jueves, 15 de marzo de 2012

Mi destino


Hay un sueño que vive en mi corazón
Y que se alimenta cada día más y más
Un destino que hace tiempo descubrí
Y creí con el alma
Y con todas mis fuerzas abracé
Pero ha soplado el viento contra mí
Ha pegado muy fuerte
Y aún sigo de frente
Hoy me vez aquí
Pero este no es mi lugar
Lo que estoy pasando ahora es solo temporal
Y aunque a veces duele tanto
Y el tiempo se hace lento
Pero al final de tu merced que Dios hará
En él alumbrará
Este es mi destino,
Nadie puede quitar mi destino
Mi destino
Cierro mis ojos por momentos para ver
Imaginar el sitio donde un día estaré
Y mientras pienso me arde fuerte el corazón
Y recibo más fuerza
Porque sé que ese sueño llegará
Pero ha soplado el viento contra mí
Ha pegado muy fuerte
Y aún sigo de frente
Hoy me vez aquí
Pero este no es mi lugar
Lo que estoy pasando ahora es solo temporal
Y aunque a veces duele tanto
Y el tiempo se hace lento
Pero al final de tu merced que Dios hará
En él alumbrará
Este es mi destino,
Nadie puede quitar mi destino
Mi destino
Artículos Similares:

ABC Cristiano


Alaba a Dios en cada circunstancia de la vida.
Busca la excelencia, no la perfección.
Cuenta tus bendiciones en vez de sumar tus penas.
Devuelve todo lo que tomes prestado.
Encomienda a tres personas cada día.
Fíate de Dios de todo corazón y no confíes en tu propia inteligencia.
Gózate con los que gozan y llora con los que lloran.
Haz nuevos amigos pero aprecia a los que ya tienes.
Invita a Cristo a ser tu Señor y Salvador.
Jamás pierdas una oportunidad de expresar amor.
Lee tu Biblia y ora cada día.
Mantente alerta a las necesidades de tu prójimo.
No culpes a los demás por tus infortunios.
Olvida las ofensas y perdona así como Dios te perdona.
Promete todo lo que quieras; pero cumple todo lo que prometes.
Que se te conozca como una persona en quien se puede confiar.
Reconoce que no eres infalible y discúlpate por tus errores.
Sé la persona más amable y entusiasta que conoces.
Trata a todos como quisieras que te traten.
Únete al ejército de los agradecidos.
Vístete de misericordia, humildad y paciencia.
Y no te olvides de soportar a los demás como a ti te soportan.
Záfate de las garras seductoras de Satanás.
Y lo mejor llénate del amor de Dios, que todo lo puede y está dispuesto a amarte siempre.