lunes, 31 de diciembre de 2018

La supremacía de Cristo

Últimamente sobresale en las personas un egocentrismo increíble. La secularización favorece un ambiente cultural en donde el hombre cree ser el dueño absoluto de su propia vida y de todo lo que le rodea. Vive convenciéndose de que no necesita a Dios para lograr sus objetivos.
El hombre se cree el centro de todo lo que le rodea y su bienestar se convierte en la norma de su comportamiento. La filosofía que rige al hombre de hoy es: Si me hace sentir bien,... nada más me importa. La idea predominante en mucha gente de hoy es que en sus vidas mandan ellos, que ni a Dios ni a la iglesia les debe importar cómo deciden vivir. Con tristeza tenemos que reconocer que vivimos en una época, en que la historia bíblica del Dios que creó el universo es sustituida por el hombre que se cree el dueño y dios del mismo.
Pero hay que resaltar una verdad bíblica incuestionable, que es “La Supremacía de Cristo”. Cristo es primero en todo. Aunque el hombre ignore a Dios y se crea dueño del universo, nadie en este mundo está por encima de Cristo. Nadie lo supera.
Vamos a simplificar lo que el apóstol Pablo les escribe a los cristianos que están en Colosas, cuando les confirma la supremacía de Cristo sobre todas las cosas. No importa el conocimiento que el hombre logre alcanzar en el orden secular, pues Cristo sigue teniendo el primer lugar en todo.
Resultado de imagen de La supremacía de Cristo1. PRIMERO EN LA CREACIÓN.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles” (Colosenses 1:16a).
Pablo defiende su teología de la supremacía de Cristo argumentando que Jesucristo es el origen, agente, fin y sostén de toda la creación, junto con el Padre y el Espíritu Santo. Todo lo que existe fue creado por el trino Dios.
Es importante resaltar la preexistencia de Cristo antes de toda cosa creada. Él existió antes de la creación y está exaltado por encima de todo lo creado. Él pertenece a la eternidad. (Juan 1:317:5).
Cuando Pablo utiliza el término primogénito no significa primero en el tiempo sino en importancia y rango, en el sentido de que Cristo tiene la preeminencia absoluta en todo (Colosenses 1:18). Cristo es el heredero de toda la creación y la gobierna como el Hijo eterno (Hebreos 1:2Apocalipsis 5:1-713). Todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16c).
Nuestra fe está puesta en el Dios trino, creador y sustentador de todo cuanto existe visible e invisible, todopoderoso, insuperable, pero que, a pesar de su grandeza y soberanía, se dignó en bendecirnos por medio de Jesucristo. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” (2 Corintios 8:9).
2. PRIMERO EN LA RECONCILIACIÓN.
Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el universo volviera a estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la muerte de su Hijo en la cruz.” (Colosenses 1:20 TLA).
Cuando el pecado entró en el mundo, el hombre se enemistó con Dios. Adoptó una actitud de hostilidad contra Dios. Por eso necesita ser reconciliado con Dios, lo cual significa restaurar la relación o norma correctas, o hacer la paz donde antes había enemistad.
Pablo deja bien claro que ningún otro es digno o capaz de reconciliar a los hombres con Dios, sino solo Jesucristo por medio de su sacrificio en la cruz del Calvario. Haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20).
Pablo le dice a la iglesia de Corinto: Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Corintios 5:18-19).
Precisamente el propósito fundamental de la muerte de Cristo en la cruz del Calvario fue hacer posible la reconciliación de las personas con Dios. Pero para que esto fuera posible fue necesario el pesebre. Fue preciso que el Hijo de Dios se encarnara en la persona de Jesús y llegar al mundo como el único instrumento de Dios para la reconciliación.

Yemen: el país donde el hambre y la guerra parecen no tener fin

La inseguridad alimentaria afecta a casi 18,000,000 de personas, además de poner en riesgo la vida de 400,000 infantes.
Yemen es el país en donde el hambre, la guerra, y la crisis humanitaria, son cosas del día a día.
Los hutíes, aliados de Irán, y el Gobierno yemení, respaldado por una coalición de países árabes capitaneada por el príncipe saudí Mohamed bin Salman, iniciaron el pasado 6 de diciembre una ronda de contactos de paz en Suecia, que la ONU espera que pueda conducir a una futura solución al conflicto, desatado a finales de 2014.
Mientras no se concreta una solución al conflicto, que está estancado en el frente de batalla, la situación humanitaria sigue deteriorándose rápidamente en el país, que está sumido en la hambruna más grave del mundo.
Aproximadamente 18,000,000 de personas, se encuentran padeciendo la grave crisis alimentaria, lo que supone un incremento del 24% con respecto a 2017, según cálculos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Unos 400,000 niños sufren de desnutrición aguda, y el 10% de ellos corre un gran riesgo de perder la vida, según indica la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, el hambre no es el único problema que enfrenta este país. Al menos 10,000 personas han muerto desde que comenzó la guerra, pero según la Organización Mundial de la Salud, las cifras son mucho más altas si se incluye a las personas que han perdido la vida por el hambre o por alguna enfermedad.
La malnutrición es el “factor subyacente” en más del 60% de las muertes por diarrea, neumonía, y en más del 40% de las muertes por sarampión y, además, ha elevado las tasas de mortalidad en el parto, según la portavoz de la OMS en el Yemen, Christine Cool.
La gran mayoría de las instalaciones hospitalarias han sido destruidas. También es importante destacar que al menos la mitad de la población no tiene acceso al agua potable.
La ofensiva se ha frenado en dos ocasiones en el extrarradio de la ciudad, en el que viven cerca de 600.000 personas, para favorecer sendos intentos de la ONU de celebrar consultas de paz, el primero de los cuales no llegó a celebrarse porque los hutíes no asistieron a la cita, prevista en septiembre en Ginebra.

¿Qué tipo de decisiones de Año Nuevo debería tomar un cristiano?

Resultado de imagen de Fin de año para la bibliaLa práctica de tomar decisiones de Año Nuevo se remonta a más de 3,000 años con los antiguos babilonios. Hay algo en el inicio del nuevo año que nos hace pensar en un nuevo comienzo, una nueva etapa, aunque en realidad no hay diferencia entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. Nada místico ocurre a la media noche del 31 de diciembre. La Biblia no habla a favor ni en contra del concepto de la decisión de Año Nuevo. Sin embargo, si un cristiano desea tomar una decisión de Año Nuevo, ¿qué tipo de decisión debería hacer?

Las decisiones de Año Nuevo más habituales son la determinación de dejar de fumar, dejar de beber, manejar el dinero más sabiamente y pasar más tiempo con la familia. La decisión más común de Año Nuevo es sin duda bajar de peso, juntamente con hacer más ejercicio y comer más sanamente. Todos estos son buenos objetivos. Sin embargo, 1 Timoteo 4:8 nos enseña a tener el ejercicio físico en perspectiva. “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y la venidera.” Aún así, la gran mayoría de las decisiones de Año Nuevo, incluso
 entre cristianos, tienen que ver con el aspecto físico. Esto no debería ser así.

Muchos cristianos determinan orar más, leer la Biblia todos los días e ir a la iglesia más regularmente. Estos son objetivos fantásticos. Sin embargo, estas decisiones fallan tanto como las no espirituales, porque no hay poder real en ellas. Tener determinación para comenzar o terminar cierta actividad no tiene ningún valor, a menos que se tenga una verdadera motivación para hacer o dejar de hacer esa actividad. Por ejemplo, ¿Por qué quieres leer la Biblia todos los días? ¿Es para honrar a Dios y crecer espiritualmente, o porque escuchaste que es bueno hacerlo? ¿Por qué quieres bajar de peso? ¿Es para honrar a Dios con tu cuerpo, o es por vanidad, para honrarte a ti mismo?

viernes, 28 de diciembre de 2018

Caso Cerrado

Resultado de imagen de jesús es mi abogado

Después de vivir “una vida buena”, mi tiempo
en la tierra llegó a su final. Lo primero que 
recuerdo fue estar sentado en la sala de
espera de una corte. Las puertas se abrieron y
me mandaron entrar y sentarme en el banco
del acusado. Miraba a mi alrededor y vi al
fiscal que era la persona más desagradable que
jamás había visto. Me dio una mirada malvada
y gruñó. 

Al sentarme, miré a mi izquierda y
allí estaba mi abogado, un caballero amable y
bondadoso que me pareció familiar.
De repente, la puerta de enfrente de la sala de
justicia se abrió, y allí apareció el juez con su túnica
negra. Me impresionó tanto que no podía
quitar mis ojos de él. Cuando tomó su
asiento dijo “Comencemos”.
El fiscal se levantó y dijo: “Mi nombre es
Satanás y estoy aquí para demostrar por qué el
acusado merece el infierno”. Procedió a contar
todas las mentiras que yo había dicho, las cosas
que había robado, y cómo había engañado y
defraudado a otros. Contaba todas las perversiones
de mi vida pasada.

Cada minuto que pasaba me sentía peor; tan
avergonzado que no podía alzar la vista, ni para
mirar a mi propio abogado. El diablo mencionaba
pecado tras pecado que yo había olvidado
por completo. Me sentía molesto por todo, y
más al ver que mi abogado no decía nada para
defenderme.
Yo sabía que había hecho esas cosas, pero también
había muchas cosas buenas. ¿No podría
lo bueno cancelar algo de lo malo? El acusador
terminó diciendo con furia: “Este hombre debe
ser lanzado al infierno. Es culpable de todas
estas acusaciones, y no hay hombre que pueda
probar lo contrario”.

Cuando ya era su tiempo, mi abogado pidió
permiso para acercarse al tribunal. El juez
aceptó su petición, en contra de las protestas de
Satanás. Mientras caminaba hacia el tribunal,
lo vi por primera vez en todo su esplendor y
majestad. Ya recordaba por qué me había parecido
familiar; era Jesús quien me representaba,
mi Señor y Salvador. Se paró frente al banco
y dijo con voz suave al juez. “Hola papá”.
Después se digirió a la corte. “Satanás está en
lo correcto cuando dice que este hombre ha
pecado. Esto no lo vamos a negar. Aceptamos
los cargos contra mi cliente. También tiene
razón en que este hombre merece ser castigado
con la muerte”.

Respiró profundamente y se dio la vuelta hacia
su Padre con las manos extendidas y proclamó:
“Pero yo di mi vida en la cruz para que esta
persona pudiera tener vida eterna. Él me ha
aceptado como su Salvador, entonces, es mío”.
Continuó diciendo: “Su nombre está escrito
en el Libro de la Vida y nadie puede arrebatarlo
de mi mano. Satanás todavía no entiende que
este hombre no recibirá justicia, sino misericordia.
Volvió a sentarse, pero no sin antes mirar
hacia su Padre y decir: “No hay nada más que
hacer. Yo he hecho todo”.

El juez levantó su mano poderosa y bajó su
mazo con fuerza mientras las siguientes palabras
salían de su boca: “Este hombre está libre;
el castigo ya ha sido pagado totalmente. Caso
cerrado”.

Mientras salía del salón con mi abogado, podía
escuchar a Satanás gritando “No me daré por
vencido. Ganaré el próximo caso.” Pregunté a
Jesús si alguna vez había perdido un caso. Me
miró con amor y me dijo, “Todos los que se han
acercado a mí, pidiendo que yo les representase
han recibido el mismo veredicto que usted:

Totalmente Pagado.

¿Qué dice la Biblia acerca de la astrología o el zodíaco? ¿Es la astrología algo que un cristiano debe estudiar?

Resultado de imagen de Qué dice la Biblia acerca de la astrología o el zodíaco? ¿Es la astrología algo que un cristiano debe estudiar?La Biblia dice mucho acerca de las estrellas. Lo más básico de nuestra comprensión de las estrellas es que Dios las creó. Ellas demuestran el poder y majestad de Dios. Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmo 19:1. Dios tiene numeradas y nombradas todas las estrellas (Salmo 147:4).

La Biblia enseña también que Dios colocó las estrellas en grupos reconocibles que llamamos constelaciones. La Biblia menciona tres de ellas: El Orión, el Oso (Osa mayor) y "la serpiente tortuosa" (probablemente el Draco o el Serpens) en Job 9:9; 26:13; 38:31-32; y Amós 5:8. Los mismos pasajes hacen referencia también al grupo de estrellas Pléyades (las Siete Estrellas). Dios es el que "desata las ligaduras" de estas constelaciones; Él es quien las saca, "a su tiempo". En Job 38:32, Dios también apunta a "Mazzarot", usualmente traducida "constelaciones". Esta es la creencia de muchos como una referencia a las doce constelaciones del zodíaco.


Las constelaciones tuvieron su aplicación y fueron estudiadas durante milenios. Los egipcios y los griegos sabían del zodíaco y lo usaron para medir el principio de la primavera siglos antes de Cristo. Mucho se ha escrito sobre el significado de las constelaciones zodiacales, incluyendo las teorías que comprenden el plan redentor de Dios. Por ejemplo, para los egipcios el zodíaco empezó con Virgo y terminó con Leo. Virgo podría ser un recordatorio de la Virgen que dio a luz a Jesucristo, y la constelación Leo sería vista como una representación celestial de que en el fin Él reinará como el León de la Tribu de Judá (Apocalipsis 5:5); Géminis puede ser vista como Jesucristo el Dios-hombre. Sin embargo, la Biblia no indica expresamente ningún "significado oculto" de éstas u otras constelaciones.

La Biblia dice que las estrellas, junto con el sol y la luna, fueron dadas como "señales" y "estaciones" (Génesis 1:14); es decir, servirían para marcar el tiempo para nosotros. También son "señales" en el sentido de "indicadores" de navegación, y a través de la historia los hombres han utilizado las estrellas para trazar sus cursos alrededor del mundo. Dios usó las estrellas como ilustración de su promesa a Abraham de darle una descendencia innumerable (Génesis 15:5). Por lo tanto, cada vez que Abraham miraba al cielo nocturno, tenía un recordatorio de la fidelidad y la bondad de Dios. El juicio final de la tierra estará acompañada por acontecimientos astronómicos relativos a las estrellas (Isaías 13:9-10; Joel 3:15; Mateo 26:29).

¿Alguna Vez Jesús Experimentó Dudas?

Pete Wehner (escritor estadounidense y miembro principal del Centro de Ética y Políticas Públicas), escribió una conmovedora meditación sobre el sufrimiento y la vida cristiana para el New York Times, titulado "Después del gran dolor, ¿dónde está Dios?" Después de compartir algunas historias desgarradoras de sufrimiento en las vidas de sus amigos y seres queridos, él hace la pregunta: "Entonces, ¿qué ofrece el cristianismo en medio de las dificultades y la angustia?"
Wehner dice que si bien el cristianismo no ofrece respuestas en el momento del sufrimiento, sí ofrece consuelo. Wehner señala a C.S. Lewis (Clive Staples Lewis - escritor estadounidense y apologista cristiano) y a Jesús mismo, como ejemplos de personas que lucharon contra la duda, la incertidumbre y la enfermedad. Sus ejemplos sirven de consuelo a todos los enfermos que se encuentran plagados de dudas e incertidumbres acerca de Dios y su bondad. Wehner escribe:
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"Tal vez porque mi propio viaje de fe se ha caracterizado a veces por preguntas e incertidumbres, encontré el hecho de que el mayor apologista cristiano del siglo XX daría voz a sus dudas tranquilizándolas. Y Lewis no estaba solo en expresar dudas. Jesús mismo, crucificado y cerca de la muerte, dio voz a la pregunta que muchas personas abrumadas por el dolor hacen: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
La pregunta de Jesús, como las nuestras, no fue contestada en el momento. Incluso se vio obligado a confrontar la duda. Pero su agonizante incertidumbre no era evidencia de infidelidad; era una señal de su humanidad.
Está muy bien lo que escribe Wehner, destacando su llamado a la compasión y el consuelo para los que sufren. Ciertamente, la fe cristiana ofrece consuelo a aquellos que se desesperan y se entristecen. Sin embargo, tener a Jesús como ejemplo de "duda" e "incertidumbre" distorsiona la representación bíblica del sufrimiento de Cristo. También disminuye el consuelo que Cristo ofrece a los enfermos. El sufrimiento de Cristo es un consuelo para nosotros no porque participe de nuestra misma humanidad pecaminosa, sino porque se mantuvo firme para poder redimirla. Su fidelidad es nuestra esperanza, no su vacilación (que él nunca la hizo de hecho).
En la Biblia, la duda y el temor son pecados. De hecho, Jesús mismo describe la duda como el opuesto de la fe (Mateo 14:31, 21:21, Marcos 11:23). El medio hermano de Jesús, Santiago, está de acuerdo:
Santiago 1:6-8 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos..
Decir que Jesús tenía dudas es convertirlo en un transgresor. Pero eso no es en absoluto la representación bíblica de Jesús. Sí, Jesús puede empatizar con todas nuestras debilidades y, sí, Él fue tentado en todas las cosas como nosotros. ¡Pero lo hizo sin pecado! (Hebreos 4:15)
La condición humana es débil y vacilante. A veces, incluso los mejores de nosotros experimentamos dudas y vacilamos en nuestra fe. Y la Biblia nos dice que tengamos piedad de los hermanos y hermanas que experimentan tal duda: "Sed misericordiosos con los que dudan" (Judas 1:22). Lo que significa que la duda es una evidencia de nuestro quebrantamiento pecaminoso, del cual necesitamos redención.

martes, 25 de diciembre de 2018

¿Dónde estaba Jesús los tres días entre Su muerte y resurrección?

Resultado de imagen de ¿¿Dónde estaba Jesús los tres días entre Su muerte y resurrección?Un pasaje clave en la discusión sobre dónde estuvo Jesús durante los tres días entre Su muerte y resurrección es 1 Pedro 3:18-19 que dice, "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados". La palabra espíritu se refiere al espíritu de Cristo. El contraste es entre Su carne y espíritu, y no entre la carne de Cristo y el Espíritu Santo. La carne de Cristo murió, pero Su espíritu permaneció vivo. El cuerpo de Jesús estaba en el sepulcro, por supuesto, pero Su espíritu, habiendo partido en el momento de Su muerte (Mateo 27:50), estuvo en otro lugar durante esos tres días (Pero Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu).

Pedro nos informa sobre lo que sucedió en esos tres días entre la muerte de Jesús y la resurrección. La Biblia dice que Jesús "predicó" a los espíritus encarcelados (1 Pedro 3:19). La palabra griega utilizada indic
a simplemente que Jesús "anunció un mensaje". Jesús sufrió y murió en la cruz, y su cuerpo fue llevado a la muerte; pero Su espíritu fue vivificado y lo rindió al Padre (Lucas 23:46). De acuerdo con Pedro, en algún momento entre Su muerte y Su resurrección, Jesús hizo una proclama especial a "los espíritus encarcelados".

¿Dónde estaban esos espíritus encarcelados con los que Jesús habló entre Su muerte y resurrección? En ningún lugar de la Biblia se nos dice que Jesús visitara el infierno. La idea de que Jesús fue al infierno para continuar Su sufrimiento no es bíblica; Su sufrimiento acabó cuando en la cruz dijo: "Consumado es" (Juan 19:30). Hechos 2:31 dice que Él fue al "Hades" (Versión Reina Valera), pero el "Hades" no es el infierno. En el griego original, la palabra "Hades" se refiere a la esfera de la muerte, un lugar temporal en donde los muertos esperan la resurrección. Apocalipsis 20:11-15 en las versiones de habla inglesa NASB y en la Nueva Versión Internacional, hacen una clara distinción entre el Hades y el lago de fuego. El lago de fuego es el lugar permanente y final de juicio para los perdidos, mientras que el Hades es un lugar temporal para los perdidos, como también disponen los santos del Antiguo Testamento.

¿Cómo puedo saber con certeza que voy a ir al Cielo cuando muera?

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¿Sabe con seguridad que tiene vida eterna y que va a ir al cielo cuando muera? ¡Dios quiere que usted esté seguro! La Biblia dice: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:13). Supongamos que usted estuviera parado delante de Dios ahora mismo, y Él le preguntara, "¿Por qué debería dejarte entrar al Cielo?"

¿Qué respondería usted? Tal vez no supiera qué responder. Lo que necesita saber, es que Dios nos ama y ha provisto una manera por la cual podemos saber con seguridad dónde pasaremos la eternidad. La Biblia lo declara de esta manera: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).


Tenemos que entender primero, el problema que nos impide acceder al Cielo. El problema es que nuestra naturaleza pecaminosa nos impide tener una relación con Dios. Somos pecadores por naturaleza y por voluntad propia. "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). No podemos salvarnos a nosotros mismos. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie de gloríe" (Efesios 2:8-9). Merecemos la muerte y el infierno. "Porque la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).

Dios es santo y justo, y por lo tanto debe castigar el pecado. Aún así, Él nos ama y ha provisto para el perdón de nuestro pecado. Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). Jesús murió en la cruz por nosotros: "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios" (1 Pedro 3:18). Jesús fue resucitado de la muerte: "El cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4:25).

¿Deben los cristianos celebrar la Navidad?

Imagen relacionadaLa discusión de si los Cristianos deben celebrar la Navidad o no ha estado vigente durante siglos. Hay Cristianos dedicados y sinceros a ambos lados del dilema, cada uno con múltiples razones del porqué o el por qué no se debe celebrar la Navidad en los hogares Cristianos. ¿Pero qué es lo que dice la Biblia? ¿Da la Biblia una instrucción clara de si la Navidad es una festividad que deba ser celebrada por los Cristianos?

Primeramente veamos las razones por las que algunos Cristianos no celebran la Navidad. Una razón contra la celebración de la Navidad es que las tradiciones que rodean esta festividad tienen su origen en el paganismo. La búsqueda de información sobre este tema es difícil, porque los orígenes de muchas de nuestras tradiciones son tan oscuros que sus fuentes de información a menudo son contradictorias entre ellas. Campanas, velas, muérdago y otras decoraciones se mencionan en la historia del culto pagano, pero el uso de estas en el hogar no significa retornar al paganismo. Aunque sí se pueda considerar que hay ciertas raíces paganas en algunas tradiciones, hay muchas más asociadas con el verdadero significado de la Navidad, como lo es el nacimiento del Salvador del mundo en Belén. Del mismo modo, campanas que tañen para anunciar las buenas nuevas, velas que se encienden para recordarnos que Cristo es la Luz del Mundo (Juan 1:4-9), una estrella que se coloca en la punta del árbol para conmemorar la estrella de Belén, y regalos que se intercambian para recordarnos los obsequios de los reyes magos a Jesús, el regalo más grande de Dios a la humanidad.


Otro argumento contra la Navidad, concreta
mente el del árbol de navidad, es que la Biblia prohíbe traer árboles a nuestros hogares para decorarlos. Está basado en el pasaje de Jeremías 10:1-16, pero este pasaje se refiere a cortar árboles, cincelar la madera para hacer un ídolo y después decorarlo con plata y oro, con el propósito de inclinarse ante él y adorarlo (véase también Isaías 44:9-18). Así pues, el pasaje de Jeremías no puede tomarse fuera de contexto y aplicarse como legítimo argumento contra los árboles de Navidad.

domingo, 23 de diciembre de 2018

La mano escondida de Dios

Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas. Salmo 139;16.
Un amigo mío fue adoptado por una pareja norteamericana que fue a la obra misionera en Ghana. Cuando volvieron a Estados Unidos, él empezó la universidad pero tuvo que abandonarla. Luego, se alistó en el ejército, lo cual lo ayudó a pagar sus estudios y lo llevó por todo el mundo. Dios estaba obrando en todo eso, preparándolo para un rol especial. Actualmente, escribe y edita literatura cristiana para una audiencia internacional.
Su esposa también tiene una historia interesante. En el primer año de universidad, suspendió un examen de química por un medicamento erróneo que había tomado para la epilepsia. Entonces, decidió estudiar el lenguaje de señas, que no era tan exigente. Al reflexionar en aquella experiencia, ella dice: «Dios estaba redirigiendo mi vida para un propósito mayor». Actualmente, se dedica a hacer que la Palabra transformadora de Dios sea accesible a quienes tienen problemas de audición.

¿Te preguntas a veces adónde te está guiando Dios? El Salmo 139:16 reconoce la mano soberana de Dios en nuestras vidas: «Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas». No sabemos cómo usará Dios las circunstancias, pero podemos descansar seguros en que sabe todo de nosotros y guía nuestros pasos.
Señor, gracias por guiar mis pasos.
¿Qué pasos das en los que puedes descubrir la guía de Dios o cumplir con su llamado para tu vida?

Gracias al Señor que me ha dado tanto

Cualquiera que oyera alguna vez el poema hecho canción, titulado “Gracias a la vida”, no pudo imaginarse que detrás de ese tributo de gratitud, se enmascaraba sarcasmo, dolor y muerte.
Algunos de los versos de dicho tema decían:
“Gracias a la vida que me ha dado tanto / Me dio dos luceros que cuando los abro  / perfecto distingo lo negro del blanco  / y en el alto cielo su fondo estrellado  / y en las multitudes el hombre que yo amo / Gracias a la vida que me ha dado tanto / Me ha dado la marcha de mis pies cansados …”
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No se puede discutir el optimismo que destila la legendaria composición, la misma que bien pudo ser todo un himno de gratitud por lo vivido. Sin embargo no fue así, pues la autora de tan exquisito legado poético y musical (Violeta Parra), después de una vida de agitación y afanes diarios, y de un desgaste emocional entre dos matrimonios fallidos y una última relación amatoria tormentosa, tomó la fatal decisión de quitarse la vida, irónicamente de aquella “vida” a la que en sus versos agradecía.
Los entendidos hablaron de depresión; y el mundo sigue comentando de ella y de su trabajo. Sí, depresión: un mal que carcome la existencia; que avanza silenciosamente como un cáncer, superando por lo general, la acción de cuantos profesionales, terapias, y medicamentos, se recomienden.
Porque la depresión es un arma poderosa que sigue utilizando el enemigo para acabar con el ser humano, para robarnos la esperanza, para debilitarnos la fe, para sellarnos los sentidos y no dejarnos percibir que al final del túnel hay una luz llamada Jesús.
Amigo, no dejes que ninguna raíz de tristeza crezca por mucho tiempo en tu interior, porque su tallo y ramas (angustia, ansiedad, depresión) terminarán maniatando tu voluntad. Cada vez que te sobrevengan aflicciones y cargas, ponlas a los pies del Señor, y mientras te esfuerzas en la lucha, permite que Él actúe. No hay otro sanador, médico, psiquiatra, o consejero mejor.
Con ello, al final de tu peregrinaje terrenal, en vez de decir “Gracias a la vida…” dirás  “Gracias al Señor que me ha dado tanto…”

Vengan a mí ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.

(Mateo 11:28)