En muchas ocasiones hemos hablado de la espera, la paciencia y la confianza, pero hay momentos en los que realmente necesitamos hacer algo, y si bien es cierto que hay cosas que no están en nuestras manos, hay muchas otras que sí y que requieren una disposición e interés en hacer que sucedan.
Dios puede hacer muchas cosas por ti, por ayudarte, pero depende mucho de tu actitud hacer que eso suceda. Estás pidiendo la ayuda de Dios, pero ¿estás haciendo lo que a ti te corresponde?
Dios siempre está interesado y dispuesto en ayudarnos, tiene un gran deseo por llevarnos a cumplir cada uno de nuestros sueños y metas más grandes, pero eso no quiere decir que no tengamos que hacer nada, sino más bien, que la medida de nuestro deseo o petición debe ir acompañada por la medida de nuestro esfuerzo y disposición, por hacer todo lo que esté en nuestras manos.