martes, 14 de julio de 2020

La Paz de Dios

Paz interior

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:7
LA PAZ DE DIOS SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO – CASA DE BENDICIONSi no tenemos paz en el alma, el consuelo ajeno no nos hará más bien que un calzado de oro a un pie gotoso. John Bunyan (1628–1688)
La paz no proviene de la ausencia de conflictos, sino de la presencia de Dios. Anónimo
El estrés, las presiones y la confusión de la vida diaria a veces nos agobian. No obstante, en cualquier momento podemos hacer una pausa y acceder a la presencia de Dios por medio de la oración, para encontrar serenidad y renovar nuestro ánimo. 

No te inquietes, pobre corazón convulsionado, que la paz es señal clara de que Dios nos sonríe.
Su amor enmienda todo error, calma todo altercado. Ama y vuelve a amar, siempre con espíritu apacible. Edith Willis Linn Forbes (1865–1945)

Jesús dormía en la barca. Las olas se encrespaban, el viento rugía, y la tormenta azotaba la pequeña embarcación. Sus discípulos estaban asustados; tenían miedo del viento y de las olas, y temían por su vida. Se acercaron a Jesús y lo despertaron, rogándole que los salvara. La solución estaba en Su poder. Ordenó a la mar: «Calla, enmudece», y hubo paz. El viento cesó, y sobrevino una gran calma. 
Sea lo que sea que nos turbe, también nosotros podemos hallar paz si acudimos a Jesús. Marge Banks

Paz con quienes nos rodean

Vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros. 2 Corintios 13:11
Todos desean la paz; mas pocos se ocupan de aquello que atañe a la paz. Tomás de Kempis (1380–1471)
Las obras de amor son siempre obras de paz. La paz comienza con una sonrisa. Madre Teresa (1910–1997)

Al decir: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", Jesús nos dio la clave de la felicidad y la armonía. Cabe recordar que el prójimo es todo aquel que el Señor pone en nuestro camino.
Cuando las personas no se tratan mutuamente con amor, los conflictos no se hacen esperar. No es aventurado afirmar que muchos de los males que afligen al mundo de hoy tienen su origen en la falta de amor a Dios y a los semejantes. Aun en una sociedad tan compleja y desorientada como la actual, el sencillo amor a Dios y al prójimo sigue siendo la solución. 

Si amamos a Dios, podemos amarnos entre nosotros y seguir las normas divinas que nos brindan vida y libertad, y hacen posible que alcancemos la felicidad. David Brandt Berg (1919–1994)

A veces nos resulta difícil portarnos bien, sobre todo con las personas que no han obrado rectamente con nosotros. Pero Él no dijo: «Trata a los demás como ellos te tratan». Su código de conducta está muy por encima del concepto habitual de lo que es justo. Él quiere que vivamos en un plano más elevado. Cualquiera puede portarse bien con quienes lo tratan bien. Sin embargo, quien es capaz de portarse bien con los que lo tratan mal tiene para Él más mérito y goza de más bendiciones. (Jesús)

Más dulce que la miel

Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos (Proverbios 16: 24).
Su tema era la tensión racial. No obstante, el orador permaneció calmado, sereno. De pie en el escenario y frente a una gran audiencia, habló con valentía, pero también con gracia, humildad, gentileza e incluso humor. Poco después, los oyentes, ya visiblemente relajados, se rieron con él respecto al dilema que enfrentaban: sí, cómo resolver su problema candente, pero templando sus sentimientos y palabras. Cómo abordar un tema duro con una suave gracia.

El rey Salomón nos aconsejó adoptar este mismo enfoque: Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos (Proverbios 16:24). Así, el corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios. (Verso 23)

¿Por qué un rey como Salomón dedicaría tiempo para referirse a cómo hablar? Porque las palabras pueden destruir. En su época, los reyes dependían de los mensajeros para obtener información sobre sus naciones, por eso valoraban tanto a los que eran confiables. Eran prudentes y reflexivos, sin reacciones extremas ni palabras ásperas, cualquiera que fuese el asunto.
Todos podemos beneficiarnos si comunicamos con dulzura piadosa nuestras opiniones. Como dijo Salomón: Del hombre son las disposiciones del corazón; mas del Señor es la respuesta de la lengua (verso 1). 
Dios, suaviza nuestros corazones y palabras con tu Espíritu al hablar de temas duros.

Humillados ante Dios

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. 1 Pedro 5:6
No existe ningún lugar más elevado para el ser humano que estar humillado delante del Dios Todopoderoso. La Biblia nos invita a estar humillados delante de Dios; en 1 Pedro 5:6A podemos leer “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios…” Pero, ¿qué significa humillarse delante de Dios? Significa que reconocemos nuestra condición humana, nuestras limitaciones y que Dios tiene todo el poder y sabiduría.

El hombre controlador

Una de las características de los seres humanos es que nos gusta tener las cosas bajo control. Usamos reloj y agenda pues nos gusta controlar, en cierta medida, el tiempo. Y corremos de arriba para abajo buscando sobresalir y disfrazarnos de importantes.
Humillados ante Dios - YouTubeSin embargo, el estrés es una enfermedad que aqueja a muchas personas. Vivimos en una época de un consumismo desmedido, de estar ocupados todo el tiempo y de impedir que nuestro espíritu se comunique con el Creador. ¿Por qué nos estresamos y afanamos? Porque queremos solucionar todos los problemas con nuestras fuerzas y por nuestros medios.
Uno de los males más grandes que se observan en la sociedad actual es este: el ser humano sufriendo al acabarse sus fuerzas intentando solucionar aquello que le preocupa, y hasta entonces no acude a Dios. ¿Y cuando se busca a Dios con todo el corazón qué es lo que se encuentra?; a un Dios amoroso que todo lo puede. Sí, Él puede solucionar hasta el problema más difícil que tengamos.
Pero la razón por la que el ser humano no se humilla delante de Dios es simplemente por orgullo, porque sobreestima sus capacidades, mas ignora que todas ellas son dadas por Dios. Pero no es a Dios a quien debemos resistir, sino al diablo, quien huirá si le resistimos en la fe.