“La preocupación es el interés que pagamos hoy por los problemas que surgirán en el mañana”.
De manera, que la próxima vez que la preocupación toque a tu puerta, sería bueno que recordaras que a Dios nada le pilla de sorpresa, por lo que siempre puedes apoyarte en Él a través de la oración.
Pon todas tus cargas y preocupaciones en Él. Dios tiene cuidado de nosotros. Y Dios no está esperando que riegues tus preocupaciones, derivadas de tus desobediencias, para castigarte. Su profundo deseo es conectarse contigo y acompañarte a través de los altibajos de la vida.
De hecho, la Biblia compara a Dios con una roca. En la antigüedad las personas se referían a Dios como la roca de salvación, serenidad, fortaleza, y estabilidad.
No hace mucho, un barco se hundió en la costa de California durante una tormenta. Un niño que iba a bordo, fue empujado por las olas hacia una roca. El pequeño permaneció allí sentado durante toda la noche, hasta el día siguiente cuando un guardacostas le vio y le rescató. Hacía mucho frío, así que el guardacostas le preguntó:“¿Temblaste de frío mientras estabas sentado ahí en la roca durante la noche?” El pequeño respondió: “Sí, temblé de frío toda la noche, pero la roca no”.
La próxima vez que empieces a preocuparte, ve a la Roca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario