domingo, 19 de agosto de 2012

Algo Hicimos Mal… Algo Hicimos Mal - vídeo

Desde que comenzó a hablar conmigo, lo único que salía de sus labios era una continua queja de todo lo que había sufrido y cómo le habían ultrajado y abusado.  Después de escucharle comencé a decirle lo que dice la Biblia :
“En Él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento”. Efesios 1:9.
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano para que las pongamos en práctica”. Efesios 2:10.
Procedí a mostrarle que a la luz de la Biblia, a nosotros no nos daña lo que la gente dice de nosotros o nos hacen, sino cómo reacciono a lo que me dicen o me hacen. Mientras le seguía hablando, secó sus lágrimas y se levantó de la silla y dijo: Es cierto Pastor, estoy perdiendo el tiempo mirando a otros lugares en vez de mirar dentro de mí.
A veces nos vemos como las víctimas en vez de ver lo que Dios ha puesto dentro de nosotros.
Los judíos componen el 1 % de la población mundial y sin embargo 176 de los ganadores del Premio Nobel han sido judíos. Un 25 % de las Organizaciones que han recibido el Premio Nobel de la Paz fueron fundadas por Judíos. Mientras que el 67 % de los graduados de la Secundaria en los Estados Unidos asisten a la Universidad, el 80 % de los judíos graduados de la Secundaria asiste a la Universidad.  Grandes negocios están en manos de judíos. ¿Y qué pueblo ha sufrido tanta persecución, martirio y asesinato? Si, ya usted contestó, el Pueblo Judío.
¿Donde está la diferencia?. Y nosotros, por qué parece que siempre estamos en el fondo, sin salir adelante, con índices de pobreza importantes?. Creo que una gran respuesta a estas preguntas está en el Discurso que el Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, Premio Nobel de la Paz, pronunció en la Cumbre de Las Américas y que por su contenido, quiero compartirlo con ustedes.
“Sr. Presidente de la República
Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo.
No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750, todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres.
Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad.
También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir “una Ciudad sobre una Colina”, una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos.
Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 ó 40 años– es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.
¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad media de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan en la secundaria en América Latina, en algunos países latinos sólo uno termina esa secundaria.
Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10. Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interior bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos.
En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra. En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población mundial –en un planeta que tiene 6.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día– y que gaste 13 veces más ($1.300.000.000.000) en armas y soldados.
Como dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.
Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los “ismos” (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo. ..), los asiáticos encontraron un “ismo” muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo .
Por sólo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que le habían acompañado en la Larga Marcha: “Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones” . Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que “la verdad es que enriquecerse es glorioso”. Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.
La buena noticia es que esto lo logró Deng Xiaoping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer.
Muchas gracias”.
Palabras del presidente Óscar Arias en la Cumbre de las Américas
Trinidad y Tobago
18 de abril del 2009
Definitivamente, necesitamos ver lo que Dios ha puesto en nosotros. El mal nuestro está dentro, no fuera. Cuando dejemos de mirar afuera y miremos adentro no sólo veremos nuestros pecados, errores y descuidos , sino que también veremos las bendiciones, los recursos y los milagros que Dios ha colocado en nuestro corazón.
Algo hicimos mal. Hicimos mal en no tomar en cuenta a Dios, hicimos mal en no vivir los principios de su Palabra Eterna, hicimos mal en no amar a nuestro prójimo, hicimos mal en no ser fieles a nuestro cónyuge e hijos, hicimos mal en no tener tiempo para orar, hicimos mal en esperar que la riqueza venga con la lotería o la rifa en vez de trabajar, hicimos mal en no estudiar, hicimos mal en no ser buenos administradores, hicimos mal en endeudarnos, hicimos mal…hicimos mal… pero hoy es el día para tomar una decisión y comenzar a hacer el bien.
“Ven, buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré ¨ Jesús.

Algo Está Mal - Algo Más

Algo Está Mal

“La tecnología está llevando a la raza humana a un imprudente viaje a ningún lado”. –Ted Kaczynki, también conocido como el Unabomber

“
Se ha vuelto espantosamente claro que nuestra tecnología ha rebasado nuestra humanidad”. –Albert Einstein
Todo está mal, para mí estos momentos son insoportables. Hemos perdido la mayor parte de nuestra auto-valía; ya no podemos hablar de corazón a corazón.

 Antes solíamos perdernos en los libros… podíamos perdernos en nuestras imaginaciones.  Ahora nos atrincheramos en “Facebook”, las hebras perdidas de nuestra propia manufactura.

 Esta es otra generación, una que está perdida.
Hemos llegado a ser fragmentos de lo que solíamos ser, incapaces ya de manejarnos a nosotros mismos y en el camino equivocado para cuestionarnos....¿por qué?. 

¿Cuándo o dónde perdimos el camino? Nos quedamos contemplando la pantalla de nuestro teléfono móvil, perdidos en el momento, sin vivir el presente, tan solo perdidos en nuestro tormento.
Perdidos, tan perdidos y esperando ser necesitados, apreciados, o quizá amados. 

Buscamos hablar a través de nuestros aparatos, nunca cara a cara; ahora nos escondemos en el ciberespacio en donde creemos que está toda la verdad.

 La tecnología parece gobernar esta tierra; nos escondemos debajo de nuestro pellejo, anhelando que otro se desvista…, que desvista el espíritu honesto que yace dentro.

 Todo está mal… ¿dónde se ha ido nuestra compasión?  Perdidos, tan perdidos... y siempre buscando hallar un lugar al que pertenecer.
Miles Patrick Yohnke,
Este pensamiento refleja la profunda insatisfacción de quien puede percibir algo extraño e intrínsecamente erróneo en el estilo de vida que la mayoría de nuestra gente, en el moderno Occidente, pareciera abrazar. No es ya extraño ver personas que se mueven por las calles, pulsando teclas del teléfono móvil mientras conducen sus coches. Ya ni siquiera produce risa que varios amigos se reúnan para comer juntos y disfrutar el uno del otro por un rato, y sin embargo los observamos invertir más del 80% de su tiempo “juntos” tecleando mensajes en su teléfono móvil.
Para muchos las redes sociales son su nuevo universo de relaciones.  El problema es que eso nos aleja más y más de la sensibilidad para exhibir y desarrollar, pues como seres humanos fuimos creados para eso. Una red social jamás podrá tocarnos, ni abrazarnos, ni realmente hablarnos de corazón a corazón… lo que implica no sólo palabras sino el lenguaje corporal, etc. 
Pero en medio de tan vertiginosos cambios sociales, todavía sigue siendo cierto que Dios nos ama y nos ofrece el único camino para percibir y vivir de acuerdo a la verdadera realidad, la que tiene anclada la eternidad.
Atrevámonos a compartir esa esperanza con un mundo cada vez más incomunicado a pesar de sus aparatitos.  Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.
Algo Más
Cuando afrontamos desafíos que están más allá de nuestra capacidad entramos en el reino de la fe y la esperanza. Cuando visualizamos nuevos horizontes en nuestra vida es cuando verdaderamente hallamos aquello que nuestro Creador nos ha encomendado hacer.  No tema desear algo más de la vida.


Filipenses 3:13
Una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes,  porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
Deuteronomio 20:1
Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, y pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo.
Isaías 41:13
Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: “No temas, yo te ayudaré".



Si Dios se fuera de huelga - Reflexiones - vídeo

¿Cómo es que Dios, arriba, nunca se ha ido de huelga a pesar de que no le trataron bien e hicieron cosas que no le gustaron?
Si sólo una vez se hubiese rendido, y dicho...: ¡Hasta aquí… me rindo! He tenido suficiente con los de la Tierra, así que esto es lo que voy a hacer: daré mis órdenes al sol: ¡Corta el suministro de calor! Y a la luna: ¡No brindes más luz, y seca los mares!
Entonces, sólo para empeorar las cosas y aumentar las presiones: ¡Apaga el vital oxígeno hasta que todo aliento se extinga!
¿Saben? Él estaría en lo correcto si de justicia se tratase todo esto. Ya que a nadie se le ha abusado tanto o enfrentado más desdeño que a Dios, y sin embargo sigue adelante proveyéndonos a ti y a mí de todos los favores de Su gracia y de todo lo demás, gratuitamente.
Los hombres demandan un mejor trato y se van a la huelga. Pero, ¿qué trato le hemos dado a Dios, a quien le debemos todo?
No nos importa a quién lastimamos para obtener las cosas que nos gustan. ¡Pero en qué desastre nos encontraríamos si Dios se fuese a la huelga!
Gracias a Dios que grande es su misericodia. Él ha prometido que nunca nos dejará. Su misericordia es el mejor regalo para nosotros los pecadores. Su Fidelidad es grande..Pero recuerda….Fidelidad con fidelidad se paga.
Y dijo: Bendito sea El Señor, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome El Señor en el camino a casa de los hermanos de mi amo. Genésis 24:27.
Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. Exodo 15:13.
Y pasando El Señor por delante de él, proclamó: !Dios! !Dios! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad. Èxodo 34:6

No Hay Amor Sin Dolor… No Hay Crecimiento Sin Dolor - Crecimiento personal

Ella me dijo con angustia del alma: Yo amo demasiado, pero no entiendo por qué si amo de esa manera siento tanto dolor. Le dije:  Bienvenida al Club de los enamorados. Todo amor va tomado de la mano con el dolor. Jesús nos amó de tal manera que terminó por ese amor clavado en la Cruz del Calvario por nosotros. Recuerda que si no hay dolor no ganamos.
El deportista te lo puede decir; que para tener una victoria primero necesita sentir el dolor en sus músculos y una madre te dirá el dolor del parto antes de disfrutar la victoria de tener un hijo en sus brazos.
“Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer pero le grita mediante el dolor: el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido”.
Clive Staples Lewis (1898-1963) Escritor británico.
El dolor es una realidad inevitable de la vida.  Podemos aceptar el dolor y crecer en la vida a través de él. Si corremos en la vida huyendo del dolor al final terminaremos eliminando los sanos placeres de la vida, ya que el dolor da a luz los mejores y sanos placeres de la vida.
¿Recuerdas la última vez que tuviste que limitarte por un yeso en tu pierna? Qué dolor sentirse limitado, pero luego…mucho después tuviste el placer sano de volver a correr.
La clave en la vida no está en evitar, huir o eliminar el dolor de la vida porque eso es imposible, pero sí podemos ver un mejor camino…el camino de aceptar, crecer y madurar en medio del dolor.
“El dolor es, él mismo, una medicina”  William Cowper (1731-1800) Poeta británico.
¿Qué es en última instancia el dolor? Es, simplemente, el precio que se paga por el placer. Es el precio que paga el estudiante pasando noche enteras preparándose para tener el placer de la graduación, es el precio que se paga construyendo una buena relación para tener un buen matrimonio, es el precio de la madre en el parto para tener a su hijo cerca de su corazón. Lo que más  pagamos: dolor; lo que más valoramos: lo que ganamos y logramos.
Vivimos en un mundo instantáneo donde nadie quiere pagar el precio del dolor. Hoy se pueden obtener títulos sin estudiar, cosas sin pagar y hasta hijos sin engendrar, pero todos sabemos que el placer no es el mismo.
La decadencia de la vida es perseguir la comodidad sin ningún precio a pagar. Cuando un ser humano, una familia o una sociedad busca el placer, la comodidad, y la vida sin dolor, sabemos que  está tomando el camino peligroso y la vida sin raíces. Muchos imperios mundiales cayeron porque buscaron la comodidad sin pagar el precio y sucumbieron a la decadencia de ellos mismos.
“El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor.  Fiodor Dostoievski (1821-1881) Novelista ruso.
Muchos evitan el dolor por el temor a él. Conocí a un hombre que durante 20 años se negó a visitar un odontólogo por temor al dolor. A menudo el temor al dolor es peor que el dolor mismo. El dolor a una inyección puede ser de sólo segundos pero tener temor al dolor puede alargarse por horas.
La verdad es que cuando evitamos pagar el precio del dolor olvidamos que siempre, tarde o temprano, tendremos que pagar el precio, pero cuando, después, yo lo prolongo, lo pago con intereses.
El dolor es pasajero, pero los resultados pueden ser eternos.
“Toda ciencia viene del dolor. El dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras que el bienestar se inclina a estar quieto y a no volver la mirada atrás”. Stefan Zweig (1881-1942) Escritor austriaco.
Dios nos creó como seres humanos, no como robots. Los robots no sienten ningún dolor, pero los seres humanos si.  La belleza del dolor no sólo está en lo que logramos después del dolor, sino en la compañía eterna de Dios quien está a nuestro lado para consolarnos, fortalecernos y darnos de su Espíritu. Una de la herramientas que Dios usa para hacernos crecer es la riqueza del dolor que nos impulsa a vencer nuestra limitaciones y a reparar nuestras almas.
“porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido, ni de él escondió su rostro, sino que cuando clamó a Él, lo escuchó”.  Salmo 22:24
“El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor; ablandará su cama en la enfermedad”.  Salmo 41:3
Vivimos cada día en una encrucijada para escoger entre la vida y la muerte, la libertad o la esclavitud, la realidad o el escapismo, y esa decisión siempre lleva implícito el dolor.
“El dolor siempre cumple lo que promete”. Germaine de Staël (1766-1817) Escritora e intelectual francesa.
El esfuerzo es un proceso de la vida por donde todos tenemos que ir, y ese esfuerzo implica dolor. Tenemos muchas lecciones cruciales que aprender, conflictos que resolver y metas que alcanzar, pero nada de eso está exento del dolor…es el dolor de crecer…el dolor de madurar…el dolor de triunfar y el dolor de morir para poder vivir.
Si nunca saltamos al río…jamás llegaremos a la otra orilla.
No más quejas ni lamentos por el dolor que sentimos, pongamos la mirada en la meta para no perder los minutos en el dolor que sentimos en las piernas al correr.
Aprendamos a aceptar el dolor de afrontar la realidad y así encontrar la verdad de nuestra vida. No le tema más al dolor y véalo como el canal de crecimiento de su vida interior.
Hay una herencia infinita que crece como una dulce planta en nuestro ser interior…esa planta duele cuando crece, como le duele al gusano el liberarse del capullo para luego tener el placer de volar como una mariposa.
“El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior”.
Amado Nervo (1870-1919) Poeta, novelista y ensayista mexicano.
La semilla que cae a tierra, la humedad la pudre, quebranta su corteza y entonces la vida surge.  El dolor de tu vida está quebrantando la dureza del alma para liberar la vida de Dios dentro de ti.
Comienza a alabar a Dios, mira la grandeza de su amor, pon tu mirada en la pelota y no en el dolor de tus piernas, y avanza con firmeza al aro para lanzar la bola y anotar los puntos finales del campeonato de tu vida y entonces....sólo entonces tendrás el placer de tener el trofeo en tus manos.
Que Dios te sostenga hasta llegar a la meta.

Mejores Amigos - Crecimiento Personal

Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por un sendero. Al pasar cerca de un árbol gigantesco, cayó un rayo, y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había dejado este mundo, y siguió caminando con sus dos animales (a veces a los muertos les lleva un tiempo ser conscientes de su nueva condición…)
La caminata se hacía muy larga, colina arriba, el sol era de justicia, y todos terminaron sudados y sedientos. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plaza adoquinada con bloques de oro, en cuyo centro había una fuente de donde manaba un agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que guardaba la entrada: 
– Buenos días. ¿Qué lugar es éste, tan bonito?
– Esto es el cielo. 
– Pues qué bien que hemos llegado al cielo, porque nos estamos muriendo de sed. 
– Usted puede entrar y beber toda el agua que quiera.
 – Mi caballo y mi perro también tienen sed. 
– Lo siento mucho, pero aquí no se permite la entrada de animales.
Al hombre aquello le disgustó mucho porque su sed era grande, pero no estaba dispuesto a beber él solo; dio las gracias y siguió adelante. Tras mucho caminar, ya exhaustos, llegaron a una finca que tenía por entrada una vieja portezuela que conducía a un camino de tierra, bordeado por árboles en sus dos orillas. A la sombra de uno de los árboles había un hombre tumbado con la cabeza cubierta con un sombrero, posiblemente durmiendo.
-Buenos días – dijo el caminante. Tenemos mucha sed, mi perro, mi caballo y yo.
-Hay una fuente en aquellas piedras – dijo el hombre señalando el lugar -. Pueden beber cuanto les plazca.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y mataron su sed. A continuación, regresó para dar las gracias.
-A propósito, ¿cómo se llama este lugar?
-Cielo.
-¿Cielo? ¡Pero si el guarda de la puerta de mármol dijo que el cielo era allá!
-Eso no es el cielo, es el infierno. El caminante se quedó perplejo.
-¡Pero ustedes deberían evitar eso! ¡Esa falsa información debe causar grandes trastornos!
El hombre sonrió: -De ninguna manera. En realidad, ellos nos hacen un gran favor. Porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a los mejores amigos…

Paulo Coelho “El demonio y la Srta. Prym”

Queda poco por decir al leer este extracto del libro de Paulo Coelho. Muchos se vanaglorian de ser los mejores amigos, pero cuando llega el momento de pruebas o dificultades, abandonan ese puesto por sus propios beneficios.
Que hoy y siempre podamos estar, ahí, para ese amigo o amiga especial, que el título no nos quede grande, sino que sepamos llevarlo en las buenas como en las malas y ser de verdad un Mejor Amigo cada día.

Proverbios 17:17
En todo tiempo ama al amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.