jueves, 28 de julio de 2016

El mayor regalo

Un diario de Calcuta, India, relató la entrevista entre un pastor evangélico y un joven brahmán (sacerdote y doctor de la religión de Brahma). Durante la conversación, el joven dijo: Encuentro en el cristianismo muchas doctrinas que también están en el hinduismo. Sin embargo, ustedes tienen algo en su religión que nosotros no tenemos. -¿Y qué tenemos nosotros que no se encuentra en el hinduismo?, preguntó el pastor. La respuesta del brahmán fue conmovedora por su realismo: Un Salvador.
«El mayor regalo»Navidad es la celebración de la llegada al mundo de nuestro Salvador. La conmemoración de esta fecha tan especial debería ser destacada por la exaltación, la adoración y el testimonio de su nombre. Pero ¿qué pasa realmente con nuestra Navidad? ¿Acaso esta celebración promueve la gratitud y la exaltación? No podemos dejar que el Niño de la Navidad se vuelva invisible y quede escondido tras los regalos y los adornos de esta época del año, época que cada vez es más secular y comercial. … que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor (Lucas 2:11).
La mentalidad de nuestros días nos arrastra implacablemente en dirección al consumismo, especialmente en esta época. Pero tenemos que recordar siempre que la belleza de Cristo es la verdadera esencia de la Navidad. Él es el Dios eterno que trae gozo verdadero y vida eterna.

No te rindas, persevera

Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. Lucas 21:19

El 4 de Julio de 1952, Florence Chadwick de 34 años, penetró al Océano Pacífico en la costa de la Isla Catalina, California, con la determinación de ser la primera mujer en nadar hasta la costa del continente; siendo una experimentada nadadora, pues ella ya había sido la primera mujer que cruzó nadando el Canal de la Mancha en ambos sentidos.
Ese día el tiempo estaba nublado y frío; así que apenas podía ver a los botes que la acompañaban. Millones de espectadores la veían por televisión.
Florence nadó quince horas. Cuando rogó que la sacaran del agua, su madre, que estaba en uno de los botes que iban a su lado, le dijo que estaba cerca de su meta y que lo podía lograr, pero cuando miró hacia la costa lo único que alcanzó a ver fue neblina. Finalmente, extenuada física y emocionalmente, dejó de nadar y fue sacada del agua.
No fue hasta que estuvo en el bote, cuando descubrió que la costa estaba a menos de un kilómetro de distancia. En una conferencia de prensa al día siguiente, dijo: “Todo lo que podía ver era la niebla . . . Creo que si hubiera visto la costa, lo hubiera logrado”.
El fracaso de Florence no fue su fatiga, ni el frío, la niebla la había derrotado porque le impedía ver su meta. La niebla le había cegado su razonamiento, su visión y su corazón. Esa fue la única ocasión en que Florence se rindió. Dos meses después logró la hazaña a pesar de que había neblina, Florence perseveró porque sabía que detrás de la neblina estaba la costa.

Totalmente Protegidos por Dios

“Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad”.
Salmos 91:4
Cada vez que observo a mamá gallina cuidar a sus pollitos, recuerdo ese versículo hermoso que escribió el salmista. Porque las gallinas, a pesar de su apariencia, sí que son fieras, cuidan lo que les pertenece, son protectoras, y sin importar su tamaño no temen a la hora de defender a sus polluelos. Hasta a veces hacen que algunas personas den una buena carrera para no ser picoteadas por ellas. Además, vigilan que todos sus pollitos estén junto a ella.
¡Hermosa de verdad la comparación con lo que dice el salmista: el que habita al abrigo de Dios morará bajo la sombra del Omnipotente! Salmo 91:1 Es bello y tranquilizador imaginar a Dios protegiéndonos bajo sus grandes y hermosas alas, saber que estamos seguros en Él y que no permitirá que pasemos por más de lo que podamos soportar. Que sin importar la tempestad que pueda estar azotando, estamos escondidos en Él.

¿De dónde viene el Mal?

El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte. Por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores. Romanos 5:12 y 19.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. Salmo 51:10.
Reflexión Cristiana - De dónde viene el MalLa Biblia nos muestra qué es el mal. Lo denuncia mostrando su cara más desagradable, horrible, a fin de que le tengamos horror. Por ello la historia que describe de la humanidad es tan sombría y triste. Dios quiere, para nuestro bien, que tomemos conciencia de toda la miseria en la que hemos caído. Los relatos bíblicos, que bien es cierto, están escritos con sobriedad, nos muestran, al igual que la historia contemporánea, la maldad del corazón humano.

La Biblia nos muestra primeramente el origen del mal bajo la persona de un ser misterioso: Satanás. Luego nos dice que el Mal es un principio que se introdujo en el hombre cuando éste desobedeció por primera vez a Dios. Dicho principio se transmite de padre a hijo, porque, desde que Adán pecó, el mal forma parte de nuestra condición humana.
La Biblia llama a este principio de mal “el pecado”, y las acciones que produce son “los pecados”. Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias (Mateo 15:19).
Pero felizmente, la Biblia no se detiene en esta constatación, sino que nos presenta a Jesucristo, quien solucionó la cuestión de los pecados mediante su sacrificio expiatorio, y ofrece un corazón nuevo y puro a todo el que cree en Él. ¿Ya lo has recibido?