jueves, 29 de septiembre de 2016

10 Conceptos Transferibles - Concepto 6

Cómo puede dirigir usted a otros a Jesucristo

Una de las cosas más valiosas que usted puede hacer por otra persona es hablarle sobre Jesucristo, y la forma como ha sido salvo de sus pecados por medio de su fe en Él. No tiene por qué ser un pastor o un excelente orador para poder dirigir a otros a Jesús. Si usted es cristiano y está lleno del Espíritu Santo por medio de su fe, tenga la seguridad de que tiene la habilidad de dirigir a otros a Jesucristo y ver a mucha gente poner su fe en Él. Jesús le dijo a sus discípulos "Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…" (Hechos 1:8)
Resultado de imagen de Cómo puede dirigir usted a otros a JesucristoLa Biblia nos dice que Dios quiere que cada persona crea en su Hijo y sea salvo (Juan 3:16) “¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:14). Hay muchas maneras de compartir nuestra fe con otros y nosotros como cristianos, debemos hablarles sobre Jesús. Una de esas maneras es usando las cuatro leyes espirituales con alguien que no conoce a Jesús como Señor y Salvador. Es un folleto que explica el mensaje del evangelio de una manera fácil de entender.

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15)
“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” Hechos 1:8
“Porque serás testigo suyo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído.” Hechos 22:15




Los cristianos solo tienen un Maestro

Uno es vuestro Maestro, el Cristo. Mateo 23:8
No vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo. Marcos 9:8
A sus amigos que se hacían llamar por su nombre, un reformador decía: les ruego que dejen de valerse de mi nombre y llámense simplemente "cristianos". Yo no fui crucificado por nadie. Ni soy ni quiero ser el maestro de nadie. Cristo es nuestro único Maestro.
Ante una multitud entusiasta que quería adorarlos, Bernabé y Pablo reaccionaron enérgicamente, diciendo:Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros” (Hechos 14:15). ¡Qué dispuestos estamos a seguir a un hombre! Y también, ¡qué presto está un hombre a presentarse como "maestro" ante sus semejantes, o como intermediario entre Cristo y los hombres! Cuando Jesús estaba en la tierra, invitaba a quienes encontraba a seguirlo, y les mostraba el peligro de seguir a "extraños” (Juan 10:5).
Cristianos, no nos equivoquemos, uno solo es nuestro Maestro, Jesucristo, quien dio su vida por nosotros. Debemos respetar a todos los hombres, honrar a nuestros hermanos y tener a algunosen mucha estima y amor por causa de su obra” (1 Tesalonicenses 5:13), pero a quien debemos seguir es a Cristo, el único digno de nuestra adoración. ¿A quién iremos?, dijo Pedro, dirigiéndose a Jesús (Juan 6:68). Solo Él tiene “palabras de vida eterna”, solo Él es nuestro Dios Salvador.
¿A quién pues acudir?
Tu voz de encantos llena
nos dice: No temáis,
siempre confiad en mí; consuelo Tú nos das,
De gozo el alma plena;
¿A quién pues acudir, ¡oh Jesús! sino a ti?.

¿Cuáles son los argumentos bíblicos más sólidos de la divinidad de Cristo?

Resultado de imagen de ¿Cuáles son los argumentos bíblicos más sólidos de la divinidad de Cristo?Es difícil negar que el Nuevo Testamento esté lleno de referencias acerca de la divinidad de Cristo. Desde los cuatro evangelios canónicos, pasando por el libro de Los Hechos y las epístolas paulinas, Jesús no sólo es visto como el Mesías (o Cristo), sino que también es comparado con Dios mismo. El apóstol Pablo se refiere a la divinidad de Cristo cuando Él llama a Jesús “nuestro gran Dios y Salvador" (Tito 2:13), e incluso dice que Jesús existió en "forma de Dios" antes de su encarnación (Filipenses 2: 5-8). Dios el Padre dice con respecto a Jesús, "Tu trono, oh Dios, por los siglos de los siglos" (Hebreos 1: 8). Se hace referencia directa a Jesús como el Creador mismo (Juan 1: 3Colosenses 1: 16-17). Otros pasajes bíblicos enseñan la deidad de Cristo (Apocalipsis 1:72:81 Corintios 10:41 Pedro 5:4).

Aunque estas menciones directas son suficientes para demostrar que la Biblia afirma que Jesús es divino, podría resultar más efectivo un enfoque más indirecto. Jesús en repetidas ocasiones se colocó en el lugar de Yahvé, asumiendo las facultades divinas del Padre. A menudo, Él estuvo haciendo y diciendo cosas que solo Dios tenía derecho a decir y hacer. Jesús también se refirió a sí mismo de diferentes maneras, con las cuales insinuó su deidad. Algunos de estos casos nos proporcionan la prueba más contundente del auto-entendimiento divino de Jesús.


En Marcos 14, Jesús está acusado en su juicio delante del sumo sacerdote. "El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo" (Marcos 14:61-62). Aquí, Jesús se está refiriendo al libro de Daniel en el Antiguo Testamento, donde el profeta Daniel afirma, "Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido" (Daniel 7:13-14).

En esta referencia a la visión de Daniel, Jesús se identifica a sí mismo como el Hijo del hombre, una persona a quien le fue dado "dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran". El Hijo del hombre tiene un dominio que es eterno y no pasará. I
nmediatamente vienen las preguntas, ¿qué clase de persona tiene un dominio que es eterno?, ¿a qué clase de persona se le otorga un reino donde todos los hombres le servirán? El sumo sacerdote, que escuchó la afirmación de Jesús respecto a la divinidad, inmediatamente rasgó su manto y declaró a Jesús culpable de blasfemia.

¿Qué es el don de hablar en lenguas?

Resultado de imagen de ¿Qué es el don de hablar en lenguas?El primer acontecimiento de hablar en lenguas se produjo en el Día de Pentecostés; lo encontramos en el libro de los Hechos 2:1 al 4. Los apóstoles partieron y compartieron el Evangelio con las multitudes, hablándoles en su propia lengua, “¡Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios!” (Hechos 2:11). La palabra griega traducida “lenguas”, literalmente significa “idiomas”. Por tanto, el don de lenguas es hablar en un idioma que una persona no conoce, a fin de ministrar a alguien que habla ese idioma. En 1ª Corintios capítulos 12 al 14, donde Pablo habla de dones milagrosos, comenta, “Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablase con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?” (1ª Corintios 14:6). De acuerdo con el Apóstol Pablo, y de acuerdo con las lenguas descritas en Hechos, hablar en lenguas es valioso para aquel que escucha el mensaje de Dios en su propio idioma, pero es inútil para todos los demás - a menos que sea interpretado / traducido.

Una persona con el don de interpretar lenguas (1ª Corintios 12:30) podría entender lo que uno que habla en lenguas está diciendo, aunque no conozca el idioma que está siendo hablado. El intérprete de las lenguas comunicaría entonces, el mensaje del que habla en lenguas a todos los demás, de manera que todos pudieran entender. “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla” (1ª Corintios 14:13). La conclusión de Pablo en cuanto a lenguas no interpretadas es poderosa, “Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (1ª Corintios 14:19).