“Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.” Salmos 139:13-14 NTV
El desarrollo del feto varía en cada trimestre del embarazo. En el primero, desde la concepción hasta las 12 semanas de la gestación, se forman los principales órganos del feto: corazón, intestino, estómago, etc. A partir del segundo, entre las semanas 13 y 27, sus órganos van madurando y adquieren mayor complejidad. En el último trimestre, entre las semanas 28 a la 40, el bebé se prepara para nacer.
Es maravilloso que la mujer pueda llevar una vida en su vientre durante nueve meses y una vez que tiene al bebé en sus brazos, el corazón de ambos, junto al del padre, puedan ligarse para crear lazos de amor.
Alguien dijo una gran verdad respecto a los bebés: “su amor es el más puro” y es totalmente cierto, porque no hay nada malo en ellos, al contrario, son una fuente de felicidad.
Por desgracia, muchas madres y padres toman la decisión errónea de no dar valor a esa vida y la eliminan. Lo cierto es que ningún motivo justifica lo injustificable. Una vida es una vida. pues el embrión que se desarrolla en el cuerpo de la madre es mucho más que una simple parte de ella. Tiene una existencia aparte. ¡Es otra vida!