sábado, 16 de marzo de 2013

Lo que creemos merecer - Mensaje

lo que creemos merecer
Parece que, como lo señala la foto, solemos aceptar el amor que creemos merecer. Esto puede ocurrir de manera totalmente consciente, pero también puede ocurrir misteriosamente, sin casi percatarnos.

Cuando converso con personas, especialmente mujeres, que han sido violentadas psicológica o físicamente por sus parejas, siempre sienten que tienen una cierta responsabilidad en esas agresiones. Suelen, de alguna forma, justificar el comportamiento de sus parejas, y a partir de allí crean un mundo y una clase de “amor”, que las envuelve en excesivas explicaciones y excusas que las alejan, cada vez más, del verdadero sentido de esa palabra (amor). Cuando se encuentran, o bien contrastan ese “amor” que recibían con un sentimiento puro, comprometido y saludable, logran ir viendo que lo que ellas conocieron, no es comparable, en absoluto, con el presente. 
Si indagamos un poco más en las biografías personales de estas mujeres, podemos identificar elementos de baja autoestima, de poco sentido de competencia y eficacia; son mujeres tímidas o con una gran carencia afectiva, que les hizo pensar que el amor que merecían era ese que se tenían que “ganar”, y que debían “evitar hacer enojar a su pareja” para que todo estuviera bien. El amor no es así. Al menos, no el verdadero amor.

¿Por qué no te perdonas? - Devocional - Vídeo

Es increíble como un error del pasado puede afectar en gran manera a tu presente y todavía más a tu futuro. Hay personas que cometieron un error hace muchos años y aún hoy día siguen sintiéndose culpables, y a pesar de que le han pedido perdón a Dios en muchas ocasiones, siguen sintiéndose mal consigo mismo, y en muchos casos, pensando que Dios no les ha perdonado.
Humanamente hablando, a nosotros nos cuesta perdonar a aquella persona que nos hizo un mal, pero no es el caso de Dios. Cuando nosotros le pedimos perdón a Dios con un corazón sincero y arrepentido, Él nos concede el perdón automáticamente, no tenemos que hacer nada más, no tenemos que caminar descalzos diez kilómetros para que nos perdone, no tenemos que tirarnos al suelo y hacer penitencias para que Él nos otorgue su perdón; lo único que necesitamos, es reconocer que fallamos, estar sinceramente arrepentidos y pedirle perdón a Dios; expresarlo con nuestra boca y entonces, Dios nos concede, sin preguntas ni reproches, su perdón.
¿Qué es lo que no te permite creer que has sido perdonado? ¿Acaso tu error o tu pecado es más grande que no alcanza el perdón de Dios? La Biblia dice: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18 (Reina-Valera 1960).

Carta de Dios - Su amor y nuestra desidia

Mientras te levantabas esta mañana, yo te observaba.
Esperaba que me hablaras, aunque fuesen unas pocas palabras, preguntando mi opinión acerca de algún tema o agradeciéndome por algo bueno que te hubiese sucedido el día de ayer.
Pero noté que estabas muy ocupado...buscando la ropa adecuada que te ibas a poner para ir al trabajo. Seguía esperando mientras corrías por la casa arreglándote, creí que encontrarías unos cuantos minutos que dedicarme, que te detendrías y me dirías: ¡Hola¡

Pero estabas demasiado ocupado... 
para ver si por fin me percibías. 
Encendí el cielo para ti,  lo llené de colores y dulces cantos de pájaros... pero ni siquiera te diste cuenta de ello.
Te miré mientras te ibas al trabajo, y esperé pacientemente todo el día.
Con tantas actividades, supongo... que estabas muy ocupado para decirme algo.
De regreso, vi tu cansancio, quise rociarte para que el agua se llevara todo tu estrés. Pensé que agradándote, te acordarías de mí. Sin embargo, enfurecido, ofendiste mi nombre. Deseaba tanto que me hablaras... Aún quedaba bastante tiempo. Después encendiste el televisor.
Esperé pacientemente mientras mirabas tu programa favorito, luego cenaste y nuevamente te olvidaste de hablar conmigo.
Te noté cansado, entendí tu silencio, y apagué el resplandor del cielo pero no te dejara a oscuras.
Lo cambié por un lucero...en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo.
A la hora de dormir creo que ya estabas agotado.
Dijiste buenas noches a tu familia, caminaste hacia tu cama y casi de inmediato te dormiste.
Acompañé con música tus sueños. Mis animales nocturnos se lucieron. No hay problema...porque quizás no te des cuenta que siempre estoy ahí para ti.
Tengo más paciencia de la que te imaginas.
Quisiera enseñártela para que puedas tenerla con los demás.
Te amo tanto que espero todos los días por una oración tuya, y el paisaje que diseño cada amanecer es para ti.
Bueno... te estás levantando otra vez, y no me queda otra cosa que entregarte todo el amor que siento por ti y continuar esperando que al menos el día de hoy me dediques sólo... un poco de tiempo.
Que tengas un buen día...

Tu papá: Dios

El Eco de la vida - Motivacional

Un niño y su padre caminaban entre las montañas. De repente, el hijo tropezó y cayó al suelo gritando ¡Aaahhh! Para su sorpresa, oyó una voz a lo lejos que gritaba como él.

Con curiosidad, el niño preguntó: ¿Quién está ahí? ¿Quién está ahííí…? Le respondieron.

Molesto con la respuesta, el niño gritó: ¡Cobarde!. Pero le respondieron de la misma manera: Cobardeee…

El niño, desconcertado, le preguntó a su padre: ¿Qué sucede papá? 

El padre, sonriendo le dijo: Hijo mío, presta atención.

Se levantó y dirigiéndose a la montaña, gritó: ¡Te admiro!. La voz respondió: Te admirooo... 

Volvió a gritar: ¡Eres un campeón!. Y la voz le respondió: Eres un campeónnn...

El niño estaba asombrado y no entendía. Se llama "Eco", le explicó el padre, y es como la vida misma, te devuelve todo lo que dices o haces...
---------------------------------------------------
 

Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.

Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres recibir una sonrisa, sonríe a los que conoces.

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso, exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo tuyo.

Alguien dijo: Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando...


Dios tiene lecciones en todo lado y a cada momento, si quieres verlas - Reflexiones - Vídeo

Hubo una época en la que mi marido decidió ser granjero. Compró un molino de viento, algunas lámparas de aceite, colmenas, y un par de cerdos a quienes nuestro hijo les llamó, Lois Lane y Clark Kent.
Este par de cerditos me habrían de causar muchos dolores de cabeza desde el día en que les trajeron a casa.
Les habíamos atado muy bien y metidos en sacos de transporte en la parte trasera de nuestra camioneta. Pero d
e alguna manera lograron liberarse, saltaron de la camioneta, y echaron a correr por las colinas.
Finalmente logramos llevar esas resbaladizas criaturas a casa, pero sólo después de una dura búsqueda y persecución por el bosque.
Lois y Clark eran unos aventureros lechones, que pronto aprendieron a escalar al techo de su casita para saltar fuera de la valla. Muchos automovilistas, en la carretera cercana a nuestra casa, decían frecuentemente haber visto “dos cerdos salvajes” corriendo entre los coches, y más de una vez recibí llamadas telefónicas de vecinos enojados, que los encontraron cavando en sus jardines de flores.
Por lo general, la única que estaba en casa cuando los cerdos iban a “explorar” era yo, de modo que tenía que arreglármelas. ¿Cómo se puede convencer a dos cerditos a que te sigan y se queden contigo? Se requiere una cubeta llena de queso, cáscaras de manzana, y otros sobras de comida.