viernes, 16 de enero de 2015

Preservando nuestros hogares

"Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da" ÉXODO 20:12

Al desarrollar el estudio 
sobre los "Diez Mandamientos", se observa que los mismos nos están hablando acerca de puntos importantísimos de nuestra vida.
El quinto de los mandamientos se puede titular "Preservando nuestros hogares." "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da".

Este mandamiento nos habla del método que Dios nos ha dejado para preservar nuestros hogares. Una fórmula o método perfecto que no ha podido ser mejorada por el hombre a través de los años.


Debemos recordar que los Diez Mandamientos no son meramente un episodio en la vida del Antiguo Testamento; lo que sí podemos decir es que son una copia fotográfica para ser usada permanentemente, cada vez que busquemos la felicidad.

La obediencia a ellos nos lleva a una armonía perfecta con el propósito de Dios y también en nuestra relación con aquellos que nos rodean, pues la santidad y la felicidad van de la mano, son inseparables. La ley fue dada en primer lugar a Israel y era la base indispensable para su redención. En Exodo 20:2 leemos:"Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre". La ley abre nuestros ojos, cierra nuestras bocas, y nos deja sin excusa.

Además, la gran revelación del Nuevo Testamento, el Evangelio, viene a irradiarnos esperanza, pues Pablo en Romanos 10:4 dice: "Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia, para todo aquel que cree".

Él es el objetivo del cumplimiento de la ley, nuestro libertador. Ante todo y como única forma
, nosotros podemos ir a Él a través de la fe y consecuentemente, Dios nos justifica sin tener en cuenta para nada los méritos de la ley. Teológicamente, a esto se llama justicia imputada, lo que significa que nuestra relación para con Dios está establecida como vital. De esta manera, podemos decir que Él nos imparte vida y esa vida nos imparte justicia, lo que conlleva que nuestra relación con Dios debe desarrollarse, crecer cada día más.

Consecuentemente, nuestra obediencia a la ley de Dios, no está inspirada por términos legales, pero sí lo es por amor y tiene el poder de Dios a través del Espíritu Santo. ¿Podría usted decir que la gracia predicada en el Nuevo Testamento nos hace tener una norma de vida inferior a la del Antiguo? De ninguna manera ¿verdad? En realidad, la norma de vida del Nuevo Testamento, la ley de vida en la gracia, es más consecuente que el tipo de vida impuesto en el Antiguo Testamento. Pero lo trágico de esta situación es que en la mente de los teólogos liberales, existe una gran preocupación por la ética cristiana pero no por el fundamento cristiano. Hay una tremenda necesidad de demostrar la ética cristiana como parte de nuestro fundamento y no independientemente de este último.

Te amo tal cual eres

"Te amo tal como eres, antes de que me pidas perdón yo ya te he perdonado. Yo soy la luz, quien me siga nunca estará en tinieblas. 
- Te amo," Jesucristo.
                                                                                                       Debo Ser
                                                                                      Debo ser fuerte sin ser rudo
                                                     Ser amable sin ser débil, aprender con orgullo pero sin arrogancia
                                                                            Aprender a ser gentil sin ser una marioneta.
Ser humilde sin ser tímido
Ser valioso sin ser agresivo
Ser agradecido sin ser servil,
Meditar en ello, sin ser flojo

Por eso señor te pido….
Dame grandeza para entender
Capacidad para retener

Método y Facultad para aprender
Sutileza para interpretar
Gracia y abundancia para hablar.

Dame acierto al empezar
Dirección al progresar
Y perfección al acabar.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad aquí en la Tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada día, perdona nuestras ofensas, danos misericordia para saber perdonar a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos de todo mal. Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria por los siglos de los siglos. AMÉN.
Él es mi fuente de existencia y mi Salvador. Él me mantiene funcionando día y noche.
Sin Él, nada soy, pero, con Él todo lo puedo, en Cristo que me da fuerza.
Filipenses 4:13

La Generosidad en la Biblia

“Al recibirla, comenzaron a murmurar contra el propietario. Estos que fueron los últimos en ser contratados trabajaron una sola hora, dijeron, y usted los ha tratado como a nosotros que hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día.” Mateo 20:11-12
En los tiempos de Jesucristo, era habitual el cobro por cada día de trabajo. El valor del mismo era un jornal, el precio de un día de trabajo. En la época de recoger la cosecha, era normal que el dueño de la finca fuera a la plaza del pueblo y reclutara obreros. Era el lugar donde ir a buscar trabajo. Obviamente, los que primero llegaban tenían mayores posibilidades de ser contratados. Se fijaban los honorarios y los contratados iban al terreno de siembra.
El día de trabajo se contaba a partir de la salida del sol. La hora más cara era a las seis de la mañana, cuando salía el sol. Otras horas muy valiosas eran al mediodía. Para contratar trabajadores, el capataz fue a las 6, a las 9, a las 12, a las 3 y a las 5 de la tarde. Pactó el precio con los primeros, y solo les dijo: les voy a pagar lo que sea justo. A las 5 de la tarde, el día laboral acababa; porque en poco tiempo era de noche y cada uno recibiría su paga.

La Fe de Un Niño

Un domingo escuché a Miguel hablar acerca de su relación con sus dos padres, el que lo crío cuando era niño y su Padre en el cielo.
Primeramente, describió su confianza de niño hacia su padre terrenal como sencilla y sin complicaciones, normal. Como ejemplo, esperaba que su papá arreglara todo lo que se rompiera y le diera consejos. Sin embargo, le aterraba la idea de no complacerle, aunque a menudo, olvidaba que el amor y el perdón siempre venían a continuación.
Miguel continuó: “Hace algunos años causé todo un enredo y herí a muchas personas. Debido a mi culpa, acabé con una relación feliz y sencilla con mi padre celestial, mi otro Padre. Olvidé que, igualmente,- no, mucho más aún-, podía pedirle que arreglara lo que yo había roto y buscar su consejo”.
Pasaron los años, y finalmente, Miguel tuvo una necesidad desesperada de Dios, pero se preguntaba qué hacer. Su pastor simplemente, le dijo: “Dile a Dios que lo lamentas, ¡y hazlo en serio!” 
En vez de eso, Miguel le hizo preguntas complicadas, como: “¿Cómo funciona esto?” “¿Qué pasará si…?”
Finalmente, su pastor oró: ”Dios, por favor, ¡dale a Miguel la fe de un niño!” 
Más tarde, Miguel le dio un testimonio gozoso: “¡El Señor lo hizo!” 
Miguel encontró la intimidad con su Padre celestial. La clave para él y para nosotros, es practicar la fe sencilla y sin complicaciones de un niño.
La fe brilla con mayor fulgor en un corazón de niño.
De cierto os digo, que si no volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Mateo 18:3

¿Cuál es el valor de seguir al Señor?

Texto bíblico:  JOSUÉ 14:6-15

En aquel tiempo, Josué había conquistado la mayor parte del territorio cananeo y distribuido entre las tribus casi toda la tierra.
En medio de todo este ambiente ya conquistado, surge la petición de un hombre de Dios: CALEB.

I. ¿QUIÉN ERA CALEB?

A. Uno de los doce espías (Números 13: 6)
B. Un hombre valeroso (Num. 13: 30)
C. Un hombre fiel (Num. 14:24)
D. Fue de los pocos que salieron de Egipto y entraron a Canaan (Num 26: 65)
- Este varón pasó 40 años bajo la autoridad de Josué y nunca mostró infidelidad.SIEMPRE FUE FIEL
Debemos tener en cuenta que la fidelidad te viste de autoridad para hacer las cosas.

II ¿CUÁL ERA SU PETICIÓN? (Versos 6-9)

A. El cumplimiento de la promesa que Dios les había hecho, por boca de Moisés, 45 años antes (versos. 6 – 9) “La promesa era que la tierra que habían hollado sus pies sería de él y su descendencia”.
¡Qué delicia que nunca olvidemos las promesas de Dios para nuestra vida!

III. ¿CUÁL ERA SU CONDICIÓN? (Versos 10:11)

A. Al leer los versos se ve que su condición física, moral y espiritual era de FORTALEZA Y VIGOR.
Impactante la declaración de Caleb: “Tengo 85 años, todavía estoy muy fuerte… Tal cual era mi fuerza hace 45 años, tal es ahora mi fuerza para la guerra …”