martes, 28 de agosto de 2012

Hoy… El Señor Aumentará Mis Días - Días Felices-Reflexión con vídeo

Hoy… El Señor Aumentará Mis Días
El temor del Señor aumentará los días; mas los años de los impíos serán acortados. Proverbios 10:27.
No hay duda alguna; el temor de Dios produce sanas costumbres que impiden la inmoralidad de la vida que proviene del pecado y del vicio. El sano reposo, fruto de la fe en el Señor Jesús, es una excelente ayuda y remedio para quien está enfermo. El médico se alegra de tener un enfermo cuyo espíritu está tranquilo.
Las preocupaciones matan, mas la confianza en Dios es medicina que cura. Según esto, tenemos los medios para llegar a una vida larga; y si los empleamos para nuestro bien, veremos una feliz vejez y llegaremos al sepulcro como gavillas de trigo en sazón. No nos creamos amenazados de muerte súbita porque nos duela un dedo; antes bien, confiemos en que Dios nos concederá largos días de vida para poder dedicarlos a su servicio. 
¿Y si fuéramos llamados pronto a un lugar más elevado? Aun así deberíamos regocijarnos de esta disposición, porque vivamos o muramos, somos del Señor. Si vivimos, Jesús estará con nosotros; y si morimos, estaremos con Jesús. La mejor manera de prolongar nuestra vida es vivir mientras vivamos, no malgastando el tiempo, sino dedicando cada hora a fines más elevados. Que así sea en el día de hoy.
Señor, Plenitud de vida recibo de tu mano y esa plenitud se multiplica en días llenos de tu bendición. Amén.
Días Felices
¿Te sientes bajo de ánimo?
¿El desánimo te está gobernando?
Después de mirar este video, sentirás que es un día feliz, no hoy, sino SIEMPRE.
Jesús te ama.
Oh día feliz (oh día feliz)

oh día feliz (oh día feliz)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Lavó mis pecados (oh día feliz)

Oh día feliz (oh día feliz)

Lalalalalalalalalalalalalala
Oh día feliz (oh día feliz)
Oh día feliz (oh día feliz)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Cuando mi Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Lavo mis pecados
Lalalalalalalalalalalalalalalala
El me enseñó como (oh el me enseñó como)
A mirar (a mirar, a mirar)
Luchar y orar (a luchar y orar)
Luchar y orar
El me enseñó como vivir gozoso, sí el lo hizo (y vivir gozoso)
Oh si cada día (cada día)
Cada día
Oh día feliz (oh día feliz)
Oh día feliz (oh día feliz)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó)
Mis pecados (oh día feliz)
Estoy hablando de estos días felices (oh día feliz)
El me enseñó como (oh si, como)
A mirar (a mirar)
Luchar y orar (cantémoslo, cantémoslo, cantémoslo)
Luchar y orar
Y a vivir (y vivir gozosos cada día)
Cantar como tú significa…
Oh día feliz (oh día feliz)
Estoy hablando de días felices (oh día feliz)
Vamos y hablemos de días felices (oh día feliz)
Oh días felices (oh día feliz)
Hablando del día feliz (oh día feliz)
Yo sé, estoy hablando de días felices (oh día feliz)
Cantémoslo, cantémoslo, cantémoslo (oh día feliz)
Oh día feliz!



El joven y el paracaídas - Reflexión

Un joven turista se encontraba en las playas de Cancún y era la primera vez que iba a subir en un paracaídas jalado por una lancha. Si conoces la playa, sabes que los lancheros prestan ese servicio, que consiste en que un paracaídas es amarrado por una cuerda a una lancha.
Entonces, la lancha inicia su recorrido mar adentro, con el turista sujeto al paracaídas con un arnés. Éste corre con el paracaídas en la playa por unos instantes, hasta el momento en que el turista despega los pies del suelo, el paracaídas se eleva hasta el cielo y la persona junto con él.
Imagínate, el joven no sabía nadar y tenía las siguientes preguntas en su cabeza: “¿Qué pasará si la lancha me arrastra mar adentro, antes de que me eleve el paracaídas? ¿Qué tal si una vez en el cielo, me caigo de semejante altura?”
A pesar del miedo, decidió actuar y confiar en la incertidumbre. Sabía que era una experiencia nueva y era natural tener miedo. Pero también sabía que la vida es eso, experiencias nuevas y que tenía que estar abierto ante la vida. Se puso el arnés. Escuchó con nerviosismo las últimas indicaciones del instructor. “Ruuuum”, se escuchó el sonido del motor de la lancha que iniciaba su recorrido en el mar.
El joven comenzó a caminar al principio y después a correr a medida que la velocidad aumentaba. Y llegó el momento en que tuvo que pegar un salto para evitar caer al mar “¡Guuaaauuu!” no lo podía creer, el paracaídas se elevó y en cuestión de segundos estaba a muchos metros de altura, viendo el mar y los hoteles de la ciudad como si fueran casas de juguete. Y sintió paz. “Qué emocionante, nunca me hubiera imaginado que sería tan fácil y divertido”, y disfrutó de la hermosa vista desde el cielo.
¿Qué podemos aprender de este joven? Es natural tener miedo ante lo desconocido. La imaginación crea mil y un fantasmas pero son sólo eso… ¡fantasmas! No existen en realidad y son auto-creados.
¿Cuántos de nosotros evitamos tener experiencias nuevas por temor a lo desconocido? Aún más fuerte, ¿cuántos miedos imaginarios has acumulado durante tu vida que te han evitado experimentar cosas nuevas y ser feliz?
“Muchos sin sabores he tenido en la vida, la mayoría de los cuales nunca me han ocurrido”.
Exacto. Si analizas tu vida a la luz del pasado, descubrirás que lo que más temes nunca pasó, y cuando sucedió resultó ser una experiencia única y placentera. Te invito a que busques dentro de ti aquello que has evitado hacer por mucho tiempo por culpa de esos fantasmas imaginarios, y lo hagas. ¿Y quién sabe? Quizás disfrutes de una hermosa vista del cielo como el joven de la playa.
Edgar Martínez, México
¿Qué es lo que más obstaculiza que alcancemos nuestras metas y sueños? ¿Será alguna conspiración de gente que nos odia o circunstancias que escapan totalmente a nuestra capacidad de superarlas? Bueno, tal vez en algún caso que otro esas puedan ser las razones. Pero es más probable que lo que nos detiene sea precisamente lo que el autor de este pensamiento plantea: ¡fantasmas inexistentes! Fantasmas de situaciones que tememos que “puedan” pasar y que probablemente nunca pasen… pero que al nunca atrevernos a lanzarnos a conquistar nuestros sueños, nunca llegaremos a saberlo. Tal vez, en nuestro caso, no tengamos que elevarnos en alguno de esos paracaídas de la narración… pero sí que podemos abrazar y avanzar en aquello que añora nuestro corazón. Adelante y que Dios les bendiga.

Pantalones Mojados - Reflexión - vídeo

El niño de 8 años entró en el salón de clase para hacer su examen final. Se encontraba muy nervioso por el examen y su angustia creció tanto que sin poderse controlar se orinó en sus pantalones. Miró hacia abajo y vio como las gotas caían suavemente al piso.
Para su sorpresa, al levantar la vista y ver a su profesora, ésta le llamó a su escritorio. ¿Cómo podría moverse sin dejar al descubierto su situación? La profesora, al notar que el niño estaba como paralizado y no iba hacia ella, lentamente, se acercó al pupitre del niño. ¡Oh no!, pensó él. ¿Qué hacer? Ahora seré avergonzado y mis compañeros se reirán de mí.
En ese momento una niña compañera de clase vino hacia él con una pecera, y al pasar frente a él tropezó y derramó el agua de la pecera sobre la ropa de él, mojándole totalmente…. La maestra, apresuradamente, tomó al niño y le llevó al baño para ayudarle a secar su ropa, mientras él internamente decía: Gracias Dios, Gracias Dios. Si hay un Dios en el cielo qué gran regalo me diste.
Para ocultar aún mas lo que vivió le gritó a la niña.. ¿“NO sabes por donde caminas?..Idiota”
En el tiempo de recreo ningún compañerito se quiso acercar a esta niña y ella estaba sola. Todos la miraban con menosprecio por haber mojado al compañero. Cuando terminó la clase, la niña iba caminando solita hacia su casa ya que ninguno quiso estar con ella, y el niño se acercó y le preguntó: ¿Realmente tropezaste? ¿Fue un accidente? Y ella le miró y le dijo:
No, yo vi lo que te pasó, vi que te orinaste y la profesora venía hacia ti, por eso corrí y tomé la pecera para hacer que me tropezaba… porque no quería que fueras avergonzado. Ahora el niño estaba más paralizado de lo que se sintió en clase.
No puedo olvidar cómo Dios también muchas veces ha derramado la pecera sobre mí para protegerme. También yo muchas veces me he orinado en los pantalones… pero Él, con amor y cariño, recreó una situación que no entendí en el momento….pero luego debí agradecerle por haberme mojado con la pecera de su amor.
Efesios 2:4-5
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecado, nos dio vida juntamente con Cristo.
1 Crónicas 16:34
Celebrad a Dios, porque es bueno; porque su misericordia es eterna.
Salmos 57:10
Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad.


Desatando El Cambio En Mi Vida - Crecimiento Personal-vídeo

”Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierden el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos.” Jesús.
El cambio es un tema que no acabará. Vivimos en un mundo de cambio; hoy se habla del fenómeno del niño en cómo ha afectado al clima en el mundo; recientemente en este lado del mundo vemos una nación en crisis afectada por un gran terremoto, pero y ¿qué pasa con los “fenómenos” o “terremotos” que estás viviendo como persona en tu hogar o en tu trabajo?. A diario llegan emails buscando consejos, buscando ayuda, quieren un cambio en su vida o quieren ver un cambio en las situaciones que atraviesan. Seguramente tú mismo estás pidiendo un cambio
¿Cuáles son esos cambios que siempre has querido que sucedan en tu vida? Estoy seguro de que la mayoría de nosotros tiene ese deseo de cambiar, cambiar su situación financiera, cambio de carreras o de trabajo, cambio de relaciones, hábitos o incluso cambiar el CD de los malos pensamientos, de la baja autoestima, de la inseguridad y de la desconfianza que hay en su vida. Todos tenemos ese deseo de cambio y quienes creen que pueden hacerlo solos, están frustrados porque no lo logran. Creo que el cambio viene de Dios y es Él quien produce e inicia el cambio.
“Nadie se baña dos veces en el mismo río.” Heráclito
Pregúntate a ti mismo, ¿Estoy preparado para los cambios que vendrán?
Muchos quieren cambios pero no se preparan, piensan que si Dios les quiere cambiar, Él lo puede hacer. Claro que Él lo puede hacer, pero no lo hace porque es una elección que a ti te toca y es tu responsabilidad asumirlo. El produce el querer como el hacer, y esto me dice que debo hacer algo al respecto, es decir, que yo tengo mi parte en el cambio. Y antes de hacer algo tenemos que prepararnos.
Quiero dejar contigo una lista bien sencilla de verificación antes de ir a la batalla de esos cambios.
1. Conocer tu razón. ¿Qué es lo que te lleva a ese cambio?
La mayoría de nosotros queremos algo, pero realmente desconocemos por qué lo queremos. Te lo ilustro de la siguiente forma: La mayoría pensamos que queremos una casa, pero lo que realmente buscamos es “la comodidad”, y hay otros que buscan “la seguridad”. Cuando consigues una razón poderosa ten por seguro que el cambio llega.
Otro ejemplo es el siguiente: algunas personas quieren renunciar a su trabajo para iniciar su propio negocio. Ese negocio, a su vez, le dará lo que andan buscando que es libertad de tiempo y dinero para pasarlo bien con su familia y amigos. Esto es lo que ellos llaman “felicidad” y algunos le llaman “paz”.
Lo que te lleva a un cambio en el matrimonio es la necesidad de sentirte amada, valorada y protegida, como también la necesidad de sentirte respetado, honrado y admirado.
Tómate tiempo para reflexionar, no sólo pensar. Tú debes sentir lo que quieres ¿Qué quieres sentir? ¿Cuál es la sensación de estar allí? ¿Cómo está tu cuerpo ante la posibilidad de ese cambio? ¿Qué emociones se disparan ante ese inminente cambio que buscas?
2. Crear la intención de ganar ¿Quieres ese cambio?
Crear es un verbo que me encanta. Dios es creador y nos creó a su imagen y semejanza. Nos dio la capacidad de crear y no de destruir. Dios no quiere la destrucción. Él no anda buscando la destrucción de hogares o negocios. Él no te creó para el fracaso. Su intención es que ganemos en todas las áreas de la vida. Antes de comenzar un cambio debes preguntarte: 
¿Quiero yo realmente esos cambios?
Antes de hacer algo acerca de las cosas que quieres en la vida pregúntate si realmente las quieres. Antes de entrar en cualquier relación, cualquier empresa de negocio, o en cualquier batalla de la vida, asegúrate de realmente quererlo. No lo hagas porque otra persona lo quiera. Hazlo por ti. 
Sin una intención clara en lo que hacemos será más difícil poner nuestro corazón en ello.
Si es realmente lo que quieres entonces debes tener al menos la intención de cumplirlo. Recuerda que antes de entrar en cualquier batalla debemos saber que tenemos que ganar y la meta es ganar y ganar. No hagas las cosas sólo por el hecho de hacerlas. Lo que hagas hazlo para ganar. Dios no patrocina fracasos.
3. Soltar lo que lo detiene. ¿Qué te detiene?
Hay muchas cosas tratando de impedir que ocurran los cambios; necesitas despojarte de todo peso. Lo que te detenga tienes que dejarlo ir. Por ejemplo, si queremos perder unas kilos de más que cogimos en el mes de diciembre lo que necesitamos es soltar la pereza, los malos hábitos alimenticios y hacer ejercicio.
Mi mayor enemigo soy yo, no son las personas que me rodean, no es el diablo. A veces dormimos con el enemigo (malos hábitos, paradigmas, creencias o experiencias del pasado, actitud negativa, dudas e incredulidad, miedos, temores, religiosidad,…). Necesitas identificar lo que te detiene y te está robando fuerzas y, como dice el apóstol Pablo, despójate de tu vieja manera de vivir. Recuerda que está en tus manos dejar ir lo que te está deteniendo.
“Tus sueños deben ser más poderosos que tus temores” Pedro Sifontes
No puedes pretender alcanzar tus sueños, viviendo acompañado de temores. No puedes cambiar cuando te resistes al cambio. Si deseas cambiar y ser otra persona lo viejo tiene que irse, tienes que soltarlo, tienes que empezar a vestirte como la nueva persona que quieres ser.
Hoy es un buen día para comenzar a desatar el cambio en tu vida. Espero que esta reflexión te ayude a elevarte y te remonte en las alturas.

La Roca - Reflexión

Durante un naufragio, en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.
Cuando al fin pudo ser rescatado un amigo suyo le preguntó:
–¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío?.
–Sí –contestó el náufrago–, la verdad es que temblaba mucho; pero… ¡la roca no!…Y esto fue lo que me salvó.
Salmos 18:2
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en Él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Salmos 31:3
Porque Tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
Salmos 61:2
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo,
Salmos 71:3
Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque Tú eres mi roca y mi fortaleza.

Refúgiate en Él…
En medio de la tormenta, Él quiere ser tu refugio, quiere alimentarte, confortarte. Ven a reposar en Él hoy.
Salmo 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Salmos 62:7
En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, están en Dios.
Salmos 14:6
Del consejo del afligido os burlaríais, pero el SEÑOR es su refugio.
Salmos 31:4
Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; porque Tú eres mi refugio.
Salmos 32:6
Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a Él.
Salmos 59:16
Pero yo cantaré de tu poder; sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia; porque Tú has sido mi baluarte, y un refugio en el día de mi angustia.