos oído de una fuente conocida o no.
La conciencia; es maravilloso estar concientes.
Estar concientes hace una tremenda diferencia en todo aspecto de la vida. La importancia de la conciencia no puede ser enfatizada en demasía ya que cada día, el estar concientes, nos traerá sus propias recompensas en cada faceta de la vida.
Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. Salmo 16:7
Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Juan 8:9
Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres. Hechos 24:16
 Una Conciencia Saludable
La conciencia es el sistema de alerta incorporado por Dios. Alégrate cuando te lastime. Preocúpate cuando no lo haga.
Una conciencia saludable es uno de nuestros grandes regalos de Dios. Sirve para mantener el rumbo de nuestra vida y así mantener la paz en nuestro corazón.
Hechos 24:16
Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
2 Reyes 22:19
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de mí, ciertamente te he oído’–declara el SEÑOR.
1 Samuel 24:5
Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía, porque había cortado la orilla del manto de Saúl.


Palabras positivas-Promesas de Dios para ti


Decir palabras positivas toma menos energía que decir palabras negativas.
Las palabras positivas mejoran las relaciones, produciendo el descanso, el relajamiento, el rejuvenecimiento, el buen sueño, todo lo necesario para una buena salud.
Lucas 6:45
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
Proverbios 4:23
Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.
Mateo 12:35
El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas.
Proverbios 10:21
Los labios del justo apacientan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento.
Mateo 7:17
Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos    malos.