Hay muchas cosas que nos pueden causar un profundo dolor, como el divorcio, la pérdida de un trabajo, la enfermedad o el óbito de un ser querido., etc. El dolor viene como en oleadas de tristeza que se disipan solo cuando llegan ciclos de sanidad. Reconocer este proceso cuando ocurre en su vida, le ayudará a soportar y aún a crecer a lo largo de esta triste experiencia. Este ciclo de sanidad no siempre ocurre en el mismo orden que viene a continuación, y algunas cosas suceden más a menudo que otras, pero todas son parte natural del proceso de luto. Recuerde que esto es normal y que ayuda mucho buscar auxilio.
- Liberación emocional: tiempo caracterizado por llanto, sollozos y/o sentimientos de profunda tristeza.
- Soledad y depresión: un sentido de pérdida; la profundidad dependerá de lo dependiente que haya sido de la persona/la gente/las cosas involucradas.
- Culpa – cuestionar las propias decisiones - “Pude haber hecho más” o “Debí haberlo hecho de otra forma”.
- Enojo, culpa ajena, hostilidad: “¿Por qué me hicieron esto?” “¿Por qué Dios me hizo esto?”
- Depresión: un sentido abrumador de apatía y de no poder continuar con la vida.
- Reconocimiento de la pérdida: entendimiento de lo que perdió. Por ejemplo, quizás no solo perdió el trabajo, sino sus ingresos, su posición y su autoestima.
- Agradecimiento: si perdió a un ser querido, aprecie los buenos recuerdos y la vida de esa persona.
- Regreso de la esperanza: “La vida seguirá,” “Puedo lidiar,” o “Dios me sacará de esto.”
- Regreso a la nueva rutina: aceptar la pérdida y ajustarse a ella.