domingo, 25 de septiembre de 2016

Pruebas de fuego

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas… Santiago 1;2.
Resultado de imagen de Pruebas de fuegoEl fuego es uno de los peores enemigos de los árboles, pero también es útil. Los incendios pequeños y frecuentes limpian el terreno forestal de hojas y ramas secas sin destruir los árboles. Dejan cenizas, que son perfectas para que las semillas germinen. Sorprende que los incendios pequeños sean necesarios para el crecimiento de los árboles.
Asimismo, las pruebas, que la Biblia describe como fuego, son necesarias para nuestra salud y crecimiento espiritual (1 Pedro 1:7; 4:12). Santiago escribió: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna (Santiago 1:2-4).
Es en las pruebas donde suelen cumplirse los propósitos de Dios, porque son buenas para madurar espiritualmente. Este crecimiento no solo nos prepara para la vida, también nos permite reflejar más nítidamente a Jesús ante un mundo que lo necesita con desesperación.
En las manos de nuestro Padre, las pruebas pueden lograr sus propósitos para nuestro beneficio y para su honra. Pueden conformarnos a la imagen de su Hijo.

Padre, enséñame a confiar en tu fuerza para soportar las dificultades.

Fe es ver a Dios en la oscuridad y en la luz.

10 Conceptos Transferibles - Concepto 5

Cómo puede usted ser un testigo fructífero
Resultado de imagen de testigo fructífero de dios¿Cuál es el momento más importante de su vida? Si es cristiano, es el momento en que aceptó a Jesús en su corazón como Señor y Salvador. "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia."  Juan 10;10 ¿Qué es lo más importante que usted haría por alguien? Es darle la oportunidad de aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador, y que pueda experimentar una vida abundante al igual yo. 
Dios le ha dado el mandamiento y la habilidad de decirles a otros sobre Jesucristo por medio del Espíritu Santo.
Jesús le dijo a sus discípulos (nosotros): Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19-20). Podemos hacer discípulos de otros cuando somos testigos de Dios, cuando les decimos sobre Jesucristo y lo que ha hecho por nosotros. Para poder ser testigos eficaces, antes que nada, usted debe estar seguro de su propia salvación por medio de la fe en Jesús y estar lleno del Espíritu Santo. Siempre hay que confesar cada pecado que hemos cometido a Dios, hay que arrepentirnos y pedirle perdón; y hay que estar preparados para compartir nuestra fe. Hay que pedirle a Dios que nos dé oportunidades para hablarle a otros acerca de Jesús. "El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Timoteo 2:4), así que puede ir con el poder del Espíritu Santo y decirle a otros sobre la salvación, disponible al creer en Jesucristo.
“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8)
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Romanos 10:14)
“Y nos mandó que predicáramos al pueblo y testificáramos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.” (Hechos 10:42)
“Que prediques la palabra y que instes a tiempo y fuera de tiempo. Redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” (2 Timoteo 4:2)

La doble vida del creyente

Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.
(1 Corintios 10.12 NVI)
Después de todo lo que he tenido que afrontar en la vida, si de algo puedo estar segura es de que Dios me ama. Me puede faltar hasta el aire que respiro, pero sentirlo a mi lado, tanto en los momentos de tormenta como en los de paz absoluta, me hace sentir a salvo.
Cuando las fuerzas me abandonan y me siento desfallecer, Él sale a mi rescate para recordarme que soy valiosa y que, aunque mis lágrimas no me permitan ver con claridad mi presente, si cierro los ojos y le permito tomar el control, podré ver el futuro que me espera a su lado.
Resultado de imagen de La doble vida del creyenteMe considero una cristiana radical en mis convicciones y principios. No soy una persona en extremo religiosa, lo que hablo, escribo y vivo a diario, es el resultado de mi relación personal con mi Salvador. Creo en Él, y no es porque me hayan lavado el cerebro o me hubieran expuesto a electrochoques para lograr manipularme de forma que afirme que mi corazón le pertenece y mi voluntad es la suya; no, simplemente lo hago porque quiero que vea en mí una fuente de orgullo y felicidad.
Soy consciente de que en la carrera absurda de la vida tendré que afrontar muchas más pruebas; pero entre más firme creo que estoy, más oposición encuentro. Sirvo en mi iglesia, escribo para dos portales cristianos, estudio la Biblia a diario, soy estudiante de teología, escucho música de alabanza el 95% de mi tiempo, Dios es mi prioridad número uno y, aunque mi fe es probada, sonrío ante mi familia, mis amigos y conocidos de la iglesia, por temor a ser señalada, juzgada o lo que es peor, anulada por el qué dirán.

Al Despertar

¡Despierta!
Contempla el amor tan grande de Dios para tu vida, su sacrificio por ti.
Cuando Él moría, tú recibías vida. Te hizo renacer con su sangre vertida.
¡Despierta, date cuenta de lo grande de su amor!
Me detuve a pensar en lo inmenso de su amor
que sin merecerlo Él por mí fue crucificado
En un sueño pude ver su cuerpo languidecer
Sus labios quejándose de dolor, atormentado

Y contemplé, cuando al calvario iba Él
Y pude ver la multitud siguiéndole, la cruz no podía sostener
Cuando Él moría yo recibía vida y así me dio el perdón
Me hizo renacer con su sangre de vida
Y yo vivo por su amor

En mi sueño yo observé soldados golpeándole
Muchos acusándole, sus amigos le dejaron
Sus manos le vi clavar, sentí ganas de llorar
Su cuerpo lacerado fue por llevar nuestros pecados

Y al despertar, no me podía contener
Porque fue allí que me habló por primera vez
Llanto no pude contener. Cuando Él moría yo recibía vida,
Y así me dio el perdón, me hizo renacer con su sangre vertida
Y yo vivo por su amor.

Y al despertar no me podía contener
Porque fue allí que me habló por primera vez
Llanto no pude contener. Cuando Él moría yo recibía vida,
Y así me dio su perdón, me hizo renacer con su sangre vertida
Y yo vivo por su amor, yo vivo.

Ricardo Montaner – Al Despertar