Es frecuente que el cristiano pase por tiempos dificultosos, pero confiando en la Palabra de Dios para su dirección llega a su destino seguro.
La experiencia de ciertos pescadores ilustra esta verdad. Se habían alejado unas cinco millas de la costa en un pequeño bote en busca de su lugar preferido para pescar. Pasaron el día bien y no tuvieron ningún problema hasta última hora de la tarde, cuando, de repente, se formó una densa niebla. Cuando se dieron cuenta de lo que ocurría y pusieron en marcha el motor para regresar, ya estaban inmersos en la niebla y la visibilidad era apenas de unos pocos metros. Con los corazones encogidos trataban de ver dónde se encontraría la costa. En ese momento, uno de ellos recordó que tenía una brújula en el bolsillo, y aunque la diminuta aguja contradecía su propio sentido de la orientación, acordaron seguirla. Estos hombres confesaron más tarde que se habían dicho unos a otros, gritando, para ahogar el ruido del motor: “Yo no creo que la brújula funcione. Seguramente estamos yendo en otra dirección”. Sin embargo, permitieron que la aguja les guiara. Después de un tiempo que les pareció enormemente largo, divisaron, por fin, la silueta de la tierra firme. Con precisión exacta habían salido de la niebla y se hallaban solo a unos metros de donde habían partido.

Gálatas 3:1-5 “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?”
¿Por qué los gálatas habían dudado, quién los había fascinado y quién nos fascina a nosotros?
Texto: 1 “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?”
Pablo usa el término insensatos; significa que no tiene sus sentidos en orden, pero la palabra quizá que más se apega al griego seria gálatas "tontos", y sigue diciendo quién los fascinó; en otra versión dice: quién los ha embrujado, quien los ha embrutecido para desobedecer alejándose o dudando del Cristo que Pablo les había presentado, crucificado, y que ellos ya habían aceptado. Ustedes ya habían comprendido lo que significaba la muerte de Cristo en la cruz, tal como yo se los había dibujado de la imagen de Cristo muriendo en la cruz.
Pablo los confronta para hacer recapacitar a los que se alejan de Cristo.
Respuestas:
A) Los gálatas dudaban por los judaizantes, los que les hablaban de la circuncisión.
B) No es que hubiesen sido fascinados. Pablo usa una palabra retórica para dar a entender que se habían entusiasmado con otras cosas.
C) A nosotros nos fascina, o mejor dicho nos atrae o nos aparta el pecado, el dinero, la carne, la comodidad de la casa, un partido de fútbol, en fin, muchas cosas.