lunes, 19 de enero de 2015

Ojos en la meta

Como líder, usted necesita tener los ojos puestos en algo más motivador que las circunstancias en las que se encuentre, pues eso le inspirará y animará a seguir adelante cuando las fuerzas parezcan desvanecerse.
 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Hebreos 12:2
El autor de Hebreos nos anima a pensar en la analogía, por ejemplo, entre una maratón y el dinamismo de la vida cristiana, nos anima a pensar en lo que inspira al corredor. La competición de la maratón está inspirada en la odisea del joven soldado griego que corrió una gran distancia, después de la batalla de Maratón, para informar acerca de los resultados de aquel acontecimiento. Un gran prestigio espera al ganador de semejante competencia, no solamente porque todos los atletas demuestran sus extraordinarias aptitudes físicas, sino también, porque el campeón es identificado con aquel héroe de esta singular historia de Grecia. 
En las carreras modernas, la salida suele está en el mismo lugar de la llegada. Antes de correr, a menudo, el corredor echa un vistazo al podio y, por unos segundos, sueña con las sensaciones de estar subido allí, en lo más alto del escenario, aplaudido y elogiado por el público que lo reconoce como el mejor entre todos. Este sueño, aunque no es más que un pensamiento fugaz en los minutos previos a la carrera, actúa como poderoso estimulante para cada uno de los deportistas. Hasta los menos preparados acarician el sueño placentero de cruzar la meta, para sentir que todo su esfuerzo vale la pena. Durante la carrera habrá muchos momentos difíciles, en los que el deportista luchará con el deseo de abandonar la consecución de la meta. Pero en estas circunstancias, los mejores atletas evocan una y otra vez la imagen del glorioso momento de la llegada y buscan recuperar fuerzas al anticipar la gloria que vendrá. 

La disciplina Cristiana

Es importante y necesario que todos los seres humanos tengamos y nos ajustemos a una disciplina. De hecho, algunas personas ya procuran tener disciplina en su propia vida; a la hora de levantarse, en el aseo personal, en su casa, en su trabajo, sus actividades, etc. Se dice que son disciplinados.
Y ya en el orden espiritual, Dios nos da dos disciplinas: una preventiva y otra correctiva. La preventiva es la que oímos en los sermones o lecciones. Se nos indica lo que debemos hacer y lo que Dios no desea que se haga. Se dice que si se violan los principios de la doctrina, Dios nos castigará. Por ejemplo, el padre que disciplina a su hijo es porque lo ama. Debe primero, enseñarle cómo debe ser su forma de vivir, y en caso contrario, castigarlo. Esto es la disciplina correctiva. 
Los padres suelen usar la disciplina correctiva, y pocas veces la preventiva. Pero los cristianos debemos oír la disciplina preventiva y después, reconocer que si no obedecemos, tendremos un castigo por parte de Dios.
En la reunión de la iglesia, se dice, a la hora que se inicia el acto, se añade que debemos tener una actitud de reverencia al oír el mensaje y no distraernos con nada. Guardar silencio al oír el mensaje, reverencia al tomar la comunión etc. La ropa que usamos para venir a la adoración también muestra una disciplina. Adorar a Dios es lo más importante, por lo tanto, nuestro arreglo personal debe ser digno.
En cada momento de nuestra vida, seguimos una disciplina. Pero cuando el cristiano se rebela contra la disciplina, se suele portar mal tanto en la adoración a Dios como en su vida personal. Si andamos en chismes y en calumnias, no respetamos nada, y ello causa malestar entre los hermanos, por lo que se debe aplicar la disciplina correctiva.

Sé fiel a la palabra de Dios

“TODA LA ESCRITURA ES INSPIRADA POR DIOS...” (2 Timoteo 3:16)
La primera mentira registrada es la que Satanás le dijo a Eva para convencerla de que Dios no hablaba realmente en serio, y sigue en la misma línea todavía. Lo puedes escuchar en comentarios como:
metro perfecto(a) “Sinceramente, no importa lo que creas”. ¿Qué pasa si realmente estás equivocado? Si los frenos de tu coche no funcionan, tu fidelidad no lo va a detener; lo harán los postes de teléfono, los edificios, etc.
Contrariamente y siendo prudentes, debemos tener cuidado de no ofender a nadie. ¿Qué se puede hacer si la gente no quiere oír la verdad o vivir de acuerdo a ella? ¿Deberíamos suavizar o reeditar las Sagradas Escrituras basándonos en lo que, pensamos, es asumible? Y si amas a alguien, ¿no lo despertarías para evitar que se queme junto con su casa?
(b) “Hay mucha verdad en la Biblia, pero no toda la Biblia es verdad”. 
En contradicción a esto, Pablo escribió: “Toda la Escritura es inspirada por Dios...” (2 Timoteo 3:16), e Isaías dijo: “Si no dicen conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20). 

¿Quiénes eran los saduceos y los fariseos?

La Biblia se refiere con frecuencia a los saduceos y fariseos, especialmente en el Nuevo Testamento, porque Jesús entraba en constante conflicto con ellos. Los saduceos y los fariseos componían la clase gobernante del Israel espiritual. Hay muchas similitudes entre los dos grupos, pero también grandes diferencias entre ellos.
Los saduceos – Durante el tiempo de Cristo y la era del Nuevo Testamento, los saduceos constituían la aristocracia. Tendían a ser ricos y mantenían posiciones de poder, incluyendo la de los jefes sacerdotales y el sumo sacerdote, y ocupaban la mayoría de los 70 puestos  del concilio gobernante llamado el Sanedrín. Trabajaban duramente para mantener la paz, mediante la aceptación de las decisiones de Roma (Israel en este tiempo estaba bajo el dominio de Roma), de hecho, ellos parecían estar más ocupados con la política que con la religión. Por estar amoldados a Roma, y ser la clase rica privilegiada, ellos no se relacionaban bien con el hombre común, como tampoco el hombre común tenía una alta opinión de ellos. El hombre común se relacionaba mejor con los que pertenecían al partido de los fariseos. Aunque los saduceos ocupaban la mayoría de los puestos en el Sanedrín, la historia indica que muchas veces, tenían que estar de acuerdo con las ideas de la minoría farisea, porque los fariseos eran populares entre las masas. 


Religiosamente, los saduceos eran más liberales que los fariseos en un área tan importante como la doctrina. Los fariseos concedieron a la ley oral la misma autoridad que a la Palabra de Dios escrita, mientras que los saduceos consideraban que solo la Palabra escrita era de Dios. Los saduceos trabajaron arduamente para preservar la autoridad de la Palabra de Dios escrita, especialmente los Libros de Moisés (Génesis a Deuteronomio). Mientras que ellos podrían ser elogiados por esto, no eran definitivamente perfectos en cuanto a su punto de vista doctrinal. La siguiente es una breve lista de las creencias que ellos adoptaban y que contradecían la Escritura:

1.- Eran extremadamente auto-suficientes, al extremo de negar la intervención de Dios en los asuntos de la vida diaria.
2.- Negaban cualquier resurrección de los muertos (Mateo 22:23; Marcos 12:18-27; Hechos 23:8).
3.- Negaban cualquier vida después de la muerte, sosteniendo que el alma perece con la muerte. Por lo tanto, creían que no había ningún castigo o recompensa después de la vida en la tierra.
4.- Negaban la existencia del mundo espiritual, por ejemplo, ángeles y demonios (Hechos 23:8). 


Por estar los saduceos más preocupados por la política que por la religión, no se ocuparon de Jesús hasta que se volvieron temerosos de que Él pudiera atraer, la no deseada, atención de Roma. Fue en ese momento, cuando los saduceos y fariseos se unieron y conspiraron para llevar a Cristo a la muerte (Juan 11:48-50; Marcos 14:53; Marcos 15:1). Otras menciones de los saduceos se encuentran en Hechos 4:1, Hechos 5:17, y en su implicación en la muerte de Jacobo, hermano de Juan, según el historiador Josefo (Hechos 12:1-2).

Los saduceos dejaron de existir en el año 70 d.C. Dado
 que este partido existía por sus lazos políticos y sacerdotales, cuando Roma destruyó Jerusalén y el Templo en el 70 después de Cristo, los saduceos fueron también destruidos. 

Espíritu De Resurrección




JESÚS dice en su Palabra un dicho muy acertado:
“Yo soy el Pan de la vida, cree en mí y serás saciado.”
Como fuente de agua viva que siempre estará saltando
es el agua que Yo doy, ”pruébala, te la estoy dando”
Si tienes sed, ven y bebe, dijo JESÚS dando un paso.
Si crees en mi Palabra nunca vivirás frustrado.
¿Sabes lo que necesitas para que vivas triunfando?
Es un grano de mostaza, es la FE, mi Pueblo amado.
Si tú sabes que te amo, que siempre estoy a tu lado,
si lo que tenía que hacer lo hice hace 2000 años,
derramé toda mi sangre en la cruz, en el Calvario
para que tuvieras paz y fueras justificado,
¿por qué entonces, te lamentas? ¿Por qué te sientes cargado?
¿Por qué no ensalzas mi Nombre en vez de estarte quejando?
Mantén tus ojos en mí y la FE te estaré dando
y verás que con paciencia, podrás seguir caminando.
Háblale a todos de mí, testifica a los no salvos
Da por gracia a los demás lo que por gracia te he dado.
Entonces tú tendrás gozo, siempre estarás preparado
para aquel grandioso día en que yo vendré a buscarlos.
Por eso gózate en mí; gústate de mí, pueblo amado,
deléitate en mi Palabra y testimonia que has triunfado.