Sin embargo, la doctrina de la inerrancia bíblica es extremadamente importante, porque la verdad sí importa. Este hecho lo refleja el carácter de Dios, y es fundamental para nuestro entendimiento de todo lo que enseña la Biblia. Estas son algunas razones por las que debemos creer absolutamente en la inerrancia bíblica:
1. La misma Biblia declara ser perfecta. “Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de barro, purificada siete veces” (Salmos 12:6).
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo” (Salmos 19:7).
“Toda palabra de Dios es limpia” (Proverbios 30:5). Estas afirmaciones de pureza y perfección son declaraciones absolutas. Obsérvese que no dice “Casi todas las Palabras de Dios son puras” o “la Escritura es casi perfecta”. ¡No! El argumento de la Biblia es de una completa perfección, sin dar lugar a teorías de “perfección parcial”.
2. La Biblia se sostiene como un todo. Si se descubriera que un periódico importante rutinariamente cometiera ciertos errores, sería rápidamente desacreditado. No valdría de nada decir “Todos los errores fueron confinados a la página 3”. Para que un periódico sea fiable en todas sus secciones, debe ser verídico en todo su contenido. De la misma manera, si la Biblia fuera inexacta cuando habla de geología, ¿por qué habría de confiarse en su teología? O es un documento fiable, o no lo es.