sábado, 25 de junio de 2016

Jesús completó el trabajo por mí

Jesús completó el trabajo por mí. No puedo hacer nada para lograr mi paz, porque Él ya me la dio.

Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,  para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús, porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe, Efesios 2:6-9.
Son muchas las veces en que me olvido de mi posición y solo me concentro en mi condición. Sin embargo, el deseo de Dios para mí es que mi condición esté al mismo nivel de mi posición. Mi naturaleza humana, débil y caída, quiere convencerme de que mi condición jamás podrá llegar a ser y estar en el mismo nivel de mi posición, pero realmente eso es mentira.
Sí puedo llegar a nivelar mi condición a mi posición en Cristo, porque la Biblia me lo promete.
Mi posición ante Dios y en Cristo es una posición de sentado. Pablo dice en Efesios “y juntamente con él, Cristo, me resucitó y así mismo me hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”. No dice que me sentará, dice que ya estoy sentado.
La vida cristiana no comienza caminando, ni corriendo, sino sentándome. Estar sentado implica por lo menos tres cosas en las cuales necesito reflexionar:

¿Derrota o victoria?

… esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:4
Inline image 1Todos los años, el 18 de junio, se recuerda la gran Batalla de Waterloo en lo que ahora es Bélgica. Ese día, en 1815, el ejército francés de Napoleón fue vencido por la fuerza multinacional comandada por el duque de Wellington. Desde entonces, Waterloo se asocia muchas veces con la idea de sufrir una derrota a manos de alguien más fuerte o de un problema demasiado difícil.
En la vida espiritual, algunos sienten que el fracaso es inevitable, y que es solo cuestión de tiempo hasta que cada uno "enfrente su Waterloo". Sin embargo, Juan refutó esta visión pesimista al escribir a los seguidores de Jesús: Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe (1 Juan 5:4).

Libres del pecado

La verdadera libertad es aquella que se gesta en lo profundo del espíritu.
Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1
La Nueva Traducción Viviente traduce esta porción del texto: … quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar…. 
La frase tan fácilmente nos hace tropezar recuerda una experiencia que tenemos de niños. Se trata de la operación para quitar las amígdalas. Hace unos cuantos años no se utilizaba una inyección para dormir al paciente, sino gas. La sensación de ahogo que producía el gas inducía pánico en muchos niños, por lo que los médicos optaban por envolver en una sábana al paciente. De esta manera, el niño se veía impedido de moverse y arrancarse la máscara de la cara. 
El término en griego tiene específicamente ese sentido: es como si nos encontráramos envueltos en una sábana y nuestros movimientos se volvieran limitados y trabajosos. 

Solo Jesús llena ese vacío

Todo el mundo intenta ponerle nombre. Con sus mejores intentos le han puesto: pareja, salud, riquezas, éxito laboral, coche del año, viajes por el mundo, tener un hijo/a, sexo desenfrenado, vanidad, espiritismo, encontrar la paz interior...; en fin, hallar la felicidad. Se trata de la búsqueda incansable del ser humano por encontrar la trascendencia y llenar su vacío existencial. Millones de personas invierten sus vidas en buscar aquello que les sacie, no obstante parten a la tumba sin encontrarlo.
Dicha búsqueda se acaba cuando aceptamos a Jesús en nuestros corazones. Él es DIOS y con quien DIOS creó todas las cosas (en la Biblia Jesús es descrito como el Verbo Creador de todo), por lo que también sabe exactamente cómo funcionamos mejor y nuestro propósito.