sábado, 21 de mayo de 2016

¿No es justo?

Este fin de semana la palabra JUSTICIA apareció en más de una ocasión en la conversación que mantuve con una amiga. Analizábamos ciertas circunstancias de su vida y las contrastábamos con otras vividas por mí, y en más de una ocasión salió de su boca la aseveración “no es justo”. En un primer momento estuve plenamente de acuerdo con su afirmación, pero después de un par más de charlas de nuestra conversación, ya no estaba tan segura. Ahora lo estoy mucho menos.
Creo que si juzgáramos nuestra vida bajo este concepto sentiríamos que ha habido muchas cosas “poco justas” en ella. Tal vez alguien en quien confiábamos nos falló, o dedicamos demasiado tiempo en un proyecto que finalmente no prosperó, etc. Estos “fracasos” pueden hacernos pensar que la vida ha sido poco justa con nosotros, y que no ha retribuido como querríamos nuestra entrega tan abnegada. Aún así me incomoda tratar el tema de “justicia” con mucha ligereza. Y no porque crea o no en ella, sino porque me cuesta creer que mi naturaleza humana pueda definir qué es lo justo y qué no.
Si pienso en la condición de miles de niños sin padres, producto de las guerras en los países del medio oriente, me parece que es injusto, porque ellos no tuvieron la posibilidad de escoger dónde nacer; pero si ese mismo concepto lo aplico para pensar en si el sueldo que gano es justo o no con respecto a mi trabajo, no sé si es aplicable o tiene la misma fuerza.

Para mi abuelo, quien se marchó de este mundo demasiado pronto

Te fuiste mucho antes de lo que nunca hubiese querido.

Es difícil de creer y difícil de aceptar. Es como estar viviendo un sueño del que no despiertas nunca pero que sientes que no es real, y que tarde o temprano alguien llegará y te despertará para decirte que nada era real. Pero no. Lamentablemente sí es verdad. Y no estás aquí.
A veces pienso que estarás al otro lado de la línea cuando llame a tu teléfono, y que responderás tan alegre como siempre, pero luego caigo en la realidad de que solo escucharé el tono de llamada de espera cuando nadie contesta. A veces quisiera retroceder en el tiempo y hacer más largas las llamadas, ésas en las que siempre finalizabas con un mensaje de aliento, un consejo sabio o una palabra amorosa que siempre me demostraba lo que eras: el mejor abuelo del mundo.
¡Qué pena!, desearía haber aprovechado mejor el tiempo. Haberte escuchado más, haber hecho más duraderos esos abrazos, haberte pedido más consejos. Simplemente, haberme detenido más tiempo para mirarte. Me hubiera gustado tener más tiempo, porque creo que te fuiste demasiado pronto de este mundo. Mucho más pronto de lo que yo esperaba.
Quisiera poder ir a tu casa, verte ahí esperándome tan alegre como siempre y escuchar tus historias de la vida. Preguntarte mil cosas. Preguntarte si pensabas que estaba tomando buenas decisiones, y si tenías algún consejo para darme. Preguntarte qué pensabas de mi nuevo trabajo, qué esperabas de mí. O simplemente llenarme de inspiración escuchando tu experiencia, con esa misma pasión con la que solías contar toda tu vida, detalle por detalle, siempre haciéndote entender que, aunque la vida puede ser dura, siempre se sale adelante.

El hombre de doble ánimo

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos. Santiago 1:5-8
El apóstol Santiago, habla aquí en este versículo, de una persona identificada como un hombre de doble ánimo. Esta persona está en todos los extractos sociales, en la política, en la economía, en la educación y hasta en la Iglesia; encaja con el dicho popular “En la viña del Señor hay de todo”.
Veamos con detenimiento qué tiene que decirnos el Espíritu Santo a través de esta epístola del apóstol Santiago.
1) Definición del hombre de doble ánimo (verso 8a).
  • Es inconstante en todos sus caminos.
  • Es una persona inestable por naturaleza, no puede agradar a Dios.
  • Es una persona que sufre una dicotomía por dos direcciones opuestas.
  • Es una persona con la mente y voluntad dividida y opuestas.
  • Es una persona cuya lealtad está dividida por su falta de sinceridad, y vacila entre la fe, la duda y la incredulidad (verso 6).
  • El hombre de doble ánimo, es semejante al concepto que le da la Psicología moderna, o sea, una persona que sufre del trastorno de bipolaridad; que tiene doble personalidad.

Cuando te Sientas Estresado

Hace algunos años fui al doctor porque estaba constantemente enferma. Me dijo que los síntomas eran consecuencia de estar estresada. Estaba durmiendo mal, alimentándome inadecuadamente y exigiéndome más y más, eso sí, todo en nombre del servicio al Señor.
La palabra estrés era originalmente, un término de ingeniería usado para referirse a la cantidad de fuerza que un balancín u otro soporte físico, podía soportar bajo presión sin colapsar.
En nuestro tiempo el término estrés ha sido ampliado e incluye la presión mental y emocional.
El estrés es algo normal en la vida de todos. Dios nos ha creado con la capacidad de sobrellevar una cierta cantidad de presión y tensión. El problema estriba en cuando nos esforzamos más allá de nuestras limitaciones, lo que nos puede llegar a ocasionar un daño permanente.
Por otra parte, la paz está destinada a ser la condición natural de todo creyente en Jesucristo. Él es el Príncipe de Paz, y en Jesús encontramos, como coherederos, nuestra herencia de paz.
Es un fruto del Espíritu Santo que Éste nos da cuando vivimos en obediencia a su Palabra.
La paz que Dios da se manifiesta en tiempos buenos o malos, cuando hay abundancia o escasez. Su paz opera en medio de la tormenta.
Filipenses 4:6-7
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.