sábado, 31 de mayo de 2014

¿Qué es el pecado imperdonable?

El “pecado imperdonable” o “la blasfemia contra el Espíritu Santo” es mencionado en el Nuevo Testamento en Marcos 3:22-30 Mateo 12:22-32. La palabra “blasfemia” en términos generales, puede ser definida como una “irreverencia desafiante.” Podemos aplicar el término a pecados como, maldecir a Dios o degradar voluntariamente las cosas relativas a Él. También lo es el atribuir maldad a Dios, o negar algún bien que debamos atribuirle a Él. Sin embargo, el caso de blasfemia del que hablamos es uno específico, llamado “la blasfemia contra el Espíritu Santo”, que se lee en Mateo 12:31. En este pasaje, los fariseos, habiendo sido testigos de pruebas irrefutables de que Jesús estaba realizando milagros en el poder del Espíritu Santo, en vez de reconocerlo, aseguraban que Él estaba poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24). En Marcos 3:30, Jesús es muy específico acerca de lo que hicieron exactamente, cometiendo “la blasfemia contra el Espíritu Santo.”

Aquella blasfemia tenía que ver con acusar a Jesucristo en persona (en la Tierra) de estar poseído por el demonio. También hay otras maneras de blasfemar contra el Espíritu Santo (tales como mentirle, como en el caso de Ananías y Safira en Hechos 5:1-10), pero la acusación contra Jesús hizo a la blasfemia, imperdonable. Este pecado imperdonable contra el Espíritu Santo, no puede ser duplicado en la actualidad, porque Jesucristo no está en el mundo, no está en la Tierra, sino sentado a la diestra de Dios.

El único pecado imperdonable en la actualidad, es el de la incredulidad sostenida. No hay perdón para la persona que muera en la incredulidad. Juan 3:16 nos dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” La única condición o característica para que alguien no sea perdonado es si él/ella no está entre los “todo aquel que en Él cree.” Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí.” (Juan 14:6). El rechazar la única forma de salvación es condenarse a sí mismo a una eternidad en el infierno, y el haber rechazado el único perdón resulta obviamente, imperdonable.

Sinceros e irreprensibles

Filipenses 1:10b …a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo.

En su deseo de que sus hermanos discernieran lo mejor, Pablo seguía orando a Dios y, en aquel momento, pedía que sus hermanos fueran sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, esto es, que vivieran preparándose para la segunda venida del Señor.
El amor, que abunda cada vez más en conocimiento y en buen juicio (versículo 9), ayudará a discernir entre el bien y el mal, entre lo que agrada a Dios y lo que no le agrada, a fin de que seáis sinceros, es decir, sin mezcla, que seáis hallados puros delante del Señor. A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Efesios 5:27.

También ayudaría, y ayudará, a los creyentes a ser irreprensibles, sin ocasión de tropiezo, sin reproche, intachables para el día de Cristo. Por lo tanto, los creyentes deben vivir cada día, pensando en que Cristo puede regresar en cualquier momentoPuesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!  2 Pedro 3:11,12. 

Conociendo a Dios y a Nosotros Mismos - Crecimiento Personal & Relación con Dios

Al estudiarnos propiamente, como seres humanos, nuestro mayor problema está en el hecho de que, el ser humano actual no es el mismo que Dios creó originalmente, sino el que se ha desarrollado después de la caída de Adán.
Afirma Martín Lutero: “El hombre se ha vuelto semejante a un árbol marchito, no puede querer ni hacer otra cosa que el mal… El hombre natural no puede querer que Dios sea Dios. Por el contrario, es su deseo que Dios no existiera, y ser él Dios mismo… Por naturaleza, el hombre sólo puede amar a Dios egoístamente”.
Mas si podemos llegar a conocer la esencia de nosotros mismos, es porque Dios nos lo ha revelado en la Biblia, y de una manera especial en Jesucristo, el Postrer Adán (1 Corintios 15: 45). Jesucristo es el Hombre Nuevo, “…creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad” (Efesios 4:24).
La Biblia también nos dice que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1;27). De esta manera, tenemos un origen, el cual es Dios, y podemos conocernos a medida que vayamos conociendo a Aquél que nos creó. Somos imagen de Dios, una imagen que ha sido desdibujada por el pecado, pero imagen al fin y al cabo.
Decía San Agustín que la imagen de Dios es como la imagen acuñada en una moneda. Con el uso, ésta se gasta y dejamos de ver la imagen, pero está allí porque forma parte de la moneda misma. Así mismo, en la peor persona del mundo está la imagen de Dios. 
Ahondando en el conocimiento de Dios, y según nuestra opinión, para poder realizar un buen trabajo de asesoramiento pastoral, se necesita una buena comprensión de la teología cristiana básica. En este sentido, llegamos a saber que somos criaturas de Dios cuando hemos conocido al Creador. Y podemos conocer al Creador, sólo porque reconocemos el hecho de que somos sus criaturas. Nuestro conocimiento nos dice que si Dios existe, y nosotros somos sus criaturas, es muy baja la posibilidad de que no se ocupe de nosotros. Por eso el conocimiento del ser humano está estrechamente vinculado al conocimiento de Dios, y viceversa. Tanto el conocimiento de Dios como el del ser humano, nos vienen dados por revelación. No debemos confiar demasiado en las facultades humanas.

Haznos pequeños

Dicen que una vez, un grupo de tres hombres se perdió en la montaña y tenían solamente una pieza de fruta para alimentarse. Cuando ya casi estaban desfalleciendo de hambre, se les presentó Dios y les dijo que probaría su sabiduría y que, dependiendo de lo que respondieran, les salvaría. Les preguntó entonces, qué le pedirían para arreglar el problema y que todos se alimentasen.
El primero dijo: “Pues darnos más comida”, Dios contestó que era una respuesta sin sabiduría, que no se debe pedir a Dios que dé mágicamente, la solución a los problemas sino que se debe trabajar con lo que se tiene.
El segundo respondió: “Entonces haz que la fruta crezca para que sea suficiente”, a lo que Dios contestó negativamente, ya que la solución no está en pedir la multiplicación de lo que se tiene para arreglar el problema, porque el ser humano nunca queda satisfecho y por ende, nunca sería suficiente.
El tercero dijo entonces: “Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos alcance”. Dios dijo: “Has contestado bien, pues cuando el hombre se hace humilde y se empequeñece delante de mis ojos, alcanza la prosperidad”.

Dios no ha dejado de amarte

A veces, por diferentes motivos como el haber fallado y, por eso sentirnos alejados de Dios, guardamos en nuestro corazón un sentimiento que nos hace pensar que Dios no nos ama como antes. Lo que pasa es que, el sentirse alejado de Dios es una de las peores cosas que podemos experimentar, porque somos conscientes de que Dios es el único amor constante, verdadero y permanente en nuestra vida. Hay muchas personas que nos aman, pero verdaderamente nadie logra amarnos de la forma que Él lo hace, de una manera tan sincera y tan completa.

Nos ama tanto Dios, tan incondicionalmente que, a pesar de fallarle, de olvidarnos de Él o de dejar de incluirle en alguno de nuestros planes, nunca se aleja. Es tal su amor, que tal vez nos lleve toda la vida entenderlo o explicarlo con palabras, simplemente nos ama y nunca deja de hacerlo. A pesar de que por momentos pienses que debido a tu comportamiento, su amor haya disminuido, eso nunca pasará.
El amor de Dios por ti no depende de lo bueno o malo que eres, ya que cuando Jesús murió por nosotros éramos todos pecadores y aun así lo hizo; a pesar de todos nuestros errores nos amó, y a pesar de cuanto hoy te has equivocado, te sigue amando, tanto como el primer día que llegaste al mundo, como también te amará hasta el ultimo día de tu existencia.

viernes, 30 de mayo de 2014

El Corazón que agrada a Dios

El crecimiento espiritual es una decisión.
La decisión de agradar a Dios es la mejor de todas, puesto que conduce a tomar muchas otras para el propio bienestar y el de quienes nos rodean. El hecho de no conformarse con lo que hemos alcanzado espiritualmente hasta este momento e ir por más, es también una grandiosa elección.

En 2 Pedro 3:18 el apóstol nos motiva a no detener nuestra marcha, sino a seguir creciendo en el conocimiento y en la gracia que nos ha enseñado Jesús. El avance en la comunión con Dios no se da simplemente por tener una actitud adecuada, también es una consecuencia de darle tiempo todos los días. ¡El Señor te tiene en cuenta y sus ojos están sobre ti! Aunque vivamos en un mundo que pretende dejar a Dios de lado, si buscamos cada día más de su presencia, entonces cosecharemos bendición en abundancia.
Así como la Palabra declara en Filipenses 1:6, ¡la obra que Cristo ha comenzado contigo, la seguirá perfeccionando hasta el fin de los tiempos!


-Sin embargo, esto no significa esperar a mañana, sino que comienza con tu decisión de hoy, ¡cuanto antes! En Éxodo 8:8-10 vemos el relato donde el Faraón, en medio de una plaga caótica de ranas, llamó a Moisés para que le ayudara. Y cuando el patriarca le preguntó cuándo quería ser libre del problema, el Faraón eligió sufrir una noche más. Sin embargo, hoy también tú tienes la opción de elegir por el cambio, o bien, postergar la bendición. No permitas que el dolor siga estando en ti, toma tu decisión y permite que el Espíritu Santo obre hoy en tu vida.

-Las buenas decisiones siempre ponen a Dios en primer lugar. 
Así también ocurrió en el caso del joven rico en Lucas 18:18-23. En aquella situación, él quería agradar al Señor pero no deseaba amarle en primer lugar, sino después de sus riquezas. Lo material tenía la prioridad en su corazón. ¿Hay cosas en tu corazón que amas más que a Dios? Es el tiempo de consagrarle todo y amarle realmente con toda nuestra vida.

-En Lucas 9:53-56 vemos una situación, en la que los discípulos más cercanos de Jesús, se enojaron frente al rechazo de unos pobladores. El Señor, en lugar de buscar venganza y reclamar respeto, decidió perdonar y recordar cuál es la prioridad para Dios: el amor por las almas.

-Si alguien te cierra la puerta y te lastima, no detengas tu camino por buscar venganza, sino sigue adelante porque ¡muchas otras puertas de mayor bendición, son las que tienes por abrir!

Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración

Día tras día y durante años, Enrique le hablaba al Señor de su preocupación por su yerno Juan, quien se había alejado de Dios. Pero en eso, Enrique murió. Meses más tarde, Juan volvió al Señor. Cuando su suegra le dijo que Enrique había orado por él todos los días, Juan respondió: Esperé demasiado. No obstante, ella replicó gozosaEl Señor sigue contestando las oraciones que él hizo durante su vida terrenal.
La historia de Enrique es alentadora para quienes oramos y esperamos. Él permaneció constante en la oración y esperó con paciencia (Romanos 12:12).
El autor del Salmo 130 experimentó lo que significa esperar en oración. Declaró: Esperé yo al Señor, esperó mi alma (verso 5). Encontró esperanza en Dios porque sabía que en el Señor hay misericordia, y abundante redención con Él (verso 7).
El autor Samuel Enyia escribió sobre el tiempo del Señor"Dios no depende de nuestro tiempo. Nuestro tiempo es cronológico y lineal, pero Dios es atemporal. Actuará cuando se cumpla el tiempo establecido por Él. Nuestra oración no necesariamente apresura al Señor para que actúe, pero nos coloca en comunión con Él".
¡Qué privilegio tener comunión con Dios en oración y esperar la respuesta hasta que el tiempo del Señor se haya cumplido!

¿Qué y cuáles son los siete pecados capitales? - ¿Son todos los pecados iguales ante Dios?

¿Qué y cuáles son los siete pecados capitales?

Mucha gente tiene y teme una lista de siete pecados que supuestamente, Dios no perdonará. Esta lista es conocida como los “siete pecados capitales” ¿Es bíblica la idea de los “siete pecados capitales”? Realmente no, la Biblia no es tan taxativa al respecto. Proverbios 6:16-19 dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aún siete abomina su alma. (1) Los ojos altivos, (2) la lengua mentirosa, (3) las manos derramadoras de sangre inocente, (4) el corazón que maquina pensamientos inicuos, (5) los pies presurosos para correr al mal, (6) el testigo falso que habla mentiras, y (7) el que siembra discordia entre hermanos.” Sin embargo, esta lista no es lo que la mayoría de la gente entiende como los “siete pecados capitales.”

Mucha gente cree que la lista de los “siete pecados capitales” es: soberbia, envidia, gula, lujuria, ira, avaricia y pereza. Aunque, indudablemente, cada uno de estos son pecados, en la Biblia no es dada ninguna descripción de los “siete pecados capitales”. La lista, creída como tradicional de los “siete pecados capitales”, sí que puede funcionar como una buena forma de clasificar muchos diferentes pecados existentes. Muchos pecados pueden colocarse bajo una de estas siete categorías. Sin embargo, es más importante señalar que, estos siete pecados no son más “capitales” que cualquier otro. Todo pecado tiene como resultado la muerte (Romanos 6:23).
Pero alabado sea Dios porque, a través de Jesucristo, todos nuestros pecados, incluidos los “siete pecados capitales”, pueden ser perdonados. Mateo 26:28Hechos 10:43Efesios 1:7.

Si Tú me faltaras, ¿qué sería de mí?

A veces, cuando las personas están enamoradas dicen frases, tales como las siguientes: “mi amor, sin ti no podría vivir, mi vida no tendría sentido”. Otras personas, cuando sufren una desilusión amorosa exclaman: “¡no sé como vivir sin ella o él, me quiero morir!” Pero, pese a lo que sintieron cuando lo dijeron, lo cierto es que logran sobrevivir y sobreponerse al desamor o a la ausencia de quien los dejó.
Y yo digo “¿Dios, qué sería de mí si me faltaras? ¿Tendrían colores mis días, encontraría las fuerzas para seguir adelante? Porque pienso que sin Su presencia en mi vida, yo sólo respiraría, caminaría, existiría,... pero no podría disfrutar de todo lo bello que contemplo, ni sentir esa emoción que embarga mi interior al saberme amada por el Señor y al poder compartir ese amor con otros.
Sin Él hace tiempo hubiera abandonado todo. Porque mi mayor motivación es que las personas reciban paz, amor, consuelo, gozo, y que como consecuencia de todos estos sentimientos, sean impulsados a acercarse más a Dios, a conocerle y a creerle. Porque hay muchos que están convencidos de que LE necesitan y otros de que ya tienen a Dios en su vida, pero no hacen nada por transmitirle ese amor que tienen a Dios.
A pesar de mi ilusionismo, que no fanatismo, soy de hecho, una persona muy imperfecta que lucha cada día por ser alguien mejor. No por lo que los demás puedan pensar u opinar de mí, aunque eso es importante hasta cierto punto, sino porque deseo tener siempre la conciencia tranquila y mucho más aún, quiero que mi Padre Celestial se sienta muy orgulloso y muy amado por mí; pues el lugar más especial en mi vida lo ocupa sólo Él. 
Sé que no le puedo impresionar, pero quiero servirle y venir ante su presencia tal como soy y sin reservas. Quiero mi vida aferrada a Dios porque sencillamente, sin Él todo sería muy carente de sentido para mí.
Y tú querido amigo(a), ¿has pensando qué sería de tu vida si Dios no estuviera contigo? Y tú que no le conoces aún, que has escuchado hablar de Él en muchas ocasiones, pero no le has dado la oportunidad de intervenir e introducirse en tu vida… ¿no has considerado que ya es hora de aceptarle, de recibirle en tu corazón? ¿De que cada día recibas de Él nuevas fuerzas para seguir luchando? Seguro que tu vida dará un giro de 180 grados.

¿No crees que vale la pena intentarlo? Si me lo preguntaras a mí, yo te contestaría fuertemente, que sí.


Cómo se Mide la Vida

Toma tiempo para leerlo a pesar de que ya creas haberlo leído.
¿CÓMO SE MIDE LA VIDA?
No se mide según con quién sales, ni por el número de personas con quienes has salido.
No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que conduces, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
Tampoco se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.
La vida, simplemente, es.. otra cosa
La vida,
Se mide según a quién amas y según a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se mide por el sabor de boca que dejas a los demás con tu presencia y con tus comentarios.

jueves, 29 de mayo de 2014

Sed - Reflexiones

Cuentan que, una vez un hombre viajaba por el océano y su barco se hundió, quedó a la deriva varios días antes de que, milagrosamente, fuera encontrado por un bote pesquero. Al recuperarse de su pésima condición, contó el peor error que había cometido.
Al sentir una sed desesperante, bebía agua salada, y por la sal contenida en la misma, lejos de saciarse sentía más sed, e introducía sal y arena a su cuerpo que le deshidrataba cada vez más.
Muchas veces, cuando sentimos sed de amor, cariño, comprensión, verdad o atención, la buscamos en cosas que, en vez de saciarnos, nos dejan peor que antes. Así, el solitario se refugia en otro más solitario; el falto de amor lo busca en los placeres y la vida desenfrenada; el incomprendido se refugia en vicios y mal carácter para llamar la atención.
Ya es hora de que dejes de llenar tu cuerpo de agua salada. Jesús dijo: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14 .
Así que, no busques más saciar tu sed cualquiera que sea, en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu amigo y creador Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada ¡y lo ganas todo!
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Juan 6:35

La libertad de escoger

Desde que fuimos creados, Dios nos dio la libertad de escoger. Todos tomamos decisiones en la vida, pero muchas veces, la influencia del mundo nos lleva a hacer cosas que no nos convienen o que pueden ser nocivas. Por ejemplo: ver películas pornográficas, involucrarnos en negocios ilícitos, murmurar, mentir, etc.
Pero nuestras decisiones siempre traerán consecuencias, sea para bien o para mal.
Algunos toman la decisión de conformarse con una realidad pequeña, aún teniendo capacidad para mucho más. Se comportan de manera estática, conformista y frustrada, ya que no llegan a alcanzar sus metas.
Otros, por el contrario, se atreven a intentarlo todo, incluso asumiendo los riesgos que sus decisiones implican.
Pero para desarrollar nuestro potencial al máximo, es necesario ante todo, ser disciplinados y estar dispuestos a evaluarnos continuamente, para corregir nuestros errores.
Dios creó al ser humano con gran capacidad, pero lamentablemente, sólo utiliza una parte de su potencial mientras que la otra queda desaprovechada. Dios nos dio libre albedrío, por lo cual cualquier decisión es nuestra: nos conformamos con lo que tenemos y que ya hemos alcanzado, o bien luchamos para alcanzar nuestro máximo potencial.

Sabiduría y juicio

Capítulo bíblico 1º Reyes 3.
Después de haber quitado los enemigos de su vida y de su reino, Salomón se enfoca en construir y crecer (versículos 1-2). Como él... primero sana tu corazón, quita de tu vida a los enemigos del propósito de Dios y de la santidad de Dios, y luego ¡crece!, crea actitudes nuevas, fe nueva, relaciones nuevas, esperanzas nuevas, proyectos nuevos. Deja lo que te limita, lo que te estorba, lo que te lastima y luego enfócate en conquistar las oportunidades que Dios te da.
Devocional - SABIDURÍA Y JUICIOSi vas por la vida siempre chorreando sangre por las heridas del pasado, no vas a llegar a ningún lado, nunca. Primero sánate y después conquista.
Deja de dar lástima. Basta de tratarte como una pobre víctima y hazte responsable de tu vida. Busca ayuda, pide consejo, toma decisiones de perdón, de sanidad, de fe... Primero sánate y después crece y construye.
A CORAZÓN ABIERTO
El verso 3 comienza mostrándonos el corazón de Salomón. ¿A quién ama y de qué manera lo demuestra?
No basta con decir: “¡Te amo Dios, te amo tanto!”, y dejar caer tres lágrimas. Tienes que tener actitudes de amor a Dios. No se trata sólo de palabras sino de acciones de fe, de las decisiones de obediencia que tomes, por medio de las que expresas tu amor por Dios.
No es que no le declares tu amor a Dios. Sí, tienes que hacerlo, a eso se llama adoración. Se trata de que, a las palabras de amor le sumes decisiones y actitudes de amor. Acciones de fe que muestren lo que hay en tu corazón por Dios. Es lo que hacía Salomón.

Hoy No, Mañana Sí… - Crecimiento personal-espiritual

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” 
¿Eres de las personas que siempre pospones las cosas para mañana?  ¿Has dilatado tus sueños y no sabes qué hacer?
Seguir posponiendo tus sueños, o seguir posponiendo algún asunto en el hogar o en el trabajo, a la larga cuesta mucho y puede traer mucho dolor. La dilación o procrastinación es uno de los problemas más habituales, que presentan las personas que buscan siempre crear plazos. Se estima, de acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Calgary, que el 95% de las personas postergamos al menos ocasionalmente, pero que hay de un 15 a un 20% que lo hacen de manera frecuente por problemas.
Es muy común encontrarse con personas que dicen:
“Hoy no lo termino, mañana lo hago”

“La próxima semana empiezo”
“El año que viene sí me comprometo” 
Pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidenciaMuchas personas van fácilmente a la auto-derrota al postergar sus sueños, creyendo que habrá un mañana cuando las cosas cambien, cuando el viento se ponga a su favor. Porque la esperanza en el mañana les dice: “mañana sí tendré tiempo”
Pero el sabio Salomón escribió: “Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha.”
La postergación es un hábito que, de acuerdo a investigaciones realizadas, cuesta daños a nuestro organismo, ocasiona estrés y puede provocar otras enfermedades como la gripe o ciertos trastornos digestivos. Otras veces también postergamos la visita al médico o al odontólogo, en fin,... Puedes sacar la cuenta de cuánto te ha costado ir a un especialista en salud y comprobar por ti mismo, el coste de la dilación o postergación.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Joyas de Sabiduría - Reflexiones

-La vida es lo que hacemos de ella; siempre ha sido así y siempre lo será. –Abuela Moses
-Comencemos a ser ahora lo que seremos en el futuro. –San Jerónimo
-El hombre más grande en la historia fue Jesús: no tenía sirvientes pero le llamaban Señor. No tenía diploma, pero le llamaban Maestro. No tenía medicinas pero le llamaban Sanador. No tenía ejércitos pero los reyes le temían. No ganó batallas militares pero conquistó al mundo. No cometió crimen alguno pero le crucificaron. Fue enterrado en una tumba, pero vive hoy. –Autor Desconocido

-Creo que cualquiera puede vencer el temor haciendo las cosas que teme, siempre y cuando las siga haciendo, hasta que tenga un registro de experiencias exitosas detrás suyo. –Eleanor Roosevelt

-Hay dos maneras de proyectar la luz: ser la lámpara o el espejo que la refleje. –Edith Wharton
-La paciencia y la perseverancia tienen un efecto mágico, ante el cual las dificultades desaparecen y los obstáculos se desvanecen. –John Quincy Adams
-Las cosas sólo se mejoran cuando NOSOTROS mejoramos. –Autor Anónimo
-Sin importar lo pequeño y poco importante que pueda parecer lo que estamos haciendo, si lo hacemos bien, pronto pudiera convertirse en el primer paso que nos lleve a mejores cosas. –Channing Pollock
-Nuestra mayor debilidad yace en rendirnos. La manera más segura de triunfar consiste en intentarlo siempre una vez más. –Thomas Edison
-La llave que desata la energía es el deseo. También es la llave para una vida larga e interesante. Si esperamos crear algún impulso, cualquier fuerza dentro de nosotros, necesitamos entusiasmarnos. –Earl Nightingale

Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales como a Cristo

Efesios 6: 5-8  Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.

La exhortación va, ahora, de siervos a amos, indicando las relaciones laborales en los cristianos. En estos versículos, Pablo da a conocer una serie de recomendaciones para los trabajadores cristianos. Principalmente, se hace referencia a dos acciones: obedecer y servir.

Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo. Los siervos representaban la fuerza laboral de la época de Pablo. Hoy, en nuestra sociedad, la clase trabajadora serían los empleados o trabajadores de empresas, tanto públicas como privadas. La exhortación es que obedezcan a sus amos terrenales con respeto, y siendo responsables por cumplir lo que se les pide, hacerlo y hacerlo bien. Así pues, el trabajador cristiano trabaja con sencillez de corazón, con integridad, de buena gana, con entusiasmo y honradez, así como sirve al Señor, el amo por excelencia.

No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. El trabajo del cristiano está influenciado por la relación que tiene con Cristo. Siendo siervo de Cristo, siempre está buscando hacer la voluntad de Dios, agradarle con su trabajo al Señor antes que pretender agradar a los hombres.

Atrae LO MEJOR hacia TI

Cuando viajamos tratamos de ver anticipadamente, la forma de evitar retrasos. Recuerdo en una oportunidad, después de muchas horas de trabajo y necesitando descansar urgentemente, que iba viajando con mi esposa en nuestro automóvil y nos dirigíamos a nuestro hogar, cuando...

Cuando estabamos a pocos kilómetros de nuestro destino, algunos manifestantes cortaron él trafico de la ruta, por lo cual un trayecto que normalmente, habríamos hecho en 40 minutos, lo hicimos en 8 horas. Este fue un hecho triste y lamentable que no se lo deseo a nadie, pero lo más triste y lastimoso fue que, unas horas antes alguien me había informado que esto podría suceder y que posiblemente, me convendría tomar algún desvío por otra ruta, pero como no entendí muy bien lo que esta persona me decía y por vergüenza, no le pregunté nuevamente, porque este buen hombre estaba ocupado. Seguí mi camino como si nada, y ese fue mi gran error.


En la Biblia encontramos muchas referencias que nos hablan sobre allanar el camino, hacer sendas derechas para nuestros pies (Hebreos 12:13), en fin. … es como si se nos aconsejara, con relación al camino de la vida, que dejemos de transitar por calles de tierra, con pozos, barro, etc., y que comencemos por pavimentar, por asfaltar nuestros caminos para avanzar más rápido, y así lograr nuestras metas y sueños.
Esto significa que es nuestra responsabilidad ver de qué manera podemos hacernos el camino más fácil, más rápido, porque algunos con las decisiones que toman, con la gente que frecuentan, con los consejos que adoptan para sí, lo único que están haciendo es entorpecer su avance y complicarse la vida. 

Siempre tienes que pegarte a personas que eleven tu vida, no a aquellos que te tiran hacia abajo y te lastiman, debes poner especial atención con qué tipo de personas estás relacionándote, porque el éxito vendrá a tu vida caso de mantener las relaciones correctas, es decir, caso de entablar amistad con aquellas personas que creen, alimentan y sostienen tus sueños.

Pero no sólo se trata de preparar nuestra vida de manera que el camino esté despejado para poder avanzar, sino que también es necesario preparar el camino para permitir que las cosas buenas vengan a nosotros.
Existen dos maneras básicas para tratar de alcanzar tus objetivos:
 una es cuando inicialmente, decides tu objetivo, te esfuerzas y vas tras él, y otra es atraer tu objetivo hacia ti, es poner en practica la ley de la atracción, es decir, preparar de tal manera el escenario de tu vida para que lo bueno de Dios venga hacia ti.
Normalmente utilizamos el primer método, corremos tras nuestro objetivo, muchas veces intentando forzar las cosas y terminamos cansados y frustrados.
La mayoría vivimos ansiosos, y le damos la espalda a lo que tiene verdadero valor en la vida, gastamos gran parte de nuestro tiempo y de nuestras energías trabajando más y más, para ganar más dinero, para comprar más cosas y para hacer lo que supuestamente, nos hará felices; y al transitar por este camino, algunos pierden lo más precioso de la vida, pierden la salud, agotan todas sus reservas físicas y emocionales, y quedan reducidos a nada. Otros pierden a su familia, y si no la pierden, se privan de los momentos más maravillosos, que son su tiempo de calidad con sus hijos, con su esposa o su esposo; en fin, este es un camino muy duro para alcanzar el éxito.

¿Cómo puedo saber si algo es pecado?

Hay dos temas incluidos en esta pregunta. (1) Hay cosas que la Biblia menciona y declara específicamente que son pecado. Ejemplos de estas listas se encuentra en: Proverbios 6:16-19Gálatas 5:19-211 Corintios 6:9-10. No hay duda de que las Escrituras presentan estas actividades como pecaminosas, cosas que Dios no aprueba: homicidio, adulterio, mentira, robo, etc. –indudablemente la Biblia presenta tales cosas como pecados. (2) Otras no las declara como tal, específicamente, y la interrogante más difícil es determinar lo que es pecado, en esas áreas en las que la Biblia no lo señala específicamente. Cuando la Biblia no cubre un tema determinado, tenemos algunos principios generales en Su Palabra para guiarnos.

(a) Cuando no existe una referencia específica en las Escrituras, es bueno preguntar
 no si cierta cosa está mal, sino si es valorada como buena. La Biblia dice, por ejemplo, “redimir el tiempo” (Colosenses 4:5). Nuestros pocos días aquí en la tierra, son tan cortos y preciosos en relación con la eternidad, que nunca debemos desperdiciar el tiempo en cosas egoístas, sino usarlo sólo en lo que “sea bueno para la necesaria edificación” (Efesios 4:29).

(b) Una buena prueba es determinar si podemos honestamente y con buena conciencia, pedirle a Dios que bendiga y utilice esa actividad en particular, para Sus propios buenos propósitos. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Si existe duda en que complazca o no a Dios, entonces lo mejor es dejarlo. “....todo lo que no proviene de fe, es pecado.” (Romanos 14:23).

(c) Debemos recordar que nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidos y le pertenecen a Dios. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:19-20). Esta gran verdad debe ser un verdadero soporte para todo lo que hagamos o dónde vayamos con nuestros cuerpos.

Cómo vencer el mal

Aléjate de todo aquello que te haga retroceder. Huir del mal no es de cobardes sino de sabios.


Gálatas 6:7-8 "No se engañen. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna"

El promotor de todo pecado y maldad es Satanás. Miles de años atrás, Satanás era la mano derecha de Dios, era el ángel más precioso, el ángel que dirigía toda la alabanza, toda la adoración. 
Era un ángel que tenía un gran potencial para captar todo acto de Dios y aprovecharlo a través de la alabanza y la adoración. Se movía en ese mundo espiritual con gran revelación y sabiduría, estaba bien pegado a Dios.

La aparición del enemigo.
Pero, en un momento determinado, Satanás quiso ocupar el lugar de Dios y tomó la decisión de derrocarlo. Su idea tuvo un fracaso rotundo y Dios le expulsó del cielo, cuando se reveló en contra de su Voluntad, y arrastró a un tercio de todos los ángeles junto con él. Les llenó de ideas su cabeza, le prestaron oído y se fueron junto con Satanás.
Este ángel precioso, que estaba al lado de Dios, que Le escuchaba, que caminaba con Él, que ministraba la alabanza como nadie, un día decide transformarse en el enemigo número uno de Dios. ¿Por qué lo hizo?, ¿qué fue lo que le pasó?, si tenía un lugar de privilegio, un ministerio y un accionar privilegiado al lado de Dios.
Lo que sucedió es que Dios le anuncia que, la creación se iba a coronar con la creación del hombre y de la mujer, del ser humano.
Dios estaba creando al hombre con la finalidad de adorarle; todos hemos sido creados para ser de adoración delante de la presencia del Señor, íbamos a ser, al parecer del enemigo, competencia para él, y el diablo no quiere competencia.

Dios decide, pues, que el hombre iba a tener un potencial ilimitado, nos íbamos a poder mover con autoridad, con dominio y con poder, y tampoco esto le gustó, entonces empezó a generar odio.
El enemigo te odia: El diablo odia a la raza humana en gran medida, nos odia de tal forma, que siempre busca la oportunidad de hacernos caer, es tanto el odio que tiene contra nosotros, que siempre está maquinando alguna manera de hacernos caer.

El enemigo odia la creación de Dios. Satanás, desde el preciso momento en que empezó a odiar todos los planes que venían de parte de Dios, entonces, comenzó su caída. El diablo no pelea con Dios ya que la lucha no es contra Dios, no, el diablo es como un insecto al lado de un gigante todopoderoso como es nuestro Señor, y como contra Dios nadie puede pelear, él pelea contra ti y contra todos, pelea contra la creación de Dios.
El diablo está detrás de todo lo malo, detrás de las guerras, detrás del cáncer, las enfermedades, detrás de las inseguridades, de las violaciones, de los robos, detrás de las discordias, de las drogas, el alcohol, detrás de todo pecado. El diablo maquina constantemente, la manera de apartar la creación de Dios de su creador, maquina la forma de destruir nuestra vida, para que no vivamos las cosas maravillosas que Dios tiene para nosotros.
Dios creó al hombre y le puso en el jardín del Edén, y hasta allí se arrastro Satanás, le tentó encubiertamente, le engañó, y la humanidad cayó en la trampa. A partir de ese momento, todo lo que Dios le legó al hombre pasó por las manos del diablo, debido a la desobediencia de Adán y Eva.

martes, 27 de mayo de 2014

Procrastinando cambios

La procrastinación es la conducta reiterada de evitar, consciente o inconscientemente, lo que se percibe como desagradable, incómodo o difícil. O lo que es lo mismo, en más de alguna ocasión has estado a punto de realizar alguna actividad, que posee las características antes mencionadas, y te has demorado mucho tiempo en comenzar.
No es difícil recordar mis tiempos de estudiante cuando tenía que preparar extensas evaluaciones un domingo por la tarde. Comenzaba quejándome de lo mucho que tenía que leer y cuando el sol entraba por mi ventana era aún peor, porque pensaba en todas las actividades al exterior de mi dormitorio, que podría estar realizando y que, obviamente, eran mucho más divertidas que sentarme a leer. Luego continuaba ordenando alguna sección de mi armario, desechando papeles antiguos, o pintándome las uñas, todas acciones para evitar el estudio. Incluso en el momento mismo del estudio, comenzaba a completar mi agenda con las evaluaciones pendientes o lo que debía realizar el lunes. En consecuencia, procrastinaba toda mi sesión de estudio porque me resultaba desagradable, muy desagradable.
Pero no sólo en tareas como éstas podemos procrastinar, también podemos hacerlo en nuestros propios procesos de cambio. Si hay alguien que debe conocer bien como somos, somos nosotros mismos. Mal que nos pese, vivimos TODA la vida con nosotros mismos, por tanto, accedemos a información confidencial que, incluso, nuestros propios padres desconocen ni les revelaremos. En este conocimiento profundo que tenemos de nosotros mismos, sabemos que hay cosas que debemos cambiar para tener la clase de vida que queremos y ser la clase de persona que queremos ser. Cuando nos tenemos que enfrentar a estas cosas o situaciones que tenemos que cambiar, nos resistimos a hacerlo, evitándolas a toda costa diciéndonos porque “soy así”, “el Señor me hizo así”, “mi papá también era así”, “el que me quiera tendrá que aceptarme así” y una serie de frases de disculpa similares, que avergüenzan al más pintado. En este proceso en que nos damos cuenta de los cambios necesarios y no los hacemos, estamos procrastinando el cambio. Nos resulta incómodo, desagradable o difícil hacerlo, por lo que lo evitamos activa o pasivamente.

¿Tienes la posibilidad de ayudar?

¿A que muchas veces nos negamos a hacer el bien, teniendo la posibilidad de brindar una ayuda? En ocasiones nos incomoda cuando nos piden que les prestemos algo o que les hagamos un favor muy especial, y entonces, preferimos decir “no puedo” o “mejor mañana”, para salir del compromiso en lugar de tomar la decisión de ayudar.
Pero la Biblia dice “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle.” Proverbios 3:27 – 28 RV1960
En la palabra de Dios aprendemos que, Él desea que seamos serviciales con nuestro prójimo, con aquel que necesita de nosotros. En una oportunidad le preguntaron, ¿Quién es mi prójimo? A lo que Jesús respondió con una historia:
“Un hombre judío bajaba de Jerusalén a Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron la ropa, le pegaron y lo dejaron medio muerto al costado del camino.
Un sacerdote pasó por allí de casualidad, pero cuando vio al hombre en el suelo, cruzó al otro lado del camino y siguió de largo. Un ayudante del templo pasó y lo vio allí tirado, pero también siguió de largo por el otro lado.
Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al hombre, sintió compasión por él. Se le acercó y le alivió las heridas con vino y aceite de oliva, y se las vendó. Luego subió al hombre en su propio burro y lo llevó hasta un alojamiento, donde cuidó de él. Al día siguiente, le dio dos monedas de plata al encargado de la posada y le dijo: “Cuida de este hombre. Si los gastos superan esta cantidad, te pagaré la diferencia la próxima vez que pase por aquí”.
Ahora bien, ¿cuál de los tres te parece que fue el prójimo del hombre atacado por los bandidos? —preguntó Jesús.
El hombre contestó: El que mostró compasión.
Entonces Jesús le dijo: Así es, ahora ve y haz lo mismo. Lucas 10:30-37 NTV
Muchos esperaban que el sacerdote o el que trabajaba en el templo serian quienes ayudaran a aquel hombre, sin embargo la ayuda fue de quien menos esperaban. En aquellos tiempos, el samaritano era muy menospreciado y criticado, especialmente por los judíos, pero Jesús lo pone como ejemplo, al haber obrado conforme al corazón de Dios.