domingo, 6 de enero de 2019

Pecados Crónicos

La mayoría de nosotros conocemos la historia de David y Goliat, ya que es muy usada en las iglesias, escuelas dominicales, e incluso se usa en lo secular como ejemplo de valentía y coraje. Aunque ciertamente, siempre tomamos este relato para motivar y animar a las personas, enseñándoles que con la ayuda de Dios no existe nada imposible, porque es esta la enseñanza que siempre obtenemos de esta historia. Sin embargo, muy pocas veces vemos las demás enseñanzas que hay detrás de esta historia, y es que todos sabemos cómo David venció a Goliat, pero vamos a ver el alcance de la fe de David en Dios, y de cómo venció al gigante que agobiaba a Israel.
Para comenzar haremos una evaluación de cómo se encontraban en ese momento David y Goliat, y para ello emplearemos 3 aspectos muy importantes.
GOLIAT
DAVID
EXPERIENCIA–          HOMBRE DE GUERRA DESDE SU JUVENTUD–          UN PASTOR DE OVEJAS
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS–          ALTO 2.95 MTS-          ROBUSTO Y FUERTE–          MUCHACHO RUBIO-          HERMOSO PARECER
ARMAMENTO–          CASCO DE BRONCE-          ARMADURA DE BRONCE
–          JABALINA
–          LANZA
–          ESPADA
–          UN ESCUDERO
–          UNA VARA DE PASTOR (CALLADO)-          UNA BOLSA (ZURRON)
–          UNA ONDA
–          CINCO PIEDRAS
Después de hacer esta comparación, vemos que David se encontraba en obvia desventaja ante su adversario; sin embargo contaba con una dosis muy alta de fe y fuerza de voluntad. Él sabía y había tenido en cuanta todas sus debilidades, pero también confiaba en que el Señor estaría y pelearía con él.
Cuando David, siendo un pequeño pastorcito, se enfrentó sin armadura alguna (1 Samuel 17:38-40) a ese guerrero gigante, a quien ninguno de los soldados de Saúl se atrevía a enfrentar, él sabía de antemano que estaba en desventaja y que en el momento de que el combate pasara a cuerpo a cuerpo, jamás tendría una oportunidad de vencer a aquel gigante. Entonces, David analizó que la única oportunidad que tenía era lanzarle una piedra en un ataque sorpresa, pues tendría desprevenido a Goliat; ésa era la única forma de ganar,... pero si fallaba el tiro, enseguida sería atravesado por la inmensa lanza del filisteo. Es en este momento cuando surge una pregunta obvia: si David sabía que solo utilizaría una piedra para ganar, o en caso contrario para morir en el intento, ¿por qué cogió 5 piedras lisas del arrollo?
La respuesta la encontramos en que la biblia nos cuenta que cuando aquel pastorcito llegó al campo de batalla, los filisteos estaban en una colina y el ejercito israelita se encontraba en otra. Había un valle en medio, y cuando Goliat retó al ejército de Dios, y David decidió ir a la batalla, pudo ver la batalla desde otra perspectiva y alcanzó a ver perfectamente que Goliat no estaba solo, porque tenía a otros 4 gigantes detrás de él listos para atacar al ingenuo que se atreviera a descender al valle a pelear con Goliat, (estos fueron asesinados años después por los valientes de David).
Entonces la fe del pastorcito radicó en confiar plenamente en Dios. Pensó que lograría matar a Goliat de una pedrada, y tenía preparadas las otras 4 piedras para matar a cada uno de los otros 4 gigantes, en caso de que se le vinieran encima. David confiaba en que tendría la fuerza y la puntería necesaria para matar no a uno, sino a 5 gigantes de una pedrada a cada uno.
La biblia dice que al ver caer a su paladín, los filisteos salieron corriendo, y entre ellos los otros 4 gigantes.

Cristo es la peña de Horeb que está brotando por mí.


Tipos y figuras de la Biblia
¿Sabías de esta analogía? Israel, el pueblo escogido por Dios fue sacado de Egipto por la mano poderosa del Señor. En su peregrinar por el desierto siempre fueron infieles a Dios; pero aún así llegaron a la tierra de Canaán, y finalmente Dios mismo tuvo que descender en forma humana a este mundo, para morir en una cruz por su pueblo y poder redimir a ellos y a nosotros, los gentiles.
Definitivamente, el pueblo de Israel no pudo con sus obras, ceremonias y cumplidos, satisfacer la santa justicia de Dios; esto solo lo pudo lograr la persona de Cristo.
Tú y yo también, somos hoy ese pueblo que Dios ha escogido, y nos ha sacado de este mundo de pecado por la mano poderosa del Señor (no por nuestros esfuerzos piadosos); pero en medio de nuestro peregrinar cristiano, siempre estamos siendo infieles a Dios.
Por lo tanto, no queda otra alternativa que abrazar y creer en el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario, para redimir todas nuestras miserables maldades.
En medio del desierto el pueblo de Israel tuvo muchas quejas y pecados; pero Jehová Dios siempre fue paciente y amoroso con ellos, satisfaciendo sus necesidades en medio de los grandes desafíos que resultaron en su peregrinar a la tierra prometida.
Sed de DiosPorque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. (Jeremías 2:13).

- Hoy ya sé que los hijos de Dios han tomado de la peña de Horeb, y no corren de aquí para allá buscando donde calmar su sed -

La ley y la gracia: ¿Jesús contra Pablo?

En la actualidad algunas personas piensan que la enseñanza de Pablo en cuanto a la ley y la gracia modifican lo que Cristo enseñó. ¿Acaso Pablo contradijo a Jesús? ¿Qué dice la Biblia sobre esto?

Parte de la razón por la cual algunos creen que Pablo cambió las enseñanzas de Jesús, tiene que ver con la idea de que el apóstol negó la vigencia de las leyes de Dios. Pero antes de analizar la veracidad de esta creencia tan difundida, estudiemos lo que Jesucristo instruyó acerca de la ley y la gracia.
Instrucción de Jesucristo acerca de la ley y la gracia.
Jesus vs Paul on Law and Grace?Uno de los episodios bíblicos que mejor ilustran la enseñanza de Jesús sobre estos importantes conceptos, es aquel en el cual le llevaron a una mujer adúltera para ver si la castigaría conforme a la ley —apedreándola hasta que muriera (Juan 8:1-11). Cuando esto sucedió, Cristo guardó silencio y escribió algo en el suelo con su dedo. Luego, cuando los acusadores lo presionaron exigiéndole un juicio, les dijo, “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (verso 7).
Ante esta respuesta, nadie se movió; en cambio, cada uno de ellos uno a uno, desapareció entre la multitud. Y cuando los acusadores se habían ido sin condenar a la mujer, Jesús -el único verdaderamente libre de pecado- tampoco la condenó, sino que le dijo “vete, y no peques más” (Juan 8:11).
La mujer adúltera era indudablemente culpable, sin embargo, Jesús perdonó su vida por gracia —el amor benevolente de Dios. En otras palabras, la gracia de Dios permitió que la mujer no recibiera el castigo que merecía por su comportamiento.
Pero entonces, ¿qué enseñó Jesús acerca de la ley? El episodio de la mujer adúltera también revela esto. Cristo no dijo a la mujer que podía seguir actuando de la misma manera que antes, como si no hubiese sido perdonada; Él le dijo que debía cambiar su manera de vivir, es decir, debía arrepentirse. En esencia, le dijo “Anda y compórtate bien”.