jueves, 15 de agosto de 2013

¿Has pensado en volverte atrás? - Devocional aliento - Vídeo

Es triste cuando después de haber conocido el amor incomparable de Dios, decidimos regresar a ese pozo cenagoso.

A veces se nos olvida que somos peregrinos en este mundo, que nuestra ciudadanía no es terrenal sino celestial. (Filipenses 3:20). Se supone que cuando permitimos que Jesús entrara en nuestro corazón, renunciamos a nuestra vieja manera de vivir, comenzando así un proceso que durará hasta que Cristo venga o hasta el día que partamos de este mundo.
Pero, lamentablemente, en muchas ocasiones después de haber abandonado el mundo, seguimos viendo de reojo lo que allí sucede y deseando en ocasiones ser parte de él.
Cuando Dios advirtió a Lot de que iba a destruir Sodoma y Gomorra, le dio instrucciones especificas de NO VOLVER A VER HACIA ATRÁS, de escapar por su vida. De todos es conocido que la esposa de Lot echó un vistazo a lo que estaba dejando y se convirtió instantáneamente en una estatua de sal: “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.” Génesis 19:26 (Reina-Valera 1960).
Cuando Dios nos saca de un lugar de perdición, lo menos que Él quiere es que volvamos a mirar hacia atrás o que deseemos lo que allí hacíamos o, peor aún, que amemos lo que antes hacíamos o teníamos.
El pueblo de Israel también fue castigado por Dios por recriminar que estaban mejor en Egipto, olvidando que allí eran esclavos y eran maltratados, pero parece ser que cuando nos sentimos un poco cómodos, somos capaces de reclamar a Dios cosas que no deberíamos en derecho reclamar. Su amor por su vida anterior en Egipto y sus desobediencias y falta de fe, les llevaron a vagar durante cuarenta años en el desierto, antes de llegar a la tierra prometida. (Números 14:33)

El progreso de un país - ¡La Luz de las Naciones! - Devocionales, Reflexión

Estamos acostumbrados a oír todos los días las situaciones tristes que acontecen en el mundo, violencia, asesinatos, persecuciones, dolor, angustia.... Son muchas las noticias de este tipo que abundan en los diferentes medios de comunicación y que forman parte de algunas de nuestras conversaciones diarias.
luz a las nacionesA veces se escuchan cosas como: “la razón de que ese joven ande de mala manera, con malos hábitos, es culpa de sus padres!”, otras veces se culpa a la sociedad: “es que la sociedad hace que estos niños anden en malos pasos porque en la televisión y en internet hay mucha violencia”, y otras veces se escucha: “es culpa del gobierno, que no tiene mano dura sobre esos chicos”. 
Todas estas cosas tienen un punto de verdad, todo esto es cierto, sin embargo ¿de qué sirve la disciplina y la corrección en corazones absorbidos por las tinieblas? ¿Qué hace que una persona cambie?, ¿cuál es la raíz de la maldad en las personas?,
Después de que conocemos a Dios procuramos caminar en una vida de rectitud y justicia, como al Señor le agrada, y por otro lado la Biblia nos enseña cómo el hombre separado de Dios casi siempre busca hacer lo malo, casi siempre obra con una segunda intención; al no conocer de Dios no tiene temor alguno hacia Él, por lo que se convierte en blanco fácil para ser usado por Satanás como instrumento para matar, robar y destruir. Es triste que discutamos tanto por asuntos sociales y humanos, cuando la raíz de la maldad en el mundo ocurre por la ausencia de Jesucristo en el corazón de las personas.
Entonces, ¿qué hace falta, aparte de buenos dirigentes nacionales, para controlar los hechos que nos amenazan a diario?: valores cristianos, principios morales... ¿Y de quién es el compromiso?, ¿quienes fueron llamados para esto?: nosotros los cristianos. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Hechos 1:8 Versión Reina Valera 1960. Esa es nuestra gran comisión, nuestro encargo, esa es nuestra labor.
Parece que este versículo lo olvidamos en algunas ocasiones, ya que a diario se escuchan muchas quejas sobre los acontecimientos actuales, oímos que se pierde el respeto y la fe en las personas. Por esto deseamos y oramos por un cambio, esperamos que Dios toque el corazón de las personas y se conviertan pero, ¿cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Romanos 10:14 Versión Reina Valera 1960La transformación de las personas no depende de la circunstancias, ni de algún sistema social, filosófico, humano o civil, no; el cambio espiritual ocurre al escuchar el mensaje del Evangelio y al aceptarlo para salvación, pero ¿cómo habrá transformaciones espirituales si no salimos a trabajar para Cristo?, ¿cómo podrán conocer de Dios aquellos que andan bajo las sombras del mal si nos quedamos en casa, o preferimos atender nuestra rutina personal en vez de cumplir con nuestra Gran Comisión?

De Padre a hijo - Devocional - Vídeo


“El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.”
Salmos 32:8 (Nueva Versión Internacional)
Un padre se siente orgulloso una vez que termina su tarea de instructor de su hijo, cuando éste deja su casa. No obstante, sabemos que los padres siguen enseñando a sus hijos aunque éstos hayan madurado. En este proceso de instrucción y enseñanza, el padre se encarga de dar la instrucción necesaria a su hijo para que prospere en toda área de su vida, haciéndole saber desde pequeño lo que le conviene y lo que no, mostrándole qué caminos le llevarán a conseguir sus metas y advirtiéndole de las veredas que pueden truncar su vida. Y cuando el hijo, ya maduro, tiene una buena vida, su padre se goza porque la instrucción que le dio ha dado fruto.
De la misma manera, nuestro Dios nos ofrece Su instrucción en este versículo. Dándonos consejos y mostrándonos el camino a seguir, con la certeza de que Él vela por nosotros para guardarnos de peligros y avisarnos si debemos cambiar el rumbo. ¿Qué mejor instructor se puede pedir sino a Dios mismo?, ¿Aquél que posee toda la sabiduría, que es dueño del conocimiento, cuya paciencia para enseñar es inagotable, y que nos instruirá con amor y verdad?.
Muchos creyentes no se atreven a pedirle instrucciones específicas a Dios para Sus vidas, ni buscan en Su palabra lo que Él ha dicho respecto a algún asunto, por temor a ser juzgados o reprendidos por su ignorancia, mientras que Dios no es así. Él no es como los hombres, Él es paciente e instruye con amor.
Dios tiene los mejores consejos, dispón tu corazón para crecer a Su lado. Él es el mejor Instructor y le ha enseñado todo a la creación. Cuando Él te guíe por algún camino, tómalo. Él sabe por qué te lo dice. No olvides que Él es tu Padre, y quiere gozarse contigo por el buen fruto que darás. Vive en la instrucción de tu Padre, y así dirán:

De tal Padre tal hijo.

¿A quién pertenece el obsequio? - Ánimo en mensaje

Cuenta la tradición que en el Oriente había un gran samurai, dedicado a enseñar a los jóvenes, quien a  pesar de su avanzada edad, era todavía capaz de derrotar a cualquier adversario.

de quien es eseCierta tarde, un guerrero joven, conocido por su arrogancia, apareció por el lugar. Su estrategia era la provocación, esto es, esperar a que su adversario hiciera el primer movimiento y, en base a sus errores, contraatacar velozmente. Según se conocía, jamás había perdido un combate.

Conociendo la popularidad del viejo samurai, el joven guerrero fue a buscarle a la plaza central del pueblo, para desafiarle, derrotarle y por consiguiente, aumentar su fama.
Una vez que estuvieron frente a frente, el joven luchador comenzó a provocar al anciano: le escupió en la cara, le vejó, y le insultó de mil maneras. Todo ello durante horas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose cansado y humillado, el joven e impetuoso guerrero se retiró.

¡Es hora de interceder! - Devocionales, Meditaciones, Oración, Reflexión - Vídeo

interceder
Uno de nuestros compromisos como hijos de Dios, es ayudar a nuestro prójimo, no solamente de manera emocional y económica, sino también interceder por él delante de la presencia de nuestro Dios.
Observar el mar no es lo mismo que estar en él. Cada persona vive una situación diferente y, por muy fácil o difícil que parezca, no la entenderemos hasta que la estemos viviendo. No todos tenemos la misma fortaleza, la misma fe, la misma confianza en Dios, y por esto, nuestro trabajo, además de dar una palabra de aliento, es orar por las circunstancias y las peticiones de nuestros hermanos; entenderemos a los demás cuando hayamos pasado por una situación similar y Dios haya cambiado nuestro corazón de tal manera, que dejemos de pensar solamente en nosotros para pensar también en  los demás.
 Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. Ezequiel 22:30  (Reina-Valera 1960).
Este pasaje nos muestra, cómo Dios buscaba quien intercediera por su pueblo y tristemente, no encontró a nadie que lo hiciera; pero por otra parte, afortunadamente ese no es nuestro caso; Dios ha puesto su mirada en cada uno de nosotros, para que clamemos delante de Él por las demás personas, se deleita cada vez que dejamos nuestras peticiones de lado, para pedirle que ayude a alguien más, porque cuando hacemos eso Dios se encarga de las nuestras, Él más que nadie las conoce. Tenemos que ocuparnos de las cosas de Dios y Él responderá nuestras oraciones.