viernes, 24 de noviembre de 2017

Oración Para Un Día de Ansiedad

“echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
1 Pedro 5:7
Querido Señor:
Acudo a ti sintiéndome ansiosa y atemorizada. Mi lucha no es con nadie en particular, sino que hoy me toca enfrentarme cara a cara conmigo misma. Debo confrontar mis realidades, abrir la puerta a la sinceridad, para que pueda llegar la sanidad que tanto ansío y espero.
Imagen relacionadaSi como a Pedro me preguntaras si te amo, respondería: ¡Señor, sólo Tú sabes cuánto te amo! Lucho con muchas imperfecciones a diario, y a mi alrededor hay tanta presión que a veces siento que voy a explotar, que no podré continuar por más esfuerzos que hago por avanzar y salir adelante.
Y sé que sería como tierra árida y seca si Tú no estuvieras aquí conmigo. El enemigo ha intentado robar mis sueños y quebrantar mi fe, pero desde ese lugar profundo de mi ser, desde el rincón más íntimo y secreto de mi alma, mis células respiran ese amor y esa gracia que no permite que huya de tus brazos y de tu amor.
Es muy fuerte tu Espíritu sobre mí, aunque yo me sienta muy vulnerable y débil a veces. Tú conoces también lo decepcionada que me siento cada vez que pienso que te fallo. Me surge un sentimiento de impotencia cuando creo que voy avanzando, porque doy dos o tres pasos hacia adelante y retrocedo como diez.

Sé feliz aunque puedas fallar

El título de este escrito forma parte de uno de los versos de una popular canción romántica, y tiene un inmenso sentido. Generalmente es normal tener temor a la incertidumbre. No nos gusta desconocer lo que va a pasar, ni tampoco esperar los resultados de algo. Si fuera por nosotros, desearíamos que la instantaneidad del café se extrapolara a todos los asuntos de nuestra vida, pero sabemos que esto no es así.
Siempre queremos “hacer las cosas bien” o “tomar buenas decisiones” y terminamos haciéndolo todo al revés. A veces a sabiendas, pero otras, con la convicción de que era lo mejor, y eso es lo que más duele. Pero por lo general, cuando nos hemos equivocado muchas veces o, usando un término más animador, no hemos acertado en distintas oportunidades, cambiar a verlo todo en positivo ayuda a que las podamos incorporar más fácilmente a nuestra historia personal. Es una forma muy usada en psicología con la que evitamos la secuela de un temor... casi paralizante. Como ya tenemos la experiencia del fracaso, volverlo a intentar es casi como una experiencia kamikaze de la cual es IMPOSIBLE sobreponerse. Este miedo te paraliza, te deja en pausa, como cuando estás viendo una película y debes ir por más refresco o a contestar el teléfono; cuando ves de nuevo la película, ya no es lo mismo.
Los daños que nos producen nuestras heridas de guerra no se borran y son difíciles de ocultar. Quien no nos vea y se relacione con nosotros, ve que venimos de un campo de batalla y que las trincheras han hecho lo suyo en nuestras vidas. Sin embargo, estas cicatrices nos hacen especiales. Las gracias de estas heridas de guerra es que son ÚNICAS, ninguna es igual a la otra y eso nos hace muy especiales.

Escalera al cielo

Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella” (Génesis 28:12).

Desde su aparición, la canción despertó amores y odios. Para algunos, es el mejor tema de rock de todos los tiempos. Para otros, es un plagio de una composición de la banda Spirit, lanzada dos años antes.
Resultado de imagen de Escalera al cieloLas interpretaciones sobre la canción también son variadas. La que tiene más consenso es la que señala que se trata de una dama que desea fama y poder, y que, por esa razón, quiere una escalera al cielo. Tristemente, cuando llega allí las puertas están cerradas.
Hablamos de “Escalera al cielo”, el mítico tema de la banda británica Led Zeppelin, que salió a la venta en el disco lanzado el 8 de noviembre de 1971. La canción tiene varios récords: es el más reproducido en las emisoras de radio de los Estados Unidos, y su partitura es la más vendida en la historia de la música rock, con más de un millón de ejemplares. Lamentablemente, también es la canción que más mensajes subliminales satánicos tiene, cuando es escuchada al revés.
Eso sí, tengamos en cuenta que la escalera que lleva al cielo nunca está relacionada con el enemigo. En aquella que vio Jacob, había ángeles de Dios que subían y bajaban. Si quieres ascender por esa escalera, deberás abandonar ese tipo de rock and roll (y todas sus variantes), tipo de música maligna que pervierte el alma y ensucia la mente. También debes dejar de lado todo lo que rodea este ambiente, que carece de valores y de principios bíblicos, como el orden, el buen vestir, la armonía, la educación y la obediencia.
La música es un arma muy poderosa del enemigo para alejarte del camino de pureza y de santidad por el cual Dios quiere que transites. Y, lo dice la Biblia: la puerta del cielo nunca está cerrada para quienes buscan a Dios de corazón y desean hacer su voluntad,
“Dios ha dado a los jóvenes una escalera que han de ascender; una escalera que llega de la Tierra al cielo. Dios está por encima de esa escalera, y los rayos de su gloria iluminan cada peldaño. Observa a los que van subiendo, listos para recibir y enviar ayuda cuando la mano afloja y el paso vacila. Sí, díganlo con palabras llenas de ánimo, que ninguno de los que suben perseverantemente por esa escalera dejará de obtener entrada en la ciudad celestial”.