A veces somos víctimas de nuestros problemas. ¿Además, en algún momento te has hecho tú mismo la víctima para lograr algo? Solemos subestimar la capacidad que tenemos para crear hipotéticas enfermedades, problemas, tragedias o escenarios que a veces ni siquiera son reales, pero que por algún interés buscamos lograr que lo sean. En este sentido, uno de los errores que podemos cometer de manera consciente o inconsciente es jugar a “ser la victima”, buscando de esta manera la aprobación de algunos, o un trato especial, evadiendo situaciones que no sabemos manejar. El problema para muchos es que éste no ha sido un error en el que han caído una o dos veces, sino que se ha convertido a largo plazo en un vicio que muchos ni siquiera han advertido.
Estar bajo el papel de víctima es consecuencia de la inseguridad. El propósito es buscar la atención de los demás para conseguir algo de ellos, como un trato condescendiente o especial, producir lástima, o generar una excusa para no asumir responsabilidades, entre otros. Puede que algunas de estas personas tengan un cierto egoísmo al usar la excusa de “ser la victima” para conseguir beneficios propios; otras son personas dependientes emocionalmente que buscan que otros los lleven de la mano a través de la vida. El caso es que vivir lamentándose por las situaciones del pasado, además de ver las situaciones presentes como abismos sin salida o problemas que solo a ciertas personas les ocurren, conllevan a crear un escenario ficticio en donde la persona es el centro de atención rodeado de lamentos, problemas y quejas.
Algunas de estas personas creen tener un problema psicológico que los hace ser así (típica actitud de una persona que vive bajo el papel de victima), y puede que en algunos casos sea cierto, pero también es cierto que si bien en un principio no presentaban un problema real, después de un tiempo puede que esa autocompasión, quejas y lamentos exagerados produzcan un problema en su entorno, alejando quizás a muchos allegados quienes en algún momento se casan de lidiar con esa dependencia o demanda de atención de parte de “la victima”.