martes, 11 de noviembre de 2014

Ama de manera genuina

En el calendario anual hay un día en el que se celebra el amor y la amistad, ¿pero, sabemos realmente qué es el amor?

Hay tres tipos de amor de acuerdo a su raíz etimológica en griego, que veremos conjuntamente, con lo que conocemos del amor en la palabra de Dios:
Ágape: Es el amor de Dios. El amor de Dios hacia nosotros es inefable, nunca podríamos llegar a comprenderlo con nuestras mentes finitas; es un amor incondicional, pues a pesar de que en ocasiones su pueblo le ha fallado, Él sigue enamorado locamente de ellos. Es un amor que está dispuesto a darlo todo. Es ese amor que puede soportar la pérdida de un hijo en sacrificio para salvar a la humanidad.
“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
Juan 3:16 (NVI)
Eros: Es el amor de pareja y sexual, es ese amor que busca el bienestar propio y de la persona con la que ha decidido unirse en matrimonio. Es el amor que anhela tener un mismo destino. Es ese amor que atesora hasta el más mínimo detalle. Es ese amor que inspira y renueva tus sueños. Es ese amor en donde existe pertenencia y reposo. Es el amor que anhela poder ver transformada a su pareja a la imagen y semejanza de Cristo. Es el amor que arde por poder estar unido en una sola carne.
Para propósitos de nuestra fe cristiana, los varones deben amar a sus esposas así cómo Cristo ama a su iglesia.
“Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella”
Efesios 5:25 (NVI)

El Secreto es que No Hay Secreto - Crecimiento Personal-espiritual

Muchas personas creen que en tener éxito y triunfar en la vida hay un secreto, pero el secreto es que no lo hay. Todo ha sido revelado y mostrado a través de la Biblia y en todo caso, el secreto es obedecer. Tan sencillo de leerlo y tan difícil de creer e incorporarlo en la vida. No existe una fórmula secreta, es solo la verdadera "Ley de la Atracción":
“Si prestas atención a estas normas, y las cumples y las obedeces, entonces el Señor tu Dios cumplirá el pacto…Te amará, te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre, y también el fruto de la tierra…” Deuteronomio 7:12-16 (NVI)
Los principios y fundamentos para el éxito en la vida, en su matrimonio, en sus negocios y en su ministerio, se encuentran en este gran libro que es la Biblia, que aporta una gran sabiduría para saber vivir. Cuando nos alejamos de estos principios, seguro que vamos a encontrar un gran desequilibrio en nuestra vida; puede que ya lo sepas, como que también puedes necesitar ayuda y tienes, tenemos un test que es la vida, que nos muestra cómo somos nosotros, y qué nos falta para alcanzar el equilibrio. Sin embargo, aquí van algunas claves que serán de bendición a tu vida, y junto a ellas, la cita para que puedas investigar en la Biblia.
Reconoce a Dios en todos tus caminos (Proverbios 3:6)
Esto significa ser consciente de la presencia de Dios y su compañía. Cada día es una nueva oportunidad para experimentar Sus bendiciones y victorias. Si nosotros le conocemos, Dios nos promete realizaciones vivificantes y bendiciones fructíferas.
Cree que has sido creado para grandes cosas (Efesios 2.10) 
Cuando no se cree en lo que uno es y en lo que ha sido llamado a hacer, no tomará las medidas necesarias para el éxito. Sus acciones siempre seguirán a sus creencias, por lo que si cree que el fracaso es inevitable, fracasará porque se preparó para ello. Lo contrario de esto también es cierto, si crees que tendrás éxito, tomarás las medidas que garanticen tu éxito. ¿Cuáles son las grandes cosas? Ser un gran esposo, un gran padre, un gran líder,... una gran persona.
Asume tu responsabilidad ante la vida (Josué 1:6-8)
Dios nos ha dado todo, y es nuestra responsabilidad esforzarnos por hacer nuestra parte. La vida no espera por nadie, y tú tienes que ser responsable. Asumir responsabilidad es ser consciente de que, al decir que alguien o algo ajeno a nosotros nos impide alcanzar el éxito, estamos entregando nuestro poder personal a ese ente externo. Lo que equivale a asumir que algo externo tiene más control sobre nuestras vidas que nosotros mismos.
No dejemos que las circunstancias nos limiten de alcanzar el éxito.
Ten sueños grandes para Dios (1 Corintios 13:13)
Todos tenemos un sueño; grande o pequeño no deja de ser un sueño.
Un problema de nuestra sociedad actual, es que son muchas las personas que han perdido la esperanza y han caído en un conformismo extremo, dejan pasar el tiempo y no proyectan su futuro, sino que dejan que las cosas sucedan por inercia. El apóstol Pablo dijo que una de las tres cosas que permanecen para siempre es la esperanza y ésta va ligada a lo que es proyectar nuestro futuro, con sueños bien claros. Aquellos que no tienen sueños, no tienen esperanza y no pueden proyectar su vida. 

Hacer La Diferencia Y Ser La Diferencia

Desde la antigüedad la maldad del hombre ha existido y ha proliferado, y este tiempo actual no es la excepción; encontramos cumplida la palabra cuando dice:
2 Timoteo 3:1-5 “1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”
Es una realidad, pero no solo es en este tiempo sino que siempre ha sido así. Pero igual que abunda el pecado, abunda también la gracia, y por eso aún vivimos, porque si no fuera así, Dios habría acabado con la humanidad.
En los tiempos de Noé, en los tiempos de Sodoma y Gomorra Dios no toleró más, pero ahora gracias al señor Jesucristo estamos vivos, con la oportunidad de arrepentirnos y enderezar nuestro camino. No cerremos nuestros ojos ni nuestros oídos, Dios sigue esperando que dejemos ese adormecimiento. Él sigue esperando que nos levantemos en justicia, sigue esperando que el sacrificio de su Hijo no sea en vano.

Dios todavía cree en ti

Dios cree en ti
Cometer errores es de humanos, equivocarse es algo que sucede en más de una ocasión, pero, ¿qué sucede cuando las personas han dejado de creer en ti porque fallaste a menudo, y cuando tu principal problema es la falta de motivación porque los demás ya no están interesados en si cambias o no?
Hay personas que quieren cambiar de actitud, pero dudan si intentarlo o no y están desmotivados porque los demás han dejado de creer en ellos. Tal vez alguien que lastimaron o a quien le fallaron,... hasta cierto punto puede ser normal, pero la primera equivocación cuando intentas superar un error, es querer superarlo por alguien más, olvidando que Dios es el único que nunca deja de creer en ti.
Algo que nunca va a suceder es que Dios vaya a cansarse de creer que puedes ser mejor y que vas a cambiar todo lo que últimamente has vivido. Él es el primer interesado en que tu vida mejore, sabe que puedes y pone en ti el deseo y los medios para lograrlo.

Tiempo perfecto de Dios

Si piensas que Dios no contesta tus peticiones, no te equivoques, es porque Él tiene algo mejor para ti. Muchas veces oramos por un deseo y cuando no vemos el resultado de nuestras peticiones, pensamos que Dios no nos escucha. Pero los pensamientos del Señor no son nuestros pensamientos, Él siempre tiene planes mejores que los que pensamos. Dentro de Su Plan perfecto está un orden preestablecido del tiempo del Señor, no del nuestro. El problema es que cuando pedimos a Dios, queremos las cosas a nuestro tiempo y no al tiempo del Señor.
Inline image 1Esto no significa que Dios se haya olvidado de tu necesidad, el Señor sabe perfectamente, cuándo es el momento preciso para responder a tus necesidades y a tus sueños. A veces tenemos que recorrer un camino muy largo para ver realizados nuestros sueños y nuestras necesidades. Pero si eres fiel al Señor y crees por fe, lograrás verlos  reales. Recuerda que “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará” (Habacuc 2:3).
       
Hay cosas que están fuera de nuestro alcance y solo depende de lo que Dios va a hacer con nuestras vidas y nuestro tiempo, pues Su reloj no es igual al nuestro, no va al compás de nuestro reloj. El Reloj de Dios camina en el Tiempo Perfecto, en cambio, nuestro reloj tiene la tendencia de atrasarse o detenerse por diferentes circunstancias en nuestras vidas. El reloj de nosotros es dirigido por medio del tiempo kronos. El tiempo kronos es el tiempo humano, es el tiempo donde se producen ansiedades, por lo cual está dirigido por medio de las horas y los minutos.