jueves, 3 de octubre de 2019

¿Cuál es la importancia del bautismo cristiano?

Resultado de imagen de ¿Cuál es la importancia del bautismo cristiano?El bautismo cristiano es una de las dos ordenanzas que Jesús instituyó para la iglesia. Justo antes de Su ascensión, Jesús dijo: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19-20). Estas instrucciones indican claramente, que la iglesia es responsable de enseñar la palabra de Jesús, y de hacer discípulos y bautizarlos. Esto debe hacerse en todas partes ("todas las naciones") hasta "el fin del mundo". Así que, primeramente, el bautismo es importante porque Jesús lo ordenó.

El bautismo ya se practicaba antes de la fundación de la iglesia. Los judíos de la antigüedad bautizaban a prosélitos para dar a entender la naturaleza "limpia" de los convertidos. Juan el Bautista usó el bautismo para preparar el camino del Señor, requiriendo que todos, no solo los gentiles, fueran bautizados porque todos necesitaban arrepentimiento. Sin embargo, el bautismo de Juan, que significa arrepentimiento, no es lo mismo que el bautismo cristiano, como se ve en Hechos 18:24-26 y 19:1-7. El bautismo cristiano tiene un significado más profundo.

El bautismo debe hacerse en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu; esto es lo que lo hace bautismo "cristiano". A través de esta ordenanza es como una persona es admitida en la comunión de la iglesia. Cuando somos salvos, somos "bautizados" por el Espíritu en el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia.  Corintios 12:13 dice: "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu". El bautismo por agua es solo una "representación" del bautismo por el Espíritu.

Los muros de nuestra casa

Los muros siempre han sido algo muy importante para la protección de las familias. En tiempos Bíblicos las ciudades siempre eran construidas con muros alrededor para la protección y defensa de las familias que habitaban la ciudad, para defenderlos de los enemigos.
Cuando una ciudad era atacada, los enemigos que trataban de conquistar la ciudad hacían una grieta en el muro, un lugar por donde poder penetrar a la ciudad para conquistarla. Y una vez que las ciudades eran destruidas por los conquistadores, cuando Dios permitía que las ciudades fueran reedificadas, lo primero que levantaban eran los muros caídos (2 Crónicas 32:5).

TRASLADEMOS ESTOS TEXTOS A NUESTRA VIDA FAMILIAR.

Nuestras familias siempre están bajo el ataque del enemigo, y por eso es muy importante levantar alrededor de nuestra familia, muros de protección para no permitir que el enemigo entre a destruir nuestro matrimonio o a nuestros hijos.
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Pero cuando ya hay una brecha o cuando los muros están derribados, no podemos actuar con indiferencia, tenemos que reedificarlos para no permitir que el enemigo continúe destruyendo nuestra familia.
Pero definamos primeramente: ¿Qué muros tenemos que edificar o reedificar en nuestra familia?

I. PRIMERAMENTE TENEMOS QUE EDIFICAR MUROS DE PROTECCIÓN

Los muros de protección sirven para evitar que los enemigos externos o la presión externa afecten a nuestra familia. Algunos de los muros de protección que necesitamos edificar alrededor de nuestra familia son:
a) LA ORACIÓN (Job 1:1-10)
Podemos ver cómo el clamor de un padre de familia (Job) por sus hijos, hacía que el Señor tuviera un cuidado especial sobre la familia de Job; ni Satanás podía acercarse a tocarlos si Dios no se lo permitía.
Esto nos demuestra la importancia de la oración por nuestra familia; no podemos descuidarnos de clamar por nuestros hijos, por nuestro matrimonio y por todas las bendiciones que Dios nos ha dado.
b) LA DISCIPLINA Y AMONESTACIÓN (Efesios 6:4)
La disciplina está en las reglas de la unidad comunitaria, lo que está permitido y lo que no está permitido; y la amonestación es la corrección cuando esas reglas no se cumplen. Cuando en casa hay disciplina y amonestación, los hijos tienen la capacidad de decidir correctamente, y aunque el enemigo quiera penetrar, nuestros hijos sabrán comprender lo que les conviene y lo que no para su vida.

Encerrado En Sus Propios Límites

“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”. Ludwig Wittgenstein (1889-1951) Filósofo británico, de origen austriaco.
Los límites son necesarios en la vida, de tal manera que sin límites no hay ni seguridad ni responsabilidad. Hay límites en todas las áreas de la vida, sin embargo, cuando llegamos al terreno del Reino de Dios, aunque allí también existen límites, a veces Dios nos desafía a ir unos cuantos pasos más allá de ellos, para entrar en la dimensión de lo desconocido para nosotros pero conocido por Dios.
La Biblia nos habla de un día en el que un joven que le encantaba vivir dentro de los límites, se acercó a Jesús, y después de una ligera pero profunda charla, dio media vuelta y volvió a sus registros por temor a lo desconocido. Veamos el pasaje en la versión RVR-95.
Entonces se acercó uno y le dijo:
—Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
Él le dijo:
—¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino uno: Dios. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le preguntó:
—¿Cuáles?
Y Jesús le contestó:
—No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El joven le dijo:
—Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
Jesús le dijo:
—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Al oír el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Mateo 19:16-22.
En esta entrevista entre el joven rico y Jesús, vemos a un muchacho que había vivido cómodamente entre los límites conocidos. Había guardado todos los mandamientos y por ello se sentía orgulloso, cómodo y realizado, aunque sentía que le hacía falta algo más.
Resultado de imagen de Encerrado En Sus Propios LímitesPor eso cuando el Señor le dijo, conoces los mandamientos, él levanta su cabeza con aire de orgullo y satisfacción y dice: “Todo eso lo he guardado desde mi juventud”. En otras palabras, todo gira en torno a que viva dentro de los límites. Pues quiero decirte que tengo el examen aprobado. He vivido dentro de los límites.
Sin embargo, el Señor le dice: “Una cosa te falta”. Ya que has vivido dentro de los límites, te falta salirte ahora de ellos y hacer lo que nunca has hecho. Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme”.
Esas palabras conmocionaron a este hombre. Jesús le estaba pidiendo ir más allá de los límites, hacer lo que nunca había hecho, decir lo que nunca había dicho e ir donde nunca había ido.
La Palabra nos muestra que se fue triste porque era dueño de muchos bienes y él no quería salirse de los límites.
Amados hermanos, el reino de Dios tiene sus límites, que a veces se extienden más allá de nuestra perspectiva, y es entonces cuando Jesús nos dice: Vamos más allá de lo que conoces y hagamos lo que nunca has hecho.
“La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible”. Arthur C. Clarke. Escritor inglés de ciencia ficción.
Cuántos hombres y mujeres ricos como el del Nuevo Testamento se van tristes. Tal vez no sean ricos en posesiones, pero sí ricos en ideas, en planes, en sueños, en proyecciones, pero pobres en desafíos. No se atreven a ir más allá de donde están cuando Dios los desafía, porque se encuentran encerrados en medio de Siete Límites que Dios quiere que sobrepasemos.