jueves, 12 de julio de 2012

Sembraré para El Espíritu-vídeo

El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:8.
Alguien pensará que sembrar es una ocupación vana porque depositamos buen trigo en la tierra y ya no lo vemos más. Sembrar para el Espíritu puede también parecer una quimera, un sueño, porque nos negamos a nosotros mismos y en apariencia nada recibimos.
Mas si sembramos para el Espíritu procurando vivir para Dios, obedeciendo su voluntad y esforzándonos en fomentar su gloria, nuestra siembra no será infecunda. La vida será nuestra recompensa: la vida eterna. Ahora bien, esta vida la poseemos tan pronto como comenzamos a conocer a Dios, entramos en comunión con Él, y nos gozamos con Él. Esta vida sigue su curso como un río que va ensanchándose y profundizando hasta llevarnos al océano de la felicidad infinita, donde la vida de Dios nos pertenece para siempre. 
No sembremos hoy para nuestra carne porque la siega será corrupción, ya que la carne siempre tiende a eso; por el contrario, inclinándonos nosotros mismos hacia la santidad, vivamos para fines más elevados, más puros y espirituales, buscando la gloria de nuestro Dios por la obediencia a su Espíritu de gracia.
Qué siega tan admirable será la siega de la vida eterna! ¡Qué gavillas de bendición eterna recogeremos! ¡Qué día de fiesta el día de tan hermosa siega! Si todo lo que se siembra se cosecha, entonces hoy quiero sembrar para las cosas del Espíritu sabiendo que eso producirá fruto espiritual.
¡Señor, concédenos por amor de tu Hijo, que seamos del número de estos afortunados segadores! Amén.


Caminaré como un hijo de Dios-Seré un Imitador de Dios como un Hijo Amado.

Caminaré como un hijo de Dios
“Mirad, cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es.” I Juan 3:1,2
Hoy quiero percibir en mi espíritu la manera como el Padre me ha amado. Hoy quiero considerar en su presencia quién era yo y entender en mi corazón como el Padre me adoptó. Qué gran privilegio que la Biblia dice que soy un hijo de Dios. ¡Qué relación tan alta ésta, de ser un hijo, y qué privilegios esto trae! ¡Qué cuidado y ternura el hijo espera de su padre, y qué amor el padre siente hacia el hijo!.
En lo que concierne a la desventaja temporal de sufrir con el hermano mayor, hoy acepto eso como un honor: “Porque el mundo no nos conoce porque tampoco lo conoció a Él”. Hoy estoy contento al ser un desconocido por el mundo, porque se que a Él tampoco lo conoció.
Amados, ahora somos nosotros los hijos de Dios. ” ¡Qué fácil es leer, pero no es tan fácil sentir! ¿ Cómo está tu corazón esta mañana? ¿Está usted en las profundidades del suelo? ¿Sube la corrupción dentro de su espíritu, y la gracia parece como una chispa pobre pisoteada debajo del pie? ¿Casi fracasa su fe en usted?
Con todas estas cosas contra nosotros, en las mismas profundidades de nuestro duelo, adondequiera que nosotros podamos estar – - ahora, en el valle o sobre la montaña. “Amados, ahora somos nosotros los hijos de Dios”.
Ah, pero, “usted dice: Pero, ¿cómo puedo yo ser hijo de Dios si todavía no tengo mi vida totalmente ordenada, mis gracias no son tan nítidas; mi honradez no brilla con la gloria evidente?”. Escuche entonces lo que dice el próximo versículo: Aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es.
El Espíritu Santo purificará nuestras mentes, y el poder divino refinará nuestros cuerpos, entonces nosotros lo veremos como Él tal es y seremos como Él es.
Padre, Gracias por llamarme y hacerme tu hijo. Cuando no conocía la verdadera dimensión de un amor de Padre tu me amaste. Hoy soy un hijo de Dios, no porque lo digo yo, sino porque tu palabra lo dice. Amén.

Seré un imitador de Dios como un hijo amado
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.  Y andad en amor, como también Cristo nos amó” Efesios 5:1,2.
Yo pienso  frecuentemente que nosotros somos como el pobre muchacho que se sentaba a lo largo del camino jugando en el lodo.  El  Rey de la tierra vino por allí y preguntó al muchacho qué hacia él tan lejos de su  pueblo.  El Rey le preguntó  “¿saben tus padres que estás aquí?”  El pobre muchacho contestó  “Yo no tengo padres, ellos se mataron en un  accidente”. El Rey dijo  “quién es tu tutor?”  El muchacho  dijo  “Yo no tengo a nadie y vivo fuera de aquí en campo abierto ” .
El Rey entonces preguntó al muchacho si a él le gustaría tener unas  ropas bonitas  y limpias para vestir. 
El muchacho contestó, “¿quién querría darme eso?”  El Rey entonces contestó,  “Yo  quiero que vengas a vivir conmigo como mi hijo” .    El muchacho se abrumó. Preguntó: ¿Debo darme un baño y tener nuevas ropas para ser su hijo?  El Rey contestó, “Nadie tiene que darse un baño ni ponerse ropas limpias para ser mi hijo”. El muchacho decidió ir con el Rey para ser su hijo.


Cuando ellos entraron al palacio, el Rey pidió sus sirvientes lo necesario para dar al muchacho un baño y que le pusieran nuevas y limpias ropas. El muchacho dijo: “Espere un minuto, usted me dijo que yo no tenía que tomar un baño ni ponerme ropas limpias para ser su hijo”. ” Estas en lo correcto “, dijo el Rey,” pero, ahora que eres mi hijo, yo quiero que te sientas como tal.  “Hoy he meditado en este hecho y cuán frecuentemente mi caminar no refleja que soy un hijo del Rey más grande. Hoy, quiero caminar y comportarme como un hijo del Rey de Reyes y esto no tiene nada que ver con riquezas, ni posesiones, sino con mi conducta.


Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.  En su gran perdón Él me ha dado un nuevo nacimiento, una esperanza viva mediante la Resurrección de Jesucristo, y una herencia que jamás perece y que nadie puede estropear ni robar, es una herencia guardada en el cielo y mediante la fe puedo ser un hijo de Dios guardado para la pronta venida del Rey.  Ahora, por haberme aceptado 
como hijo, puedo regocijarme. He llegado a ser, 

por fe
, su hijo para alabanza de su gloria.  Aunque no lo he visto físicamente le amo . Sé que un día le veré tal como Él es y entonces mi alma quedará extasiada hasta la eternidad y solo le exaltaré en agradecimiento. Sin embargo, mientras llega ese día, hoy quiero vivir caminando como un hijo del Rey.

Señor, cuando no merecía ser aceptado por ti, tú me aceptaste. Cuando no merecía ser perdonado, Tú me perdonaste.  Cuando no merecía ser amado, Tú me amaste y ahora por tu gracia soy hecho tu hijo. Por amor mi única respuesta hoy es….vivir, caminar y hablar como tu hijo. Ayúdame a serte fiel y mantener mi condición acorde con la posición que me has dado.  Amén.

Vive tu día- Reflexiones con vídeo

Vive tu día, como si fuera el último.
Ríe hasta no poder más, que nadie reirá por ti con tanta libertad y solo vive con el coraje, que no te has dejado vencer.
Siente el aire que te envuelve y dale tu alegría y vive cada día con esa pasión. Aprende a dejar el pasado atrás para así poder vivir.
Vive tu día, como si fuera el último, día de tu vida.
Vive sin preguntarte tonterías, vive feliz que los demás vivan su vida.
Prende tu imaginación, imaginando que tus dedos tocarán el sol.
Solo te queda esta vida, para hacer de tu pentagrama melodías.
Y así saber que realmente vives, vive con ganas de sentir.
El aroma del amor, el sabor de perdonar.
Aunque no creas olvidar ya tus heridas sanarán.
Deja al alma recitar, lo que nunca antes cantó.
Deja que el niño que enterraste, juegue en el jardín de tu imaginación.
Y solo vive tu día.
Ríe hasta no poder más, que nadie reirá por ti con tanta libertad.
Tú eres el dueño de tu risa, reír será a tus heridas medicina.
Has lo que tengas que hacer, que nadie robe de tu tiempo un minuto más.
No esperes que lo que tu quieres llegue hacia ti, vive tus sueños desde ahora.
Y así saber que realmente vives, vive con ganas de sentir.
El aroma del amor, el sabor de perdonar.
Aunque no creas olvidar ya tus heridas sanaran.
Deja al alma recitar, lo que nunca antes canto.
Deja que el niño que enterraste, juegue en el jardín de tu imaginación.
Y solo vive con el coraje, con que lo hace el, que no se ha dado por vencido.
Siente el aire que te envuelve y dale tu alegría y vive cada día con esa pasión.
Tienes que aprender a dejar el pasado atrás para así poder vivir.

La actitud-Reflexión

Hace unos veinte años yo estaba viviendo en Seattle y pasaba por tiempos difíciles.
No había podido encontrar un trabajo satisfactorio, aún con mucha experiencia y maestría.
Para mi vergüenza conducía el autobús de una escuela tratando de llegar a fin de mes mientra vivía con unos amigos. Yo había perdido mi apartamento.
Había tenido ya cinco entrevistas con una empresa, y un día trabajando en el autobús y en una parada, recibí una llamada para decirme que no había obtenido el empleo. Fui al garaje de autobuses como un zombi de la decepción que tenía.
Más adelante, aquella tarde, mientras estaba haciendo mis rondas atravesando  un tranquilo barrio suburbano, tuve un pensamiento interno, como un grito primitivo. Surgió de lo más profundo de mí y pensé “¿Por qué mi vida ha llegado a ser tan dura?”
“Dame una señal” , le pedí a Dios … una señal física – no una voz interior o ese tipo de cosas.”
Inmediatamente después de este grito interior detuve el autobús para dejar a una niña en su casa. Cuando ella pasó frente a mí, me entregó un arete diciendo que lo había encontrado en el piso del bus y que me lo entrgeba en caso de que alguien lo viniera buscando.
El arete tenía un estampado de metal, pintado en negro, y decía “SÉ FELIZ”.
Al principio me enfadó – sí, sí, pensé. Entonces comprendí. Había estado poniendo todas mis energías en lo que es malo en mi vida y no en lo que estaba bien.
Decidí, entonces, hacer una lista de 50 cosas por las que estaba agradecido.
Al principio fue difícil, después empezó a ser más fácil. Un par de días después decidí que mejor llegaría la lista hasta a 75.
Esa noche recibí una llamada telefónica en la casa de mi amigo. Era una directora de un gran hospital.
Cerca de un año antes yo había presentado un plan de estudios a un colegio comunitario para enseñar un curso sobre gestión del estrés. 
Ella me preguntó si me gustaría hacer un seminario de un día para 200 trabajadores del hospital.
Le dije que sí y obtuve el trabajo.
Mi día con los trabajadores del hospital fue excelente. Recibí una gran ovación y muchos más días de trabajo.
Hasta el día de hoy SÉ que fue debido a que cambió mi actitud hacia AGRADECIMIENTO.
Por cierto, al día siguiente me encontré a la niña del arete y me preguntó si alguien lo había reclamado. Le dije que no y ella dijo “supongo entonces que era para usted.”
“LA UNICA ACTITUD ES EL AGRADECIMIENTO” ha sido mi lema desde hace años y sí que cambió completamente mi vida.
Davy Jones
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él.”
Colosenses 3:23

Al fin llegué-Hablemos de Niños

Ha sido largo el
viaje pero al fin llegué
la luz llegó a mis ojos aunque lo dudé
fueron muchos valles de inseguridad
lo que crucé; fueron muchos días de tanto
dudar pero al fin llegué.
Y entender que para esta hora  ha llegado
hace tiempo nací, en sus propósitos eternos yo me ví
para esta hora  ha llegado aunque me ha costado creer
entre sus planes para hoy me encontré.
Y nunca imagine que dentro de su amor,
y dentro de   sus planes me encontrara yo
fueron    muchas veces que la timidez me lo impidió
fueron muchos días de tanto dudar pero al fin llegué
Y entender que para esta hora  ha llegado
hace tiempo nací, en sus propósitos eternos yo me ví
para esta hora  ha llegado aunque me ha costado creer
entre sus planes para hoy me encontré.
Ha sido largo el viaje, pero al fin llegué.