jueves, 19 de marzo de 2020

¿Es el amor de Dios condicional o incondicional?

Resultado de imagen de ¿Es el amor de Dios condicional o incondicional?"El amor de Dios, como se describe en la Biblia, es claramente incondicional en cuanto a que se expresa hacia el objeto de su amor, o sea, su pueblo, a pesar de la disposición del pueblo hacia Él. En otras palabras, Dios ama porque su naturaleza es amar (1 Juan 4:8), y ese amor lo mueve a hacer una acción bondadosa. La naturaleza incondicional del amor de Dios se ve claramente en el evangelio. El mensaje del evangelio es básicamente una historia de rescate divino. Puesto que Dios considera el sufrimiento de su pueblo rebelde, determina salvarlo de sus pecados, y esta determinación se basa en su amor (Efesios 1:4-5). Estas son las palabras del apóstol Pablo en su carta a los romanos:

“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:6-8).


Leyendo el libro de Romanos, aprendemos que estamos separados de Dios a causa de nuestro pecado. Estamos en enemistad con Dios y su ira se revela contra los impíos por su iniquidad (Romanos 1:18-20). Rechazamos a Dios y Él nos entrega a nuestro pecado. También aprendemos que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23), y que ninguno de nosotros busca a Dios, ninguno de nosotros hace lo que es correcto delante de sus ojos (Romanos 3:10-18).

A pesar de esta maldad y enemistad que tenemos hacia Dios (razón por la cual sería perfectamente justo que Dios nos destruyera por completo), Él revela su amor hacia nosotros entregando a su Hijo Jesucristo como la propiciación (es decir, el aplacar la justa ira de Dios) por nuestros pecados. Dios no esperó a que nosotros mejoráramos como condición para la expiación de nuestros pecados. Más bien, Dios fue condescendiente para tomar forma de hombre y vivir entre su pueblo (Juan 1:14). Dios experimentó nuestra humanidad, todo lo que significa tener una condición humana, y luego se ofreció a sí mismo de manera voluntaria, como expiación sustituta de nuestros pecados.

Perder es Ganar

Perdí un juguete que me acompañó en mi infancia, pero gané el recuerdo del amor de quien me hizo ese regalo.
Perdí mis privilegios y fantasías de niño, pero…. Pero gané la oportunidad de crecer y vivir libremente.
Perdí a mucha gente que quise y que amo todavía…..Pero gané el cariño y el ejemplo de sus vidas.
Resultado de imagen de Perder es Ganar"Perdí momentos únicos en la vida porque lloraba en vez de sonreír … Pero descubrí que es sembrando amor como se cosecha amor.
Yo perdí muchas veces y muchas cosas en mi vida……. Pero junto a ese "perder", hoy intento el valor de "ganar" … Porque siempre es posible luchar por lo que amamos, y porque siempre hay tiempo para empezar de nuevo.
No importa en qué momento te cansaste. Lo que importa es que siempre es importante y necesario recomenzar…..Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y lo más importante….Creer en ti mismo.
¿Sufriste mucho en este período?….Fue aprendizaje.
¿Lloraste mucho?…Fue limpieza del alma.
¿Sentiste rencor?…. Fue para aprender a perdonar.
¿Estuviste solo en algún momento?….Fue porque cerraste la puerta.
¿Te sientes solo?….Mira alrededor y encontrarás a mucha gente esperando tu sonrisa para acercarse más a ti.
Hoy es un excelente día para comenzar un nuevo proyecto de vida. Mira alto, sueña alto, anhela lo mejor de lo mejor, anhela todo lo bueno, que la vida nos trae lo que anhelamos.
Si pensamos pequeño, lo pequeño nos vendrá. Si pensamos firmemente en lo mejor, en positivo, y luchamos para alcanzarlo, va a venir a nuestra vida.
Arroja lo malo a la basura, limpia tu corazón y haz que estés listo para una nueva vida, para un nuevo amor, porque además somos la manifestación del amor.

El Arca de la Salvación

El arca de Noé tipifica de forma hermosa a Cristo, el Arca de nuestra salvación. El mundo que existía en tiempos de Noé pereció bajo el diluvio de muchas aguas. Las ondas, las olas de aquel diluvio son figuras de la ira venidera, en la que el que no tiene a Cristo está perdido, y la ira de Dios está sobre él (Juan 3:36). Solo si estamos en Cristo somos salvos de las aguas del juicio, porque las Escrituras dicen que "ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).
Resultado de imagen de El Arca de la SalvaciónCristo nos resguarda del juicio, del gran Trono Blanco. Las aguas de la muerte resultaron en algo bueno, pues ahora el Señor nos ha introducido a una esfera nueva donde permanecemos ante Dios, en un terreno completamente nuevo, el terreno de la resurrección. Esto también halla su expresión en el bautismo: el lavamiento del agua habla, por un lado, de la muerte, y por el otro, de la nueva vida en Cristo Jesús (Romanos 6:3-4; 1.ª Pedro 3:20-21). Nosotros fuimos sepultados con Él en la muerte por el bautismo, a fin de estar en una nueva posición y caminar en nueva vida.
Podemos observar algo similar en la vida de Moisés. Él fue "sepultado" en las aguas del río Nilo en una arquilla de juncos, y de esta forma fue salvado por medio de las aguas, porque fue quitado de las aguas de la muerte. La palabra traducida como arca -la de Noé- y arquilla -en la que fue puesto Moisés-, que aparece en Génesis 6 y en Éxodo 2, respectivamente, es la misma palabra hebrea. Observemos además los siguientes detalles de la descripción del arca del libro del Génesis y sus significados simbólicos: