La oxitocina, llamada informalmente por algunos como la “molécula del amor”, es una hormona relacionada estrechamente con los patrones sexuales, con la conducta maternal y los afectos paternales. Pero también está muy relacionada con situaciones cotidianas como la elección de amistades, tomar decisiones, nivel de alegría en algunas situaciones, etc.
Esta pequeña molécula actúa en fracción de segundos. Primeramente, es sintetizada por células nerviosas en el núcleo del hipotálamo, en nuestro cerebro, de donde es transportada por su proteína, a lo largo de las fibras nerviosas y luego por todo el torrente sanguíneo, actuando como un suero que causa una sensación de comodidad y agrado en todo el organismo.
Por ejemplo: Supongamos que un empleador ofrece un trabajo en el que hay dos formas de remuneración; una de ellas consiste en el pago inmediato de 100.000 dólares por un contrato de 20 meses, la segunda en un pago de 2 dólares multiplicados cada mes por el mismo lapso de tiempo.
¿Cuál parece más atractiva al cerebro?…
La primera opción parece la más adecuada, pero si aceptamos la segunda, en el primer mes recibiríamos un salario líquido de 2 dólares, en el segundo 4, en el tercero 8, el cuarto 16 y así sucesivamente hasta que llegamos al final del contrato (20 meses) recibiendo 1.048.576 dólares.
Aunque la segunda opción parecía la menos atractiva, al final llegó a ser la más conveniente.