jueves, 9 de abril de 2020

¿Qué es la ley de Cristo?

Resultado de imagen de ¿Qué es la ley de Cristo?Gálatas 6:2 dice, "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo". ¿Qué es exactamente la ley de Cristo, y cómo se cumple al sobrellevar las cargas de los otros? Aunque la ley de Cristo también se menciona en 1 Corintios 9:21, la biblia en ninguna parte define específicamente cuál es la ley de Cristo. Sin embargo, la mayoría de los maestros de la biblia comprenden que la ley de Cristo es lo que Cristo dijo que eran los grandes mandamientos en Marcos 12:28-31, "… ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos".

La ley de Cristo, entonces, es amar a Dios con todo nuestro ser y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. En Marcos 12:32-33, el escriba que le hizo a Jesús la pregunta responde con "amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios". En esto, Jesús y el escriba estuvieron de acuerdo en que estos dos mandamientos son el corazón de toda la ley del antiguo testamento. Toda la ley del antiguo testamento se puede catalogar dentro de las categorías de "amar a Dios" o "amar a tu prójimo".

Grado de implicación del cristiano en su Iglesia

La vida cristiana es una tremenda y dulce experiencia. Es un crecimiento continuo. Dios quiere que crezcamos, que nuestra vida cristiana no pare de crecer. Para ello debemos tener muy en cuenta, que no debemos ser únicamente oidores de la dulce y maravillosa Palabra de Dios, sino hacedores de la misma.

 

Si alguno es oidor de la palabra de Dios pero no hacedor de ella, ése es semejante al hombre que considera su rostro natural en un espejo; él se considera a sí mismo natural y se va, y pronto olvida cómo era. Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:23-25

 

La vida cristiana no es un evento sino una evolución continua, un proceso. Diremos que en ella hay tres niveles de crecimiento cristiano. Se va avanzando en ellos según el grado de implicación del cristiano mismo. Vemos, a modo de demostración, en Lucas 5 que inicialmente, el Señor ministró a orillas del lago de Genesaret.

Resultado de imagen de Grado de implicación del cristiano en su Iglesia 

-1º nivel: Todos comenzamos en la orilla y conocemos a Jesús. Es en la orilla donde Dios toca nuestra vida. Pero Dios no quiere que sigamos siempre en la orilla. Las cosas importantes suceden más allá de la misma. La Biblia dice que había mucha gente alrededor de Él. Jesús estaba predicando y la gente, en este 1º nivel, simplemente oía. Estaban ahí para, simplemente, entretenerse y olvidarse de todos los problemas. Por lo tanto, aún no había ningún compromiso, incluso había cierta falta de interés en lo que Dios decía. El poco interés que había era por el beneficio personal en que Cristo hiciera un milagro por ellos, lo que solo demuestra egoísmo personal de cierta gente. Pero eso no es todo en la vida cristiana.

 

-2º nivel: La Biblia dice que, después, Él entró en una barca y se retiró un poco más alejado de la orilla y comenzó a enseñar. Ya no estaba predicando, ahora estaba enseñando. En la predicación se necesitan oyentes, mas en la enseñanza se precisan discípulos, y un discípulo necesita practicar lo que se le instruye, tiene algo que hacer en la Obra de Dios. 
En este 2º nivel hacemos, o sentimos, más o menos habitualmente, la lectura de la Palabra de Dios, la oración, el tiempo devocional con Dios, y la comunión (congregación) con nuestros hermanos en Cristo.
Los discípulos, en este 2º nivel, estaban limpiando las redes pero se sentían frustrados. Habían estado pescando toda la noche pero no habían atrapado nada. En la vida actual, es como si trabajáramos con denuedo y no viéramos el fruto de nuestro trabajo. Así se sentían los discípulos. Y en medio de ese ambiente el Señor les invitó a ir al 3º nivel. Y es en este nivel donde algo grande sucede.

¡Alto a la ansiedad!

No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan.
Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!
¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.
Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!
Resultado de imagen de Alto a la ansiedadMateo 6:25-30
Vivir consiste en sentir emociones positivas, pero también negativas; vivir momentos de plenitud y momentos tristes, de agobio, de miedo. Esto es vivir. Hay una frase que dice: “En un momento me sentí acosada por la ansiedad, pero me deshice del miedo estudiando el cielo”. La ansiedad se caracteriza por un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación.
Pero el problema está cuando la inquietud o ansiedad empiezan a formar parte de nuestra vida; son expresiones que no agradan a Dios. Jesús nos exhorta a que no nos preocupemos (en exceso) por las cosas terrenales, ya que esto solo lo hacen las personas que no tienen ninguna confianza en Dios.
La ansiedad es un padecimiento que muchas personas tienen, con muchas consecuencias físicas. Estas pueden ser trastornos de ansiedad generalizada, y espirituales.
El versículo 27 nos recalca ¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?
Claro que no, pero Dios nos manda que confiemos en Él; que vivamos un día cada vez, y que confiemos en que Él es nuestro proveedor. De ahí que solo nos dejó que pidiéramos el pan de cada día, es decir, que nos preocupáramos solo por el presente, porque cada día trae su propio afán.
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7