domingo, 17 de julio de 2016

Las virtudes de la sangre de Cristo

Cuando la sangre fluyó de su costado, Cristo estaba dando su vida por los pecadores. Los cristianos tenemos en común el hecho de ser salvos por la preciosa sangre de Jesucristo.
       He aquí algunas de las virtudes de esa sangre derramada que borra nuestros pecados. Gracias a ello somos:
       –Perdonadostenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia (Efesios 1:7)
       –Lavadosnos lavó de nuestros pecados con su sangre (Apocalipsis 1:5)
       –Purificadosla sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7)                                           
       –JustificadosJustificados en su sangre, por él seremos salvos (Romanos 5:9)
       –Compradoscon tu sangre nos has redimido para Dios (Apocalipsis 5:9); habéis sido comprados por precio (1 Corintios 6:20)
       –Reconciliados con Diosmediante la sangre de su cruz (Colosenses 1:20); Hechos cercanos por la sangre de Cristo (Efesios 2:13)
       –Introducidos en la presencia de Diosteniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo (Hebreos 10:19)
       –Liberados de la esclavitud del diablofuisteis rescatados… con la sangre preciosa de Cristo (1 Pedro 1:18-19)
       –Santificados: es decir, puestos aparte para ser consagrados a Dios, por medio de la sangre en la cual fuimos santificados (Hebreos 10:29)

La fidelidad de Dios

Nuestro Padre celestial siempre es fiel a sus promesas.  Podemos estar seguros de esto porque las hizo fundamentado en su carácter inmutable (Hebreos  6.13, 14) y en su Hijo Jesucristo.
Muchas veces, a lo largo de los años, he sido beneficiario de la fidelidad de Dios a su Palabra. Por ejemplo, Romanos 10.13 dice: “Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Cuando tenía 12 años, creí en Jesús como mi Salvador. Pese a mi falta de conocimiento de lo que había en la Biblia, reconocí que era pecador. Después que confié en el Señor para el perdón de mis pecados, Él me salvó, como dice su Palabra.
A los 14 años, más o menos, comencé a pensar en mi futuro y a preguntarme qué dirección tomaría. Tomando como base las promesas de Dios, creí que Él me hablaría y me revelaría sus planes para mi vida (Salmos 16.11).

La homosexualidad: ¿Un pecado?

Se ha celebrado recientemente, tan solo hace unos días, "el día del orgullo gay" en Madrid, (España). Con tal motivo me parece adecuada esta publicación.
La homosexualidad ha sido un problema para la sociedad desde la antigüedad. Aunque a veces se niega su existencia o se esconde, este mal puede traer consecuencias graves para lo espiritual, principalmente para los que quieren acercarse a Dios y servirle. Para los que han sabido y han sufrido por causa de la homosexualidad va este escrito.
HomosexualidadEn primer lugar, la Biblia sí habla de la homosexualidad como un pecado (1 Corintios 6.9) y la condena (Romanos 1.26,27 y 32); aunque no se usa la palabra “homosexual”, sí se usan otros términos que lo designan. La palabra “homosexual” puede ser aplicada tanto a hombre como mujer, puesto que significa literalmente “del mismo sexo”, es decir que una persona homosexual es aquella que tiene intimidad sexual con otra persona del mismo sexo.
“Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. “…quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican” (Romanos 1.26,27,32).
Generalmente, el término homosexual y otros sinónimos se aplican fundamentalmente a individuos que “hacen el papel de mujer”. Esta designación está equivocada en el sentido de que la palabra misma se aplica tanto a uno como a otro sexo, es decir, un “homosexual” es una persona que sostiene, o tiene relaciones de carácter sexual con otra persona del mismo sexo. Por cada “homosexual” existe otro y otros más, con quienes éste ha tenido intimidad sexual, que también deben ser considerados homosexuales. En nuestra cultura se considera que un hombre “macho” es aquel que tiene relaciones sexuales con muchas mujeres y hasta con “homosexuales” (varones), y generalmente a éste se le considera muy “hombre” pero no un homosexual. En todo caso se le debería considerar "bisexual".
La homosexualidad es una desviación, una perversión, un extravío de lo normal y natural. Dios ha hecho dos sexos – varón y hembra – y ambos se complementan. El sexo no debe considerarse como algo sucio, malsano o pervertido, pues Dios es el Creador del mismo y Él estableció un propósito para cada persona (según su sexo) y para cada cosa una función. Cualquier desvío, abuso, o perversión de lo que Dios ha creado cae en la categoría de pecado, y el pecado únicamente conduce a la muerte. Este pecado tiene distintas maneras de manifestarse y de practicarse.

En busca de agua viva

Juan 5:1-18
En esta Puerta de las Ovejas se encontraban ciegos, cojos, tullidos, paralíticos que esperaban que unos Ángeles bajaran del cielo y removieran el agua del estanque próximo. Cuando se removía el agua, y algún enfermo se metía, sanaba en ese mismo instante. (versos 1-5) 
¿Cuánto tiempo llevas siendo un ciego, o cojo, o tullido? No puedes ver las maravillas que El Señor tiene para ti, no puedes tener un buen caminar en Cristo por los problemas del Mundo, o ni siquiera te puedes mover por ti mismo.
En esta escritura hay 3 enfermedades, y en la Biblia el Número 3 es figura de Resurrección. O sea que aun tienes tiempo de cambiar tu manera de vivir en Cristo y restaurar tu vida.
En esta Puerta, cuenta la escritura, que había un estanque con bastante agua que tenía cinco pórticos. En la Biblia, el Agua es figura de la Palabra, y el número cinco es figura de 5 Ministerios. "Por lo cual dice: Subiendo de lo alto, llevo cautiva a la cautividad, y dio dones a los hombres. Y el mismo constituyó, a unos apóstoles; a otros profetas, a otros evangelistas; a otros pastores y maestros." (Efesios: 4: 10-12).
O sea, que la gente busca una iglesia donde hay palabra revelada y que tenga 5 ministerios.
Versos 6-7. Hoy en día, el Señor te pregunta ¿quieres sanar (arrepentirte)? Hay dos clases de gente que son: primero los que ponen muchas excusas, porque no les queda tiempo para asistir a una iglesia, porque ir a la iglesia es muy aburrido, o porque nos cuesta levantarnos; estos son los perezosos (abinadab), y segundo, los que ven la bendición en la iglesia y llegan sin necesidad de que les lleven, como los enfermos de la Puerta de las Ovejas.