martes, 3 de marzo de 2015

Interpelado por Dios

Si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia… entonces entenderás el temor del Señor, y hallarás el conocimiento de Dios. Proverbios 2:1-5
Inline image 1¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases?
Job 38:4-6
Una noche de enero del año 1992, después de haber trabajado mucho para probar que la Biblia era falsa, empecé a descubrir la clave de mi nueva vida… ¿Y si este Universo hubiese sido creado por el Dios de la Biblia?

Al fin abrí esa Biblia que mi abuela me había dado hacía tiempo, y que yo había dejado en el fondo de un baúl. Inicialmente, estaba muy decidido a encontrar errores en ella, y como encontrase uno solo echaría ese libro al fuego, tal como había hecho con diversos libros de magia, esoterismo y otras cosas por el estilo.

Pero no encontré ningún error, por el contrario, hallé la gloria de Dios y las respuestas a todas las preguntas que me acosaban. Entonces descubrí el vacío que me embargaba: ¿cuál era mi ciencia?, ¿cuál era mi fe? Y ahora, ¿cómo conciliar mis conocimientos con las revelaciones que veía en la Biblia?

Cuando empecé mis estudios superiores, pensé que tan pronto obtuviese el título tendría un conocimiento universal. ¡Qué decepción! ¡En vez de respuestas, en realidad tenía aún más preguntas! Convencido de mi ignorancia, tuve que reconocer definitivamente, que sin la revelación divina no podría saber quién había creado todo este Universo….
(Dios,) quien nos salvó y llamó con llamamiento santo. 2 Timoteo 1:9
Dios redimirá su alma… y su vida se verá en luz. Job 33:28

La verdad ya te ha hecho libre

“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
Juan 8:31
Imagina a alguien que se encuentra en un calabozo y, después de años de haber estado ahí, se da cuenta que el que le metió en ese lugar le mintió; y además, esa puerta siempre ha estado abierta. Solo habría tenido que empujar la puerta y salir libremente, pero hoy a su vida ya le quedan pocos años. Creyó las mentiras del que le metió ahí, y la ley que le había condenado a ese lugar ya había sido desechada hace muchísimos años.
Eso es lo que pasa con aquel que cree las mentiras de la maldad, aquél que piensa que el enemigo aún tiene potestad sobre él; a pesar de que hace más de 2000 años ese dominio que imperó en un tiempo sobre la creación de Dios, fue abolido y hecho añicos con la sangre de Cristo.
Cristo y solo Él, abolió toda esclavitud, dio vida eterna para todo aquel que crea en su nombre para salvación, pagó el precio de nuestra paz, cargó nuestros pecados y por su llaga fuimos sanados (Isaías 53.5). Él ya lo hizo todo, pero la mentira se ha infiltrado en los corazones de los hombres, haciéndoles pensar que debe de orar a otro que no sea el Hijo de Dios para encontrar salvación, perdón, salud y paz.
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Hechos 4:12
Aquél que ha anhelado dejar de beber tantos años, solo necesita abrir la puerta buscando salvación en Cristo Jesús, y Él le sacará de su prisión, pues al conocer la verdad de que Jesús ya pagó el precio de su libertad, él será libre. Aquél, cuya vida es robada con cada bocanada de cigarro, solamente debe de quitar la venda de sus ojos y ver que la verdad ya le hizo libre. Aquél cuyo corazón ha sido quebrantado por el dolor de una vida de ausencia de Dios, solamente debe clamar al Hijo de Dios por salvación, y Él le sanará.

Los escalones que sean necesarios para llegar

La vida se compone de momentos, buenos y malos, siendo imposible mantenerse solo en unos. La gran mayoría quisiéramos que siempre fueran buenos, pero siendo realistas no existe una vida sin dificultades, como tampoco una sin cosas buenas, afortunadamente.
Podemos ver la vida como una escalera en la que los escalones se construyen diariamente. Por cada logro es uno que subes, por cada prueba otro que construyes; todos los procesos de la vida son buenos, solo que no todas las cosas que nos pasan pueden disfrutarse desde que comienzan, es decir, cada situación tiene algo que nos hace bien, pero a veces llegan en forma agradable y clara, y otras más... digamos que de una manera un tanto envuelta que hay que descubrir poco a poco, y donde el proceso a veces tarda y llega a ser difícil.
Cuando nos toca estar en la cima de un logro, o sea, pisando sobre el escalón, todo nos va muy bien, parece que la vida nos sonríe, que todo tiene sentido y encaja a la perfección; pero llega el momento de subir un poco más, y todo se ve complicado y difícil, como si de repente tuviéramos una racha negativa en la que nada es comprensible, en la que buscas salidas y no las hay, en la que te preguntas a dónde se han ido las cosas buenas y qué es lo que está sucediendo; pues bien, la respuesta es que quedaron en el escalón de abajo mientras sigues construyendo el que te lleva más alto.

¡Disfrute la espera!

En 2 Tesalonicenses 3:5, Pablo ora por sus lectores para que se den cuenta de que Dios deseaba labrar en ellos varios rasgos del carácter importantes. Una de esas cualidades es la paciencia. La paciencia no solo es la capacidad para esperar; es además, cómo se actúa mientras se espera. Necesitamos aprender a esperar con una buena actitud.
Esperar es un hecho de la vida. Vamos a esperar siempre no importa lo que hagamos. Realmente, pasamos más tiempo esperando que recibiendo. Y nuestras actitudes y acciones durante la espera determinan si disfrutamos o no el viaje y también, la amplitud de la espera.
Hay una buena razón por la que necesitamos ser pacientes. Debemos tratar con las actitudes que nos estorban, como ser celosos de otros que ya tienen lo que estamos esperando; tener regularmente nuestros propios "festines de lástima"; andar en una montaña rusa emocional; dar a luz a "Ismaeles" en nuestra propia fuerza (vea Génesis 12-16), y exhibir otras clases de malas actitudes. Estas maneras de pensar y sentir deben ser erradicadas de nosotros, ¡y ellas son precisamente la razón por la que debemos esperar! La preparación es un proceso que requiere tiempo, y cualquier longitud de tiempo requiere una espera.
Aún cuando estemos más maduros y listos para algo de lo mejor de Dios para nosotros, es posible que tengamos que esperar que Dios trate con las otras personas que participarán.
La obra de Dios siempre es intrincada y polifacética. Usted estará mucho mejor si deja que Dios obre. Permita que Dios sea Dios en su vida, y aprenda a tener paciencia mientras Él erradica de usted las actitudes poco saludables. Si lo hace, ¡disfrutará mucho más su espera!

7 Textos Bíblicos Antes De Tomar Decisiones Difíciles

¿No sería grandioso si hubiera una gran parte espiritual que influyera en nosotros a la hora de tomar la decisión correcta? Podemos postergarla el mayor tiempo posible, pero con el tiempo llegará el momento en que la decisión tiene que ser hecha. Las decisiones son difíciles debido a las consecuencias que pueden tener. ¿Qué versículos de la Biblia pueden ayudar en el momento de tomar decisiones difíciles?

Oremos por la sabiduría de Dios

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5).
Siempre debemos empezar pidiendo sabiduría a Dios. La sabiduría que viene del mundo trae una paz temporal seguida por más frustración. En cambio, la sabiduría de Dios trae paz verdadera y vida, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Cuando oramos con fe, creyendo que Dios nos da sabiduría para tomar la mejor decisión, Él responde y nos da más de lo que necesitamos.

Buscar en las escrituras de Dios

“Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, alumbra los ojos.”(Salmo 19:8).
Antes de tomar decisiones difíciles, es importante escudriñar las Escrituras que hablan de nuestra situación. Es maravilloso y alegre el momento de descubrir una Escritura específica que habla de nuestra situación. La memorización de esta escritura es más sencilla porque está viva y respira en nosotros su palabra, y de esta manera la manifestación de su presencia estará con nosotros.

Guarda silencio ante Dios

“Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.”(Salmo 37:7).
A veces, cuando somos presionados para tomar decisiones difíciles, se puede presentar la tentación por obrar rápidamente en lugar de esperar en Dios. Sí, de acuerdo, al esperar en Dios vamos a tener períodos de tiempo en los que parece que no está pasando nada, sin embargo, en el Espíritu del Señor está presente nuestro nombre y petición. Se trata de un momento de reflexión en silencio y meditación de gratitud por la bondad del Señor.

Busca el consejo de personas piadosas

”El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado.” (Proverbios 13:20).
Todo el mundo puede tener una opinión sobre cual es la mejor decisión para ti. Sin embargo, es importante descartar las voces ajenas, pero oír a los que andan cerca de Dios. Ore y pídale al Señor que le revele a sus siervos para ti. Reconocerás el Espíritu de Dios en ellos, ya que su consejo se apoya en gran medida, en las verdades de la palabra de Dios sin temor, ansiedad, o presunción.