lunes, 31 de marzo de 2014

¿Cuál es el argumento Cosmológico para la existencia de Dios?

El argumento cosmológico intenta probar la existencia de Dios observando el mundo que nos rodea (cosmos). Comienza con lo más obvio de la realidad: las cosas existen. Argumenta que la causa de la existencia de estas cosas, tiene que deberse a una cosa, “una especie de Dios.” Este tipo de argumentos van en retrospectiva hasta Platón, y desde entonces han sido usados por notables filósofos y teólogos. Finalmente, la ciencia se encontró con los teólogos en el siglo XX, cuando fue confirmado que el universo debió haber tenido un principio. Así que actualmente, los argumentos cosmológicos son aún más importantes para los "no-filósofos."

Existen dos formas básicas de ver estos argumentos, y la forma más fácil de pensar en ellas puede ser la “vertical” y la “horizontal.” Estos nombres (formas) indican la dirección desde la cual proceden las causas. 
En la forma vertical, se afirma que cada cosa creada está siendo causada ahora mismo (imagina una línea de tiempo con una flecha apuntando hacia arriba, desde el universo hacia Dios). 
La versión horizontal muestra que la creación debe tener una causa en principio (imagina la misma línea de tiempo, sólo que con una flecha apuntando hacia atrás, a un punto de partida en el tiempo).

La horizontal es un poco más fácil de entender, porque no requiere de mucha filosofía. El argumento básico es que todas las cosas que tienen un principio, tuvieron que tener un origen. El universo tuvo un principio; por tanto, el universo tuvo una causa. Esa causa, ajena a todo el universo, es Dios. 

Alguien podría decir que algunas cosas son causadas por otras, pero esto no resuelve el dilema, porque otras cosas tendrían que tener causas también, y esto no puede seguir hasta el infinito. Tomemos un ejemplo sencillo: árboles. Todos los árboles comienzan a existir en algún momento, porque ellos no siempre han existido. Cada árbol tuvo su principio en una semilla (la “causa” del árbol). Pero cada semilla tuvo su principio (“causa”) en otro árbol. No puede haber una serie infinita de árbol-semilla-árbol-semilla, porque no hay ninguna serie que sea infinita, no puede proseguir para siempre. Todas las series son finitas (limitadas) por definición. No hay tal cosa como un número infinito, porque aún las series de números son limitadas (aunque siempre pueda añadirse uno más, siempre es un número finito). Si hay un final, no es infinito. Todas las series tienen dos finales realmente, un final y un principio (¿un palo tiene un solo extremo?, no, tiene dos) Pero si no hubiera una causa-origen, la cadena de causas jamás habría comenzado. Por tanto, hay, tanto para la primera como para la última cosa, una causa, una que no tuvo principio. Esta primera causa es Dios.

La forma vertical es un poquito más difícil de entender, pero es más poderosa porque no sólo muestra que Dios tuvo que causar la “cadena de causas” en el principio, Él aún debe estar causando que las cosas existan ahora mismo. Nuevamente, comenzamos señalando que las cosas existen. Después, mientras que a menudo tendemos a pensar de la existencia, como una propiedad que las cosas, de alguna forma, “poseen”, que una vez que algo es creado, su existencia es parte de lo que es,... este NO es el caso. Piensa en un triángulo. Podemos definir la naturaleza del triángulo como “la figura plana formada por tres puntos conectados, no en una línea recta, sino por segmentos de una línea recta.” Observa lo que no forma parte de esta definición: la existencia. 

Esta definición de un triángulo se mantendría, aunque ningún triángulo existiera en absoluto. Por tanto, una naturaleza triangular –lo que es – no garantiza que exista uno (como los unicornios – sabemos lo que son, pero eso no hace que existan). Porque no es parte de la naturaleza de un triángulo el existir, los triángulos deben ser hechos para que existan, por algo más de lo que ya existe (alguien debe dibujar uno en un pedazo de papel). El triángulo es causado por algo más – lo cual también debe tener una causa. Y esto no puede proseguir indefinidamente (no hay series infinitas). Por tanto, algo que no necesita que se le dé existencia, debe existir para dar existencia a todo lo demás. 

Ahora aplica este ejemplo a todo lo que hay en el universo. ¿Hay algo en él que exista por sí mismo? No. Así que, todo en el universo debe tener una primera causa para comenzar; "todo" necesita algo que le dé la existencia ahora mismo. La única cosa a la que no tendría que dársele la existencia, es una cosa que existe por su propia naturaleza. Es la misma existencia. Este algo siempre habría existido, no teniendo causa, no teniendo principio, no teniendo límite, estando fuera del tiempo, y siendo infinito. ¡Ese algo es Dios!



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