sábado, 16 de noviembre de 2013

Secretos - Devocional - Vídeo

“No tengo nada que esconder”, decía con frecuencia un viejo y querido amigo. A veces yo también lo he dicho. Pero… exactamente ¿a qué nos estamos refiriendo cuando emitimos esta frase?

“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”

(Génesis 3:7 RV60)
Un breve examen de conciencia delante de Dios, no es preciso que sea muy profundo ni muy exhaustivo, me revela a las claras que, al menos lo mío, debe ser no un simple delantal como el de Adán y Eva, sino ¡todo un “Armani” totalmente realizado de hojas de higuera!
Si alguien nos llamara “hipócritas”, nuestras reacciones serían de lo más variadas, dependiendo de cada persona y de su estado de ánimo. Pero sin lugar a dudas existirían unos cuantos denominadores comunes: malestar, incomodidad, tal vez enojo…
Existe una clase de hipocresía que genera rechazo, que como seres humanos a veces ejercemos pero nos cuesta mucho perdonar. Se trata de esa falsedad consciente, esa falsedad que, deliberada y premeditadamente, esconde, tergiversa, confunde, miente o muestra sólo una parte de la verdad, la que interesa. Es fingir lo que realmente no se es o no se siente. ¡Vaya!, a los cristianos no nos gusta hablar de esto.
Sin embargo, hay otro tipo de simulación totalmente inconsciente, que no planeamos ni remotamente premeditamos. Es una especie de “mecanismo de defensa” que tiende a encubrir nuestro verdadero ser del alcance de los demás, de su mirada, de su observación. Una forma, en el amplio sentido de la expresión, de “vestir” nuestra más íntima desnudez, la del alma.

No me pidas que te perdone - Ánimo en mensaje

BOTELLA CORAZON
“Porque si perdonáis a otros sus ofensas,
también os perdonará a ustedes
su Padre Celestial”
(Mateo 6:14)

Aproximadamente al cierre del año 2010, en cierto país latino ocurrió un trágico accidente, un atropello, que mutiló la vida de una respetable madre de familia. Obviamente, el dolor y la indignación fueron los primeros sentimientos que se instalaron en el corazón de sus familiares, pues el atropellamiento había sido ocasionado por un irresponsable, que esa noche circulaba a exceso de velocidad por el sector.
La pequeña ciudad se conmovió, y en su momento muchas voces amigas se alzaron para pedir que el suceso no quedase en la impunidad, pues se conocía que el presunto culpable había huido. Sin embargo, con el paso de los días, la familia perjudicada aclaró públicamente, que su fe en Dios y en sus mandatos no les permitía generar rencor ni venganza alguna, sino más bien perdón hacia quien provocó la muerte de Ruth.

Querido amigo o amiga: el odio es una pasión enfermiza, que como tal nos oprime, nos ata, nos esclaviza, y por lo tanto no nos deja disfrutar de una vida plena.
Por ello, y aunque para la lógica humana parezca una locura, Dios nos manda no sólo perdonar, sino hasta amar a nuestros enemigos. Imposible dirá usted; complicado digo yo, pues no es fácil, ya que de por medio se halla nuestra carnalidad, y nuestro orgullo se resiste.
Sin embargo, está claro que debemos obedecer y pedirle a Él que transforme nuestro corazón de modo que éste pueda otorgar perdón; pero no un perdón de labios para afuera, sino un perdón sincero, definitivo e incondicional, igual al que nosotros diariamente le pedimos a Dios a través de la oración del Padrenuestro.


El apóstol Pablo recomendaba: “No tomen venganza hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré dice el Señor.(Romanos 12:19)

Fdo.: W. B.

El poder de la Oración de una esposa - Matrimonio - Vídeo

El poder se puede usar de diferentes formas, para bien o para mal, pero el poder de la oración de una esposa atrae maravillosos dividendos.
Amiga, no sé cuál es la situación que vives con tu esposo, pero te animo a que uses ese poder que está en tus manos. En la oración hay poder. Usa este recurso y podrás decir al final: "con el poder de Dios todo se puede". 
La oración de una esposa confesando su enojo, frustración y falta de perdón.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Marcos 11:24,25.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:7,8.
Orando por el trabajo de él.
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;
No estará delante de los de baja condición. Proverbios 22:29.
No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?  Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo. Proverbios 23:4,5.
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?  Mateo 16:26.
Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa. Eclesiastés 10:18.
Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma
sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. Salmos 90:17.

En la aflicción, canto - Devocional

Leonard Ravenhill escribió que Dios sufre más de sus expositores, que de sus opositores. La frase tiene sentido, si se tiene en cuenta cuál es la expectativa de Dios sobre cada grupo. Dios espera que sus opositores manipulen la verdad y la tergiversen a su antojo, mientras que desea que sus expositores presenten la verdad llana del evangelio sin adornos humanos, ni medias verdades, como si fueran absolutas. Dios sufre cuando algunos de sus pretendidos heraldos modifican el mensaje eterno para buscar popularidad, empatía, reconocimiento, o en el mejor de los casos, lo hagan por ignorancia. En este sentido, estoy de acuerdo con Ravenhill.
Un área sensible donde esto está ocurriendo, es en lo concerniente a lo que se enseña sobre la vida aquí, desde algunos podios. Promesas sonoras de prosperidad financiera repican desde las plataformas evangélicas, como un derecho innato de los creyentes. Ciertos expositores dicen que la pobreza y el desempleo son consecuencia de la falta de fe y no son realidades del mundo caído en el que vivimos y servimos a Dios. Que la enfermedad es “cosa del Diablo” y los que permanecen enfermos es porque le han creído al Mentiroso. Se habla de éxito, dicen que el éxito no tiene que ver en gran forma con lo externo, con trajes caros, con coches del año, con sonrisas centelleantes y con vacaciones en islas exóticas. Como consecuencia, Dios, seguramente, está sufriendo a expositores tan insustanciales.

¿Eres un cristiano emocional o espiritual? - Devocional aliento - Vídeo

¿Te enojas cuando alguien te dice la verdad? ¿Te ofendes cuando alguien te toca en la llaga?
La iglesia en general ha cultivado en vez de principios,... ritos, costumbres, culturas y prácticas, las cuales lo único que han hecho es encasillar el actuar de Dios. Muchos cristianos van a las iglesias buscando sentir un escalofrío, una sanación o experiencia a la que han tipificado como “UNCION”, una emoción, pero que no tiene nada que ver con aquello. ¿Eres un cristiano emocional o espiritual?
El emocional nunca crece, vive envuelto en peleas, críticas, contiendas, murmuraciones, celos, y es influenciado, llevado a la deriva por lo que pase a su alrededor; sin embargo, el espiritual desarrolla un sentido de apropiación espiritual, cultiva su vida espiritual, vive en base a los principios de la palabra de Dios y entiende el tiempo que está viviendo como tal.
1 Corintios 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
¿Te enojas cuando alguien te dice la verdad? ¿Te ofendes cuando alguien te toca en la llaga? ¿Explotas de ira, contienda y pelea cuando otro se mete contigo?, entonces eres un cristiano emocional. Si por el contrario te aferras a los principios de la Palabra, entonces vives como un hombre espiritual.
Llevas años en el evangelio y hablas en lenguas, profetizas, tienes dones, pero aún sigues dando crédito a los chismes, críticas y calumnias en contra de los demás. ¿Cuándo piensas dejar de ser un cristiano emocional y empezar a ser un cristiano espiritual? ¿Vives creyendo que las crisis, depresiones, traiciones y frustraciones que atraviesas son el fin de todo?, ¿o vives de acuerdo a la palabra de Dios, creyendo que todo lo que sucede es con un propósito establecido por Él? El cristiano emocional sigue a Dios por lo que le da, pero el cristiano espiritual sigue a Dios por lo que Él es.