domingo, 31 de enero de 2016

¿Existe Dios? ¿Hay evidencias de la existencia de Dios?

¿Existe Dios? Interesante que se dé tanta atención a este debate. Las últimas encuestas nos dicen que más o menos el 90% de la gente en el mundo de hoy, cree en la existencia de Dios o en algún poder más alto. Aunque la responsabilidad recaiga sobre éstos para, de alguna manera, probar que Él en realidad existe, personalmente creo que la responsabilidad está sobre los que no creen.

Sin embargo, la existencia de Dios no puede ser probada o desmentida. Hasta la Biblia dice que deberíamos aceptar por fe, el hecho de que Dios existe, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Si Dios lo deseara, simplemente podría aparecer y probar a todo el mundo que existe. Pero si lo hiciera, no habría necesidad de fe. “Jesús le dijo: porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).


Pero esto no significa que no haya evidencias de la existencia de Dios. La Biblia declara, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmos 19:1-4). Al mirar las estrellas, al entender la inmensidad del universo, al observar las maravillas de la naturaleza, al ver la belleza de la puesta del sol, vemos que todas ellas apuntan hacia un Creador, Dios. Si esto no fuera suficiente, también hay evidencia de Dios en nuestros propios corazones. Eclesiastés 3:11 nos dice, “…y ha puesto eternidad en el corazón de los hombres…” Hay algo en lo profundo de nuestro ser, que reconoce que hay algo más allá de esta vida y alguien más allá de este mundo.

Intelectualmente podemos negar este conocimiento, pero la presencia de Dios en nosotros y a través de nosotros es patente. A pesar de todo esto, la Biblia nos advierte que todavía hay algunos que niegan la existencia de Dios, “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmos 14:1). Debido a que sobre el 98% de la gente a través de la historia, en todas las culturas, en todas las civilizaciones, en todos los continentes, creen en la existencia de algún tipo de Dios, debe haber algo (o alguien) que causa esta creencia.

¿Volviste a fallarle a Dios?

Crees que eres un caso perdido porque lo volviste a hacer. Sí, aquello que dijiste que no volverías a hacer,... creíste que lo tenias controlado, pero después te diste cuenta que no.
Y te sientes mal, muy mal, tienes un sentimiento de culpabilidad en tu vida, y desearías regresar en el tiempo para no hacerlo, ya que el hecho de hacerlo te ha entristecido.
No tienes ni el valor de levantar tu rostro al cielo, y si pudieras esconderte de Dios lo harías, pero sabes que no lo puedes hacer y que Él fue el primero en enterarse de tu fallo.
MARIPOSAS¡Vaya!,  duele fallar, ¿no? De haber sabido el dolor que esto te iba a causar o la frustración que ahora te gobierna, seguramente no lo hubieras hecho, sin embargo lo hiciste.
En momentos como esos no hay palabras para tratar de defender lo indefendible. Nadie te obligó, simplemente lo hiciste dejado llevar por la emoción del momento o una decisión impulsada por sentimientos y no por la razón.
Cuando esto pasa, te sientes muy mal contigo mismo y sientes que defraudaste a Dios, y en casos extremos decides que es mejor alejarte de Él en lugar de seguirle fallando.
Pero, ¿qué piensa Dios de todo esto?, si, porque tú ya te hiciste un auto-juicio, ya te condenaste tú mismo, ya te hiciste ciertos pensamientos que crees que Dios ha de tener sobre ti, pero, ¿qué pensará Dios realmente?, ¿será que Dios tiene los mismos conceptos de ti que los que tú te pones?
Menos mal que Dios no piensa como nosotros, y no maneja los mismos conceptos de nosotros, como los que nosotros mismos creemos.

¿Qué aprendimos hoy? ¿Aprendimos a creer?, ¿o aprendimos a pensar?

Las organizaciones empresariales planean nuestro futuro desde el momento en que despertamos hasta que nos retiramos a dormir, incluso mientras dormimos. Desde la marca de la pasta de dientes que compramos hasta el producto para la disfunción eréctil que usaremos.
Pienso en el elefante… el gentil gigante. Cuando el elefante llega por vez primera al circo, debe ser “quebrantado” por sus entrenadores. Encadenado por sus patas, el pobre bebé elefante es sometido a golpes y tortura rutinarios para quebrantar su espíritu. Este brutal método somete la voluntad del elefante a la de su entrenador. El proceso puede durar un mes o más.
El entrenador usará varas eléctricas, palos y cadenas para golpear y someter al elefante. Estos gentiles gigantes podrían liberarse fácilmente del cable o cadena que rodea su pata al suelo, pero no lo hacen.
Los humanos no somos muy diferentes. Somos desanimados temprano por las condiciones económicas, limitaciones, padres opuestos, presiones de grupo, maestros y otras. La sociedad en general, y los medios quebrantan nuestros espíritus. 
Mas miremos a nuestro alrededor: la mayoría somos tan sumisos como aquel elefante. ¿Por qué? Por la economía; casi todo en este mundo se basa en ella. Todo lo que hacemos mayormente, es obtener empleos o crear empleos nuevos, para cosas materiales. Y con ello se crea el temor.
Los animales del circo gastan la mayor parte de sus vidas enjaulados en la parte trasera de los camiones, siendo transportados de espectáculo a espectáculo. Con poquísimo espacio, duermen, comen y defecan en el mismo espacio, confinados todos los días. Con poca estimulación mental y ejercicio físico, suelen enloquecer por aburrimiento y confinamiento. A menudo se enferman por la falta de ejercicio al estar aprisionados en una jaula metálica.
Los humanos somos similares. Encerrados en cubículos de casas; sintiendo como si también estuviésemos en jaulas metálicas. Tras las rejas, queriendo salir a los bares, o nos quedamos en casa donde nos sobrepasa el aburrimiento. Y demasiado cansados para ejercitarnos, pensamos. Aprisionados en nuestros propios cuerpos, también enfermamos.

Mi Oración por ustedes

Oro para que tengan la imaginación de soñar los deseos de su corazón; y que no se impongan límites, sino que simplemente se estiren y enciendan el fuego de la pasión.
Oro que tengan la fortaleza y la voluntad de saber que pueden volverse realidad; si pueden verlos, sentirlos y saberlos, entonces, sí, pueden ser de ustedes.
Y oro con todas mis fuerzas, que tengan el valor de pararse firmes y decididamente, dar los pasos que necesitan dar para ser todo lo que pueden llegar a ser.
Porque esta vida es muy efímera, demasiado corta como para no tomar riesgos; estirarnos y alcanzar aquella brillante estrella porque no hay límites.
En todos y cada uno de nosotros hay una pequeña chispa; háganla brillar y que muestre el camino cuando todo lo demás parezca oscuro.
Ustedes saben que pueden, así que háganlo, pongan esa acción en marcha y diríjanse hacia donde quieran estar. Sepan que no hay nada que temer…
Esta oración expresa un profundo interés de cada uno de nosotros, para que se desarrolle a su máximo potencial. Una vez oí que no hay nada más triste que el potencial desperdiciado en una persona. La verdad es que Dios nos ha dado la capacidad de poder bendecir a quienes nos rodean, y es una verdadera lástima que no logremos hacerlo cabalmente. Ojalá que podamos sumarnos a esa oración y esforzarnos en ser usados por Dios para bendición.
Y ahora, Dios y Señor nuestro, escucha las oraciones y súplicas de este siervo tuyo. Haz honor a tu nombre y mira con amor a tu santuario, que ha quedado desolado. Daniel 9:17.
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Hechos 2:42.

sábado, 30 de enero de 2016

Su promesa

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24
Leamos de nuevo el versículo. Jesús nos dice que el que cree en Él tiene vida eterna y ha pasado de la muerte a la vida. Estas tres palabras, “tiene” y “ha pasado” no dejan lugar a ninguna duda. No hallamos un "si condicional" o un "quizá" que pueda insinuar la más mínima duda. Por lo tanto, cuando recibimos y creemos las palabras del Señor, podemos regocijarnos de ser salvos, ¡salvos por la eternidad!
Así, el que cree tiene ya la vida eterna. Ha pasado (es un hecho cumplido) de la muerte a la vida. La vida eterna no es el resultado de una serie de esfuerzos y de abnegación, sino un don que Dios hace a todo el que confía en Él. El que cree pasa a ser hijo de Dios, este es el nuevo nacimiento.
La vida eterna es una vida ya presente, actual, es la vida que Dios comunica al creyente, una relación viva, espiritual, confiada y eterna con el Señor.
El que no cree está muerto, en el sentido de que no tiene relación con Dios. El que cree halla la vida, una relación de comunión con el Señor.

Trata a los demás como te gustaría ser tratado


"Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas". Mateo 7:12

El versículo anterior nos invita a tratar a los demás como nos gustaría ser tratados nosotros. Los cristianos debemos tomar la vida de Jesús como una guía para saber la forma correcta de tratar a las personas. Él jamás dijo.. "Yo soy Dios, ustedes deben seguirme y hacer todo lo que yo diga!". Una de las muchas cosas que hizo fue enseñar cómo debemos actuar con los demás. Perdonó pecados, era misericordioso y piadoso hasta con aquellos que no lo merecían, ayudaba a los pobres, sanaba a los enfermos, y muchas otras cosas.

La Biblia, más precisamente El Nuevo Testamento, nos revela cómo era el trato de Jesús con la gente. En un pasaje muy conocido, podemos verlo enseñando sobre la importancia de perdonar, y que al hacerlo nosotros también obtendremos perdón. "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial" (Mateo 6:14). Jesús desea que sus seguidores lo imitemos, y así como Él mostró misericordia y piedad por los demás, nosotros también la mostremos, incluso por aquellos que no la merecen. Quiere que ayudemos a los pobres, que oremos por los enfermos, que confortemos a los afligidos de corazón, y que usemos la luz del Evangelio para alumbrar a los que viven en tinieblas espirituales.

Gracias por Todo

Jesús es el modelo de "Dad Gracias en Todo".
Y tomó el pan y dio gracias….
Habiendo dado gracias, lo partió, y dio a sus discípulos….
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio….
1 Tesalonicenses 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Las actitudes de la vida influyen en la forma de ser de los seres humanos. El poder que ejercen sobre una persona quejumbrosa, sobre una persona perezosa, sobre una insensible, sobre una chismosa, sobre una persona criticona, sobre una persona desordenada, sobre una persona que hace promesas y no las cumple, sobre una persona endeudada, sobre una persona involucrada en prácticas espiritistas, y sobre todo ... el poder que ejerce la gratitud que fluye de una persona.
A Luis le serví un plato de comida y no dio gracias a Dios. Le pregunté si él no le daba gracias a Dios cuando comía, y aproveché para ministrarlo sobre la importancia de ser agradecidos con Dios y la gente. A partir de ese momento comenzó a dar gracias.
Cuando salíamos en el coche mi esposo y yo con los niños, y él nos compraba algo, yo le daba las gracias a mi esposo e inmediatamente los niños decían gracias papi.
Pero hay personas que se creen merecedoras de que se les dé todo lo que quieren o necesitan y nunca dan las gracias.
Ellos mismos se cierran las puertas para recibir bendiciones. Los seres humanos somos motivados a dar a aquellos que son agradecidos, porque la gratitud tiene un poder especial.

Púlpito Evangélico

No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.” 1 Corintios 10:21
El apóstol Pablo al escribir su primera carta a los corintios, les hace una expresión muy fuerte: “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. Esta expresión del apóstol Pablo tiene que ver con un conflicto que había en la Iglesia en Corinto. Los adoradores de dioses paganos sacrificaban animales en estos templos, y después de esos sacrificios, la carne que sobraba se vendía a las personas. Algunos miembros de la Iglesia de Corinto compraban esa carne para su consumo personal. Pablo les señala que esa carne, al haber sido de animales sacrificados a falsos dioses, no debía ser consumida por los creyentes porque estaban contaminadas espiritualmente. Los demonios que llevaban a las personas a la idolatría, se posicionaban de las mismas.
Al instituir Jesús su Cena, señaló que ella era símbolo del nuevo pacto entre Dios y el creyente. La Iglesia de Cristo es la comunidad del nuevo pacto. El nuevo pacto se simboliza de forma categórica en la Cena del Señor. Al instituir su Cena Jesús dijo; 1) al dar el pan, "tomad, comed, este es mi cuerpo"; y 2) al dar la copa, "bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto".

La Iglesia de Cristo es una comunidad especial, diferente al resto de la humanidad. Es una comunidad desligada de lo mundano por el sacrificio que hizo Cristo. Es una comunidad santa. El que se sienta a la Mesa del Señor tiene que ser consciente de que se sienta a participar de una mesa santa.

viernes, 29 de enero de 2016

¿Cómo Estás?

Esta es una pregunta que nos hacen a diario cuando encontramos un amigo, un familiar, un vecino, etc. La pregunta de siempre es ¿cómo estás?, ¿cómo están por tu casa? Y siempre decimos estar bien.
¿Pero realmente estamos bien?, ¿qué piensan de ti en tu casa?, ¿qué piensan de ti en tu familia, en tu trabajo o centro de estudio? En general, todas las personas con las que tienes una relación de amistad, de trabajo, de vecindad, de familia, en fin todos aquellos con los que convives por diferentes razones, ¿qué piensan de ti?
Sabes que de Jesús decían que tenía el demonio, pero era por envidia, por miedo o por vergüenza.
    como estas
  1. Por envidia: porque miraban que la gente lo seguía y querían escuchar sus enseñanzas. Mateo 14:13 Cuando Jesús oyó lo que le habían hecho a Juan el Bautista, subió a una barca y se fue a donde pudiera estar solo. Cuando la gente de los pueblos cercanos supo que Jesús se ibalo siguió por tierra. 14 Jesús bajó de la barca y vio que allí había una gran cantidad de gente. Entonces tuvo compasión de ellos y sanó a todos los que estaban enfermos. Todos los necesitados que reconocían que Jesús tenía poder para hacer milagros, lo seguían y buscaban escuchar de él, y los enfermos querían ser sanados. Podemos decir que Jesús tuvo millones de seguidores, pero solo unos cuantos discípulos; del grupo eres tú.
  1. Por miedo: porque no estaban preparados para el cambio, abandonar las costumbres y venir a la gracia de Dios. Lucas 6:9-11 Luego Jesús dijo a todos los que estaban allí: Voy a hacerles una pregunta: ¿Qué es correcto hacer en día de descanso? ¿Hacer el bieno hacer el mal? ¿Salvar una vida o destruirla? Y después de mirar a todos, Jesús le dijo al hombreExtiende la manoEl hombre la extendió, y la mano le quedó sana. Pero aquellos hombres se enojaron muchísimo y comenzaron a hacer planes contra Jesús. Alrededor del mundo hay millones de personas así, que se resisten al cambio. Los sacerdotes no lo hacían por cuidar o salvaguardar los intereses de Dios, era porque no entendían que alguien, desconocido para ellos, moviera de esa forma a las masas, cosa que ellos nunca hacían porque solo pensaban en sus propios intereses y no en los intereses de Dios.
  1. Por vergüenza: Porque no querían ser avergonzados de que siendo sacerdotes de Dios, estaban mal en sus vidas. Mateo 23:25-26 ¡Qué mal les va a irhipócritasParecen buena gentepero en realidad son malosno ayudan a nadiey roban a los demás. ¡TontosSean buenos de verdadporque si no lo hacenserán como un vaso o un plato limpio por fuerapero lleno de suciedad por dentroPero si el vaso o el plato se limpian por dentrotodo estará limpio de verdad. 27-28 ¡Qué mal les va a irAparentan ser gente buena y honradapero en realidad son hipócritas y malvadosSon como una tumba pintada de blancoque por fuera se ve limpiapero que por dentro está llena de huesos y de suciedad. 29 ¡Pobrecitos de ustedes, ¡qué mal les va a irhipócritas! Construyen monumentos para recordar a los profetas muertos, y ponen adornos en las tumbas de las personas buenas. Imagínate tú, parado entre la multitud y que alguien empiece a sacarte los trapitos sucios, qué vergüenza. Cada vez que se juntaba Jesús con los fariseos empezaba a reclamarles y a exhortarlos, pero nunca quisieron escucharlo y seguirlo; los únicos que lo siguieron lo hicieron encubiertamente por miedo, pero en verdad se cumplió la palabra que dice: tienen ojos mas no ven y tienen oídos mas no oyen. 

El penalti que marcó la diferencia

Un padre que se había separado de su esposa y sus hijos enfrentando un divorcio, consumido en su tristeza porque no quería separarse de su familia, le preguntó al pastor de su iglesia: -¿Cómo hago para sacarle el mejor partido a la vida? El pastor le respondió:
La vida es un paréntesis en la eternidad, y mientras estamos en esta tierra, es necesario vivirla con la mayor pasión. De cada uno depende que se goce en el primer tiempo, en el segundo tiempo que se luche, y se dé todo en el tercero. Y si algo falta por alcanzar, se defina en los tiros de penalti. Después de esta reflexión, el pastor le contó la siguiente historia:
PARÁBOLA DEL PENALTI QUE MARCÓ LA DIFERENCIA
Cierto día se encontraban dos equipos compitiendo en la final de un mundial de fútbol en Israel en el año 33. Se jugó el primer tiempo. Un partido muy difícil, pero todo ayudó para bien. Después de que el balón se enredara en un costado de la red, Pedro saca de esquina, se la pasa a Andrés, este a Jacobo y Juan, que apareciendo de improviso, de cabezazo anota el primer gol.
El segundo fue una jugada del delantero Felipe quien, con astucia y decisión, le hace un pase a Natanaél; éste sin creer que era la oportunidad de su vida, pone el pecho, empuja el balón y anota el segundo tanto.
Pasan al segundo tiempo con el marcador 2 a 0. Llega Judas del equipo contrario, a los 33 minutos, y anota uno. La presión comenzó a sentirse, todos estaban desconcertados. Después de 3 minutos del gol de Judas, cuando todo se creía ganado, llega Pedro se confunde de portería y anota un autogol. Nunca se imaginaron que esto pudiese pasar. Llegó el tiempo complementario. Toda la tribuna estaba en silencio, y entre los jugadores había varias reacciones: Unos con miedo, otros pidieron el cambio, Judas pidió el cambio. El tiempo complementario se cierra con un empate y sucede lo esperado. El partido se definiría con el tiro de penaltis.
La victoria final, con un marcador de 5 a 3 la obtiene el equipo de Pedro. Los retadores del equipo contrario aunque marcaron tres tantos, Caifás que se acogió a la mentira, Pilatos indiferente y Judas con traición, no fueron suficientes para derribar a los vencedores.

La Ciega

Había un ciega sentada en la calle, con una taza y
un pedazo de cartón, escrito con tinta negra, que decía:
“Soy Ciega por favor ayúdeme”
Un creativo de publicidad que pasaba frente a ella, se
detuvo y observó las pocas monedas que había en la taza.
Sin pedirle permiso, tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó un
rotulador negro que llevaba y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies de la
ciega y se fue.

Deja que el Río corra

El Mar Muerto, situado entre Israel y Jordania, es famoso por ser el punto más bajo de la superficie terrestre. Es también una buena atracción turística por sus saludables balnearios, a los que se dirigen muchos para tomar baños de agua salada, y comprar cosméticos elaborados con el lodo de ese mar.
¿Por qué lo denominan Mar Muerto? Diferente a la mayoría de los grandes lagos, este no tiene salida. El río Jordán fluye hacia el Mar Muerto pero no hay circulación a la inversa. Sin compartir lo que recibe, muere.
Lo mismo se aplica a los seres humanos. Cuando recibimos dones de talento, educación, capital financiero, u otros recursos, podríamos pensar que al compartirlos con otros, quedaría menos para nuestro disfrute personal.
Sin embargo, cuando no ofreces de ti mismo a otros, una parte de tu ser muere.
Como el Dr. David Livingstone comentara en una ocasión:
Las personas hablan del sacrificio que he hecho, pasando
en África gran parte de mi vida. ¿Puede esto ser llamado
sacrificio, cuando solo es admitir una gran deuda con nuestro
Dios que nunca podremos pagar? ¿Es un sacrificio algo que te
recompensa con salud, con la conciencia de estar obrando bien,
con paz mental y la esperanza de un glorioso
destino? Enfáticamente, considero que no es un sacrificio. Más bien es un
privilegio…  De esto no podemos ni hablar, si recordamos
el gran sacrificio que Él hizo, dejando el trono de Su Padre
en lo alto para darse a Sí mismo por nosotros.

Permitamos que el río del amor de Dios fluya de nosotros hacia todos los que nos rodean.
Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16

jueves, 28 de enero de 2016

¿Dios aún realiza milagros? ¿Por qué Dios ya no hace milagros como los hizo en la Biblia?

Cuando Dios realizó poderosos y asombrosos milagros para los israelitas ¿lograron estos milagros que ellos lo obedecieran? No, los israelitas desobedecieron una y otra vez y se rebelaron contra Dios, a pesar de presenciar todos esos milagros. La misma gente que vio a Dios abrir las aguas del Mar Rojo, dudó más tarde si Dios sería capaz de llevarlos a dominar a los habitantes de la Tierra Prometida y conquistarla. Veamos la parábola en Lucas 16:19-31. En ella, un hombre en el infierno le pide a Abraham enviar a Lázaro de entre los muertos para advertir a sus hermanos. Abraham le dijo al hombre que, “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:31).

Jesús realizó incontables milagros, sin embargo, la gran mayoría de la gente no creyó en Él. Si en la actualidad Dios realizara milagros como los que hizo en el pasado, ocurriría el mismo resultado. La gente quedaría asombrada y creería en Dios por un corto tiempo. La fe sería superficial y desaparecería en el momento en que algo inesperado o amenazante ocurriera. Una fe basada en milagros no es una fe madura. Dios realizó el milagro más grande de todos los tiempos al venir al mundo en la forma humana de Jesucristo, para morir en la cruz por nuestros pecados (Romanos 5:8), para que pudiéramos ser salvados (Juan 3:16). Dios aún realiza milagros, aunque muchos de ellos simplemente pasan inadvertidos o son negados. Sin embargo, no necesitamos más milagros. Lo que necesitamos es creer en el milagro de la salvación a través de la fe en Jesucristo.

¡Bienvenido a casa!

… cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia… Lucas 15; 20.
Cuando estábamos atravesando un desafío muy particular con nuestro hijo, un amigo me llamó después de una reunión en la iglesia y me dijo: Quiero que sepas que oro por ti y por tu hijo todos los días. Y agregó: ¡Me siento culpable!
¿Por qué?, le pregunté.
Porque nunca tuve que lidiar con hijos descarriados, respondió, encogiéndose de hombros. Mis hijos se ajustaron bastante a las reglas. Pero no fue por lo que yo hiciera o no. Ellos toman sus propias decisiones.
Quise abrazarlo. Su compasión fue un regalo de Dios que me recordó que el Padre entendía mi lucha.
Nadie comprende mejor la lucha los con hijos descarriados que nuestro Padre celestial. La historia de ese joven, en Lucas 15, es la nuestra y la de Dios. Jesús la relató para beneficio de todos los pecadores que necesitan desesperadamente, volver a la casa de su Creador y descubrir la calidez de la comunión amorosa con Él.
Jesús es Dios encarnado, quien nos ve desde lejos y nos mira con compasión. Es Dios corriendo hacia nosotros para abrazarnos. Es el beso del cielo que da la bienvenida a casa al pecador arrepentido (verso 20).
Dios no solo deja la luz encendida en la entrada, sino que está afuera observando, esperando y llamándonos para que volvamos a casa.
Señor, que nuestros hijos descarriados vuelvan a ti.

Tu amor, tu perdón, mi Salvación

Cuando era niña, una pregunta invadió mi mente durante todo ese tiempo: si Dios creó al hombre y a la mujer y luego ellos le desobedecieron, ¿por qué el Señor no los hizo caer en un sueño profundo del cual no volvieran a despertar? ¿Por qué Dios no volvió a crear al hombre y a la mujer sin que conocieran el pecado? Puede que hoy todo fuera diferente, tal vez no estaríamos aquí.
Repasando el libro de Génesis, encontré que:
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
(Génesis 1:27 RV60)
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
(Génesis 2:16-17 RV60)
Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
(Génesis 3:22-23 RV60)
Nuestro Señor estaba enojado con Adán y Eva, que por haber desobedecido su mandamiento fueron expulsados del Edén, y junto a ellos arrastraron en su caída a toda la Creación. Pero el enojo de nuestro Señor no duró para siempre, pues su amor fue más grande y envió a su único Hijo a morir por nuestros pecados.
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
(Isaías 9:6-7 RV60)
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
(Mateo 1:21 RV60)
En estos versículos está resumida la respuesta. La Biblia fue inspirada por su Autor (II Timoteo 3:16) para que hoy podamos leerla, recibirla, entenderla, y aceptar los mensajes que nos deja y entrega nuestro Padre para afrontar la vida, esta vida. La biblia es la Palabra que el Señor tiene para nosotros; cada hecho, cada historia que hay en ella, son mensajes de amor para nosotros. Jehová Dios, Nuestro Señor, nos creó semejantes a su imagen en cuerpo, alma y espíritu. Enfadado, sí, mas su enojo con nosotros no duró para siempre, pues su amor fue mucho más grande y eterno; tuvo compasión, misericordia de nosotros.
No permitió que Adán y Eva probaran del árbol de la vida, pues viviríamos para siempre en el pecado y eso no es lo que quiere el Señor, por eso los desterró del Edén. Vivimos en un mundo donde el pecado se expande cada vez más de generación en generación. Viviremos una vida aquí en este mundo, pasaremos por el desierto, por pruebas, por tormentas, y el enemigo tratará de confundirnos, de engañarnos, mas la justicia, el amor y la protección de Dios estará con nosotros. No somos merecedores de su misericordia, de su amor; por desobediencia estamos aquí.