lunes, 12 de noviembre de 2012

Dios olvida y borra todo - Devocional - vídeo

La vida está llena de experiencias positivas y negativas, situaciones que hemos vivido y en donde nunca hubiéramos querido haber hecho eso o aquello. Algunos de nosotros, si tuviéramos la potestad de regresar en el tiempo y no cometer algunos errores que cometimos, lo haríamos.
Pero la realidad es que no manejamos los tiempos, que las cosas que hicimos están ya hechas y por más que quisiéramos que no fueran así, así son.
Frente a esto, tengo dos opciones: Vivir recordando mi pasado o mirar hacia adelante y aceptar el perdón de Dios.
Tal parece que muchos de nosotros pasamos la mitad de nuestras vidas mirando hacia atrás, recordando nuestros errores y sintiéndonos mal por lo que hicimos. No está mal que nos sintamos a disgusto por lo malo que hicimos, por las decisiones precipitadas que tomamos o por cualquier cosa que, como resultado, trajo vergüenza o desorden a nuestra vida. Lo malo está en no reconocer que Dios nos ha perdonado y que en la libreta de Dios ya no existe eso que hace un tiempo hicimos.
Realmente nos cuesta entender esto, nos cuesta reconocer que Dios ya nos perdonó, nos cuesta reconocer que Él ya se olvidó de nuestros pecados del pasado y que ahora somos nuevos en Él.
La Biblia dice en Miqueas 7:19 “El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”.
También Jeremías 31:34 en la parte final del versículo dice: “…porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.
En la Traducción al Lenguaje Actual, específicamente en Hebreos 10:17 dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades”.
Estos tres pasajes bíblicos nos hablan de la realidad según Dios y no según lo que nosotros creemos. Para nosotros es difícil creer que Dios se olvida de nuestros errores, pero para Dios es fácil hacerlo, porque su naturaleza divina, amorosa y misericordiosa lo permite.
¿Qué haces sufriendo por los recuerdos de tu pasado? ¿Por qué sigues con tu mirada hacia atrás? ¿Acaso Dios no te ha perdonado? ¿Acaso tu pecado es demasiado grande como para obtener perdón? No hay pecado tan grande según tú que Dios no perdone, no hay error que no tenga solución con Dios.
Dios sabe que lo que hiciste te avergüenza, que realmente no lo tenías que hacer pero aun así fuiste seducido a hacerlo, sin embargo, su perdón para tu vida está disponible hoy en día. Él quiere perdonarte, quiere sanar tus heridas, limpiar tu maldad y darte una nueva oportunidad porque Él es el Dios de las nuevas oportunidades, ¿Por qué no aceptas su perdón? ¿Por qué no te olvidas de tus errores y comienzas a disfrutar de su libertad? Esa libertad que sólo su perdón te da.
Dios quiere darte unas últimas palabras a través de este escrito y estas palabras son:

“Yo soy el que por amor a mí mismo
borra tus transgresiones
y no se acuerda más de tus pecados”.

-
Isaías 43:25 (Nueva Versión Internacional)

¡Acepta hoy su perdón!



Terminemos Lo Que Empecemos - Crecimiento personal

Tengo tantas cosas en mi archivo de “Asuntos Pendientes”....  No constituye un gabinete en mi oficina, sino un archivo que mantengo en mi mente.  Estas cosas que comencé durante los casi 62 años de mi vida se me están acumulando.
Algunas, debo admitir, eran sueños y planes tontos que pudieron tener un inicio pero que estaban destinados a finalizar temprano sin llegar a ser completados.  Pero otros siguen mirándome esperando que les dé vida nuevamente.
Hoy encontré una historia, de hace tiempo ya, en una bolsa que llevaba conmigo a una estación de radio cada sábado por la mañana cuando hacía mi programa en vivo: “Línea del Éxito”. Cuánto desearía hoy estar detrás del micrófono compartiendo las miles de historias que llegaban a mi vida en esa época. Hoy decidí desempolvar una y compartirla con ustedes.
Tal vez  Ud,, como yo, también tiene muchos asuntos inconclusos en su vida esperando redescubrirlos antes de que sea demasiado tarde.
Esta es la historia escrita en 1997:
“A las siete menos diez, en una oscura y fría noche en Ciudad de México en 1968, John Stephen Akwari, de Tanzania, entró cojeando dolorosamente al Estadio Olímpico. Era el último hombre en terminar la carrera de maratón.
El ganador ya había sido coronado victorioso y la ceremonia de la victoria hacía rato que había terminado. Así que el estadio estaba casi vacío cuando Akwari, solo, con su pierna ensangrentada y vendada, luchó para dar la última vuelta hacia la meta. El respetable productor de documentales, Bud Greenspan, observaba en la distancia. Entonces, intrigado, Bud se dirigió hacia Akwari y le preguntó por qué continuaba la penosa lucha hacia la meta.
El joven de Tanzania contestó suavemente: “Mi país no me envió a través de ocho mil kilómetros a comenzar una carrera; me enviaron a ocho mil kilómetros de distancia para terminarla”.
¿Qué cosas hemos comenzado y nunca terminamos? ¿Qué sueños siguen esperando por nosotros en el archivo titulado “Asuntos Pendientes”?
¿No será tiempo de desempolvarlos y dirigirlos hacia la meta?
Dios no nos creó para comenzar esta vida; ¡nos creó para terminarla! “¡Creo en ustedes!”
Este pensamiento llega en los mejores momentos para muchos de nosotros. Verdaderamente hermosa no sólo la ilustración de las Olimpiadas de México, sino en particular la frase final… ¿A qué nos envió Dios a esta Tierra? Creo que muchos de nosotros tenemos archivos de “Asuntos pendientes” demasiado poblados.
¿Por qué no invertir un tiempito para revisar ese archivo y, de una vez por todas, desestimar lo que evidentemente no añade valor ni a nosotros ni a nadie más, y abrazar nuevamente aquellos proyectos que por desidia, falta de tiempo, o cualquier otro factor, fueron puestos a dormir durante demasiado tiempo?
¿Quién sabe si es precisamente para que terminemos ese proyecto por lo que Dios nos trajo y nos ha mantenido aquí?
Que Dios les bendiga.

Saber lo bueno y no hacerlo - Reflexiones y Devocionales

Casi siempre somos conscientes de lo bueno y de lo malo; es muy difícil que llevemos a cabo algo si no estamos seguros de si es bueno o malo porque por lo general todos sabemos qué cosas agradan a Dios y cuáles no.
Partiendo de lo anteriormente dicho, podemos añadir que en MUCHAS ocasiones sabemos que tenemos que hacer lo bueno pero terminamos haciendo lo malo. La Biblia habla de esto: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” Santiago 4:17 (Reina-Valera 1960). En otra versión lo dice de esta manera: “Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.” Santiago 4:17 (Nueva Traducción Viviente). Más claro imposible.
La mayoría de nosotros cometemos el pecado de saber lo que se debe hacer o lo que es bueno y no hacerlo. Seguro que el 99.9% de las personas han cometido ese pecado en algún momento de su vida. Es que hay una gran diferencia entre saber y hacer. La mayoría somos excelentes para la teoría, pero malísimos para la práctica.
Ahora bien, ¿Qué es lo que sabes que tienes que hacer y no lo estás haciendo?, ¿Qué es eso que Dios ha estado recordándote los últimos días que debes hacer y simplemente has hecho oídos sordos?
Cuando Dios nos está insistiendo sobre algo que tenemos que hacer, ¡debemos hacerlo!, porque Él no se cansará de recordárnoslo por todos los medios. Quizá una alabanza hablara sobre lo que tienes que hacer, quizá escucharas una predicación que te lo dice claramente, quizá oyeras o escuchasras alguna experiencia de alguien que te recuerda qué es lo que tienes que hacer, o mediante cualquier medio Dios quiera enviarte un recordatorio; sin embargo, la mayoría de nosotros somos sordos y ciegos a sus llamadas de atención y a sus instrucciones. A veces no obedecemos hasta que vemos que estamos contra la espada y la pared o hasta que ya estamos metidos en grandes problemas.
Deja a un lado tu voluntad, tus sentimientos, lo que quisieras humanamente hacer, y comienza a obedecer la voz de Dios, su Palabra escrita. Y aunque en la práctica se te haga muy difícil, es de hombres y mujeres de Dios intentarlo.
Nadie dijo que hacer lo bueno sea fácil, pero tampoco es imposible; para ello necesitamos valor, determinación y sobre todo estar cerca de Dios para hacer su voluntad y no la nuestra.
¿Qué es lo que Dios te ha estado diciendo que tienes que hacer? ¿Qué estás esperando para hacerlo? ¿Cuántas confirmaciones necesitas? ¿Qué tiene que pasar para que comprendas que necesitas hacer lo bueno? ¡Ve y hazlo!

¡DIOS SONREIRÁ AL VER QUE TE DECIDES POR HACER LO BUENO!

“Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.” 

1 Pedro 2:21 (Nueva Traducción Viviente)

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” Génesis 1:1 - vídeo

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”  Génesis 1:1.
A veces he escuchado a gente importante decir que todo lo que mis ojos ven salió de la nada, y que los cielos y la tierra surgieron de una explosión.  No puedo creer que a muchos se les haga más fácil creer tal historia que simplemente creer lo que la Biblia dice. Sin embargo hoy sonrío de satisfacción porque, al fin, la ciencia comienza a darle el lugar que le corresponde a la Biblia en relación a estos temas.
La revista Time, una vez, nos anunció el descubrimiento en el cielo de un agujero negro por lo menos mil veces más grande que la vía láctea. Los científicos declaraban que es difícil explicar cómo este tremendo hueco negro pudo haberse formado.
Cada día los científicos encuentran más y más galaxias mucho más grandes que la vía láctea y ellos han quedado mudos ante tan asombrosos descubrimientos. Mientras más avanza la ciencia, más se demuestra que la Biblia no miente y que Dios está detrás de toda la creación. Yo sé que hoy es un día más para que yo crea y para que la ciencia confirme que Dios es el Creador.
¿Cuánta fe se necesita para creer en Dios? Pues, realmente, menos fe de la que se necesita para creer que toda la creación que existe surgió de la nada o de una imaginaria explosión. Para creer en Dios se necesita menos fe que la que se necesita para creer que la mente humana se creó por sí sola o que la nada creó algo.
Mientras la ciencia sigue descubriendo lo que ya Dios ha creado, hoy puedo pensar con espíritu de adoración que por su gracia y su amor yo puedo conocer más a Dios y amarlo con todo mi ser y a la vez confiar en Su Palabra. Sé que esa Palabra Viva no miente y me revela la grandeza de Dios y la belleza de su amor.
“Señor:  Gracias por tu amor tan infinito y grande. Gracias por tu poder y tu gracia. Tu grandeza se ve en los cielos y se palpa en la tierra. Nada es tan grande como tu amor y tan profundo como tu misericordia. Hoy quiero gozarme en el hecho de saber que la ciencia ahora mismo se encuentra reconociendo silenciosamente que lo dicho en tu palabra es verdad, porque Tú eres la verdad.  Amén.
M.G.L.


Vengo a Adorarte - Videos Cristianos

Luz de este mundo
Entraste a tinieblas
Abriste mis ojos puedo ver
Belleza que me
Provoca adorarte
Te doy mi vida en canción
Vengo a Adorarte
Vengo a postrarme
Vengo a decir que eres mi DIOS
DIOS Tú Eres Santo
Sólo Tú eres Digno
DIOS Tú eres todo para mí
Eres mi rey
Y quiero exaltarte
Glorioso Padre y Señor
Viniendo a esta tierra
Que Tú creaste
Para mostrarnos tu amor
//Nunca sabré
cuanto costó
En una cruz
Por mi murió.//
DIOS Tu Eres Santo
Solo Tu Eres Digno
DIOS Tu Eres Todo para mi
Eres mi Rey
Y quiero Exaltarte
Glorioso Padre y Señor
DIOS Tú eres Santo
Solo Tú eres digno
DIOS Tú eres todo para mí
Eres mi Rey
Y quiero exaltarte
Glorioso Padre y Señor