domingo, 15 de mayo de 2016

Camino bajo cielos abiertos

“El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos”. Deuteronomio 28;12
¿Qué significa caminar bajo cielos abiertos?
1-voy a prestar a las naciones
2-voy a ser cabeza y no cola
3-voy a ser llevado a la cima
Arranca de la bendición más grande y va hacia la más pequeña.
- El cielo abierto va a traer una bendición financiera sobre tu vida. Será tan grande que le vas a prestar a las naciones, la abundancia será salvaje. Ese éxito financiero es muy grande, es una hipérbole, o sea, una exageración: “le prestarás a las naciones”. Pero ¡cuidado!, no hay que ponerle carga emocional al dinero porque se transforma en maldición; “el amor al dinero” es la raíz de todos los males. Vas a bendecir a las finanzas porque son solamente una herramienta a la que no le pones carga emocional.
cielos abiertosHay gente que le pone la carga de la libertad al dinero, ¿pero la libertad depende de las finanzas, o es del poder?, ¿como tener un coche OK, o una hermosa casa?, o sea, le ponen la carga del poder al dinero. Le proyecto poder, aunque el dinero es ahora una maldición. Otra carga es la de la seguridad, es decir, si ahorro me siento seguro, le puse la carga de seguridad al dinero; si lo tengo estoy seguro y si no no. También le puedo poner la carga del miedo, tener miedo de prosperar. Hay gente que vive en deuda porque la carga que le pusieron al dinero es de miedo, se inhiben para prosperar, tienen miedo de crecer y superarse. Otros le ponen la carga de la obsesión al dinero: todo es dinero, todo son números, están hambrientos del dinero, pero:
Yo no sirvo al dinero, el dinero me sirve a mí.
En Proverbios 27.23 Salomón decía: “cuida tus ovejas, asegúrate de cómo están. Una persona que aprende a manejar información, administrará bien el dinero. Si tienes un almacén y no sabes cómo está funcionando no sabes manejar tus finanzas. También pone el ejemplo de la hormiga, sabe hacer provisión, ahorra; no te tiene que quemar el dinero en la mano, tienes que manejarlo  inteligentemente.

¿Volviste a fallarle a Dios?

Crees que eres un caso perdido pues lo volviste a hacer, sí, aquello que dijiste que no volverías a hacer, aquello que creíste que lo tenias controlado, pero te diste cuenta que no.
Te sientes mal, muy mal, hay un sentimiento de culpabilidad en tu vida, y quisieras volver al tiempo pasado para no hacerlo, y es que el hecho de haberlo hecho te ha entristecido.
No tienes ni valor para levantar tu rostro al cielo, y si pudieras esconderte de Dios lo harías, pero sabes que no lo puedes hacer, y que Él fue el primero en enterarse de tu fallo.
MARIPOSAS
¡Vaya!, cómo duele fallar, ¿no? De haber sabido el dolor que esto te iba a causar o la frustración que ahora te gobierna, seguramente no lo hubieras hecho, sin embargo lo hiciste.
En momentos como esos no hay palabras para tratar de defender lo indefendible, nadie te obligó, simplemente lo hiciste dejado llevar por una emoción del momento o una decisión impulsada por sentimientos y no por la razón.
Cuando esto pasa, te sientes muy mal contigo mismo y sientes que defraudaste a Dios, y en casos extremos decides que es mejor alejarte de Él en lugar de seguirle fallando.
Pero, ¿qué piensa Dios de todo esto? ¿Dios tiene los mismos conceptos de ti que los que tú te asignas?
Bueno, menos mal que Dios no piensa como nosotros, y que no maneja los mismos conceptos que nosotros. Yo me imagino a Dios viéndonos cuando fallamos, observando lo tristes que nos ponemos, lo duros que a veces somos con nosotros mismos, mirando cómo se nos cae la cara de vergüenza, cómo preferimos alejarnos de Él en lugar de ir nuevamente a pedirle perdón.
Porque lo que hiciste estuvo mal, sin embargo Dios quiere restaurar tu vida, Dios no te va a desechar como una toalla desechable, tú no eres un objeto para desechar, tú eres su hijo, su hija, y eso no cambiará. Por esa razón, como cual Padre amoroso, te buscará, y si estás en el suelo te levantará, te sacudirá el polvo y te regalará un abrazo y una sonrisa que te transmitirá todo el ánimo que necesitas para no darte por vencido.

Entrega total

¿Cómo puede haber una entrega total de una persona a Dios? Ante todo, no debe haber ninguna retención por nuestra parte. Posiblemente nunca nos hayamos detenido a reflexionar sobre lo que realmente significa el primer mandamiento:
“…Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas….” Deuteronomio 6:5
“…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo….” Lucas 10:27
¿Qué significa verdaderamente este primer mandamiento?
1) Amarlo con todo nuestro corazón.
Primero hay que tener en cuenta que amar no es lo mismo que querer, querer solo es algo caprichoso, mas amar es una entrega que no depende del sentimiento, depende de una decisión. Recordemos que el corazón es engañoso:
Vemos en Jeremías 17:9; “…Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?..”
“…Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias….” Mateo 15:19
El corazón es uno de los órganos internos del ser humano que está más protegido. Está en el centro del tórax y representa al espíritu humano.
Dios quiere que primero le amemos con todo el corazón. Esto significa una entrega total de nuestro ser espiritual, esa parte que nos identifica realmente, eso que tenemos en lo más profundo; lo que hay en lo profundo de nosotros es lo que somos. Si esta parte no está entregada, todo lo demás no estará tampoco entregado y será una pantalla.
Dice Hebreos 4:16: “…acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro…”
Debemos acercarnos con el corazón, con nuestro espíritu humillado, con esa parte que miente, de la que salen malos pensamientos, que maquina el mal, esa parte es la primera con la que debemos venir rendidos. Esa parte debe someterse a Dios, de lo contrario seguirá en sus delitos y pecados.
“…Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne…” Ezequiel 11:19
2 Corintios 5:17; “…De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas…” 
También Efesios 4:22; “…En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos…”
2) Amarlo con toda nuestra alma o mente.
La segunda entrega que debemos hacer es nuestra mente. Esta es la parte que más nos separa de las cosas celestiales, porque es la que está siempre buscando excusas para no venir y caer rendida. La mente fue modificada en los inicios en el jardín del Edén, donde al acercarse Adán y Eva al árbol del conocimiento del bien y del mal, fueron atrapados en sus formas de pensar, y la duda fue algo que instalaron en ellos. Esa duda hizo que ellos escogieran el camino equivocado, donde prevaleció más su conocimiento que la palabra eterna.
La mente es atraída mucho por el deseo de conocimiento; a la mente le gusta alimentarse siempre de conocimientos o también en casos extremos, no alimentarse de nada trayendo ignorancia, por la cual las mentes más versadas pueden enseñorearse de estos ignorantes, en vez de enseñarlos en las cosas buenas para que ellos también lleguen a señorear.
La mente es el blanco perfecto de la mentira; una vez poseída por la mentira, será difícil poderla sacar de dicho atolladero mental. Aquí es cuando es necesario que la mente venga a sometimiento de Dios.
Recordemos que:
  • La mente tiene la capacidad de pensar, razonar, ordenar ideas, crear relaciones entre ellas, concebir cosas, ver con sentimientos y más allá de ellos.
  • La conciencia es el amplio campo de acción en el que se mueve la mente, aunque también intervienen las impresiones y percepciones físicas, las emociones, las intuiciones y el mundo de la imaginación.
En el cerebro está la base, pero es la mente la que tiene las puertas de los conocimientos, y un paso más adelante, haciendo uso de la inteligencia, convierte los conocimientos en sabiduría, en experiencia vital.
El cambio del hemisferio izquierdo al hemisferio derecho crea la ciencia y la experiencia, mientras que el cambio en sentido contrario crea la visión, la revelación y la creatividad.
Con todo ello, la mente es vital en la vida de una persona pues le conecta con el mundo actual, lo mantiene prácticamente al día de lo que acontece, y también responde de acuerdo a lo que ve.
Pero la Biblia dice: “…No seas sabio en tu propia opinión, teme a Jehová y apártate del mal…” Proverbios 3:7

Un corazón agradecido

1 Tesalonicenses 5.18. El pasaje nos dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. Esto es fácil cuando todo marcha bien. Pero en circunstancias dolorosas expresar gratitud puede volverse difícil.
Es interesante resaltar que esta orden de dar gracias al Señor en todas las cosas fue escrita por Pablo, apóstol cuya lealtad a Cristo le costó una persecución severa.
Aunque muchas situaciones no eran de su agrado, Pablo sabía que sus riquezas en Cristo superaban con creces cualquier molestia terrenal. Pensemos en las bendiciones que valoraba, y que también están disponibles para todos los creyentes. Primero, somos invitados a tener una relación personal con el Dios verdadero, el Señor soberano, omnisciente y omnipresente en toda la creación. Segundo, nuestro Creador nos ama con amor eterno e incondicional. Tercero, envió a su Hijo a morir como pago por nuestra deuda de pecado, para que pudiéramos pasar la eternidad con Él. Por lo tanto, cuando ponemos nuestra confianza en Jesús somos liberados del temor a la muerte.