martes, 10 de abril de 2012

Dar gracias- Reflexiones


Dar Gracias
Una madre solía orar en las noches con una hija pequeña, de unos seis años, al acostarla.
.
Una noche la madre le dijo:
- Hoy vamos a pedir a Dios un poco más para que sane a la tía Marta.
.
Oraron por la tía Marta, cada noche, durante un par de semanas. Después, la madre no dijo nada y dejaron de pedir.
A la tercera o cuarta noche sin hacerlo, la niña preguntó:
- Mamá, ¿por qué no oramos por la tía Marta?.
- Es que Diosito ya la puso buena � respondió la madre.
.
- Y si la puso buena � replicó la niña- ¿no deberíamos orar para darle las gracias?.
.
Somos más dados a pedir que a agradecer. Lo de aquellos diez leprosos curados y de los que solo uno vuelve a dar las gracias a Jesús, se repite en nuestra vida a diario.
.
De cada diez veces que pedimos, quizás, no damos gracias ni una. La gratitud del que pide abre la mano del que da: el agradecimiento facilita la generosidad.
¡Y tenemos tanto que agradecer a Dios!.
.
Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos. 1 Crónicas 16:8
.
Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al SEÑOR, y asimismo por la noche. 1 Crónicas 23:30

Más grande por dentro que por fuera-Reflexiones


Un hombre llevó a su pequeña hija a un parque de diversiones y ella inmediatamente corrió a un quiosco y pidió un algodón de azúcar.
Cuando el dependiente le entregó una inmensa bola de algodón, el padre le preguntó: «Cariño,¿estás segura que puedes comértelo todo?»
«No te preocupes, papá» le respondió ella. «Soy mucho más grande por dentro que por fuera».
En su ingenuidad esta niña dijo una gran verdad. Por dentro somos más grandes que por fuera. Por dentro somos tan grandes que la misma Biblia dice que el mismo Espiritu Santo mora en nosotros. Podemos imaginar eso?
El Espíritu Santo morando dentro de nosotros. Qué increíble declaración. Sin embargo cuantas veces nos vemos limitados por mirar o creer que somos pequeños. Quizás sí por fuera..pero por dentro Dios nos hizo grandes para creer en un Dios grande y por lo tanto hacer cosas grandes para Él.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 6:19,20

No te dejes vencer-Powerpoint


Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron
en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:
“Ayer falleció la persona que impedía el
crecimiento de Usted en esta Empresa,
está invitado al velorio, en el área
de deportes”.
Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros.
Pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.
La agitación en el área deportiva era tan grande que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velorio.
Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba:
Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, cada uno se veía a si mismo, con el siguiente letrero:
“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento:
¡TU MISMO”!
Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida.
Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tu eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.
Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tus amigos cambian, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia.
TU VIDA CAMBIA,
CUANDO TU CAMBIAS.
ERES EL ÚNICO RESPONSABLE POR ELLA.
“EXAMÍNATE … Y NO TE DEJES VENCER”
El mundo es como un espejo, que devuelve a cada
persona, el reflejo de sus propios pensamientos.
“La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia”.

Descarga esta diapositiva aquí:     Powerpoint – No te dejes Vencer..!

El Señor me conducirá a tierras secas-En Lugares de Delicados Pastos


“Dios da un hogar a los desamparados y libertad a los cautivos;  los rebeldes habitarán en el desierto”. Salmo 68:6
Las multitudes llegaron desde millas a la redonda porque estaban escuchando de Juan un mensaje de esperanza y perdón bastante diferente a las condenaciones religiosas que estaban acostumbrados a oír de los Fariseos. No es casualidad que Juan se “apareció en el desierto.” Su mensaje de parte de Dios estaba dirigido a los lugares desérticos de las personas, ahí donde las cosas están mal, donde están torcidas, donde las cosas están fuera de control.
No estaba llevando un mensaje que les dijera a las multitudes que eran pecadores perdidos y sin esperanza y que no eran lo suficientemente buenos como para adorar en el templo de la ciudad, un mensaje que escuchaban de los Fariseos todos los días.
La Biblia está llena de imágenes que comunican realidades profundas de nuestra vida. Entre las más contadas está la analogía de los lugares desérticos, regiones secas y desoladas que más que sustentar la vida, la quitan por completo. En el Medio Oriente hay un contraste muy marcado entre los jardines bien regados y los tramos abiertos de desechos de roca; entre ríos y corrientes y cañones áridos.
Nadie sobrevive mucho tiempo en el desierto. El desierto, seco y vacío, retrata una condición espiritual en la cual las personas caen a causa de su rebelión contra los caminos del Señor.
Sólo piensa en el contraste que debió haber en las mentes de las personas de Israel que estaban entre el Jardín del Edén, de cuya naciente de agua salían cuatro ríos importantes, y los vastos tramos de desierto que los rodeaban por todas partes.
Fueron guiados a través del desierto a la Tierra Prometida, una tierra que bebía “el agua de las lluvias del cielo”  y era regada personalmente por el Señor. Les había sido dicho que si lo desobedecían, no habría lluvia y la tierra no produciría su fruto.
Una de las palabras más comunes que los creyentes usan para describir su condición espiritual, especialmente después de cometer errores o de ser atrapados en el remolino de esta vida en la tierra, es “sequía”. Lo que quieren decir con sequía, cómo lo descubrirás en tu diario caminar, es que no se sienten cerca del Señor. Aun cuando todos nosotros sabemos que Él siempre está con nosotros y que nunca nos abandona, podemos percibir arena desértica invadiendo nuestro jardín exuberante. Así se sentía David a veces: Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua —SALMOS 63:1
Hoy sé que en su misericordia y gracia, Dios convierte nuestros lugares desérticos en estanques de agua; Él cambia los puntos vacíos y secos de nuestra vida en ríos y corrientes de agua. Transforma el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales.
Señor, Gracias por sacarme del desierto de mi vida y llevarme a fuentes de aguas cristalinas que corren en abundancia. Amén.

Solo tu amor es suficiente-Reflexiones con vídeo


Te necesito más que al sol, te necesito más que mi respiración, te necesito más que al aire, más que al pan de cada día, y sin ti se acabarían mis deseos de vivir, no tendría razones para sonreír, no necesito, solo tu amor es suficiente para mi. Te Amo, mi Señor.
Te necesito más que al sol
te necesito más que a mi respiración
te necesito más que al aire
más que al pan de cada día
más que a mi piel
y sin ti se acabaría
mis deseos de vivír
no tendría razones para sonreír
No necesito más
solo con vos es suficiente para mí
Jesús te necesito aquí para vivír
no necesito más
mi corazón está completo en ti Señor
lo único que anhelo más y más de ti.