jueves, 16 de agosto de 2018

El verdadero poder de la prueba

“Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos”.
(Lucas 22:31 – 32 NVI)
Somos esclavos de nuestros temores, nos pasamos la vida tratando de controlar las pruebas que hemos de atravesar. Interiormente tenemos un mar de sentimientos encontrados, lo que hemos soñado, aquello que en lo más profundo de nuestro corazón anhelamos, o eso que después de pedirle durante mucho tiempo a Dios que nos lo conceda, no lo recibimos.
Quizá usted sea una de esas mujeres decepcionadas del amor de su esposo, o simplemente sus deseos de alcanzar felicidad parecen lejanos e imposibles; o es un hombre cansado de la rutina de su hogar, que se siente desesperado por la cantaleta de su esposa y el agobio de los gastos que producen sus hijos, o que atraviesa desiertos por los cuales continúa caminando como si se encontrase en un laberinto sin salida; desiertos de desamor, desprecio, soledad, fracaso laboral, enfermedad, la pérdida de un ser querido... y ante este horizonte solo ve oscuridad.
Resultado de imagen de El verdadero poder de la pruebaAl primer tropiezo o dificultad nos derrumbamos, abandonamos la esperanza, caemos y nos dejamos desanimar, nuestra visión se nubla, y como un círculo vicioso vagamos en la vida repitiendo una y otra vez la historia. Nos preocupa y atormenta algo que aún no ocurre, nos ahogamos en nuestras preocupaciones, y acudimos a todo y a todos menos a Dios para darles solución.
Creemos que con nuestras fuerzas lo podemos todo, renegamos de Dios y nos alejamos totalmente de Él… pero nos equivocamos. Todo en nuestra vida tiene de nuevo sentido cuando decidimos confiar y creer en el poder restaurador de Aquél que en su voluntad espera lo mejor de nosotros.
No importa donde estés, procura no pasar desapercibida/o, da lo mejor para dejar una huella positiva en ese lugar. Nuestra determinación a hacer lo que le agrada a Dios en medio de cualquier situación es lo que nos da la victoria.
Mas con tus fuerzas no vas a lograr que esa situación que hoy atraviesas desaparezca; pero tener fe, creer que a Dios no le ha quedado grande tu vida, apostar a que su poder es mucho más grande que tus problemas, sí. Marcos 11: 22- 23 NVI.

¿Cuánto vale Jesús para mí?

Marcos 14:3-5 (RVR 1960) “Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro (piedra de yeso muy fino) de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella". El sueldo de todo un año.
Ahora miremos a Judas.
Mateo 26:15 (RVR 1960) “y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata." El precio de un esclavo, 120 denarios“.
Resultado de imagen de ¿Cuánto vale Jesús para mí?Dos personas que le asignan un precio diferente al Señor.
No es que Jesús tenga un precio, pero de alguna forma nosotros, como humanos, asignamos valor a las personas, y cuanto más valgan para nosotros o entre más nos importen, estamos más dispuestos a sacrificarnos o esforzarnos para que estén bien.
Por ejemplo: Nuestros hijos.
Vemos como para María, Jesús era muy valioso. Era tan especial para ella que no le importó el coste del perfume, porque para ella no había nada que fuera tan valioso que se pudiera igualar a lo precioso que era Jesús.
Como contraste vemos a un Judas para el cual Jesús no valía nada y no quería sacrificar nada. Ante todo buscaba la forma de obtener alguna ganancia de Jesús, buscaba la forma de beneficiarse con Jesús.

¡Conociendo a aquel a quien adoramos!

La primera actitud de un adorador es la de procurar estar lo más cerca posible de Cristo, lo cual significa mucho más que el hecho de ir a la iglesia a cantar; es caminar apegado a Él, pues no existe adoración en solitario; es necesario que exista el adorador y el adorado, por lo tanto es necesario que exista esta proximidad, y también tiene que haber iniciativa por el hecho de tener “libre acceso”. Además, no estamos limitados a tener que ir a un determinado lugar.
Santiago dice: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, lamentad y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor y él os exaltará.” RV95 (Santiago 4:7-10)
Resultado de imagen de ¡Conociendo a aquel a quien adoramos!Dios promete estar junto a los que se apartan del pecado, los que purifican sus corazones y lo invocan verdaderamente arrepentidos. La comunión con Dios traerá su presencia, su amor, sus bendiciones y su paz: Considera al íntegro y mira al justo, porque hay un final dichoso para el hombre de paz”. (Salmo 37:37)
Entonces, ¿Qué hacer para acercarse al máximo a Dios?
Para alcanzar este objetivo es necesario tener hambre (no de pan), y sed (no de agua), sino de oír las Palabras del Señor (Amós 8:11)
El deseo más profundo de nuestro corazón ha de ser: estar yo en la casa del Señor  todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor (Salmo 27:4)
Es necesario llegar al punto de que confesemos que somos total, sin remedio y absolutamente dependientes de una dosis eterna que sacie el insaciable deseo que hay dentro de nosotros, porque ansiamos ver a Dios como Él es, en toda su gloria.

El Heredero

Un hombre plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje. Llegada la cosecha, mandó un siervo a los labradores para recibir de ellos una parte del fruto. Pero ellos lo agarraron, lo golpearon y lo despidieron con las manos vacías. Entonces les mandó otro siervo; a éste le rompieron la cabeza y lo humillaron. Mandó a otro, y a éste lo mataron. Mandó a otros muchos, a unos los golpearon, a otros los mataron. Le quedaba todavía uno, su hijo amado. Por último, lo mandó a él, pensando: “¡A mi hijo sí lo respetarán!” Pero aquellos labradores se dijeron unos a otros: “Éste es el heredero. Matémoslo, y la herencia será nuestra.”  Así que le echaron mano y lo mataron, y lo arrojaron fuera del viñedo. Marcos 12:1-7.
el herederoEsta parábola nos enseña que esos labradores malvados pecaron de egoísmo, envidia y planes perversos, prototipo de Satanás. Creyendo haber hecho como con Jesús, lo que estos hicieron con el heredero, el hijo amado, a quien creyendo muerto, resucitó al tercer día.
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Hebreos 1:1-3
Cristo es el heredero y nosotros coherederos con él, quien avergonzó al malvado enemigo purificando nuestros pecados; limpiándonos y comprándonos con su sangre nos hace participes de su reino, compartiendo por Gracia la herencia de Su Padre contigo y conmigo si somos fieles y perseveramos hasta el final.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:17