sábado, 27 de enero de 2018

Murió con La Biblia en mano, predicando El Evangelio a su asesino en Ohio

Un trabajador de 21 años del Ejército de Salvación en Cleveland, Ohio, fue asesinado a tiros en la cabeza el día 30.12.17 por la mañana, con su Biblia en la mano, mientras predicaba el Evangelio. Quienes conocieron a Jared Plesec, dicen que estaba dedicado enteramente a su fe y vivió para enseñar a otros acerca de Dios.
“Jared era un empleado (trabajador juvenil) y miembro de la iglesia de Salvation Army Temple Corps Community Center en Collinwood. Jared murió compartiendo el amor de Dios. Jared falleció con el uniforme completo del Ejército de Salvación, con su Biblia en la mano, habiendo dejado su casa en su día libre para integrarse como voluntario en Red Kettle de The Salvation Army “, dijo el Ejército de Salvación en un comunicado, según lo informado por WKYC.com.
“En los últimos dos días, cientos de personas, en su mayoría jóvenes, acudieron al Ejército de Salvación en Collinwood, para rendir homenaje a la vida de Jared. Todos tenían una cosa en común, que Jared los amaba, se preocupaba por ellos y cambió sus vidas.
“Hoy sentimos una gran pérdida porque a Jared nos lo arrebataron demasiado pronto. Sin embargo, nos regocijamos de que esté en el cielo con el amoroso Padre Celestial sobre el que habló a tanta gente”.
La policía arrestó a William Jones, de 27 años, en relación con el asesinato. Según los informes, Jones fue a robar tranquilamente después de matar a Plesec, antes de ser capturado en Lakewook. El sospechoso ha sido acusado de asesinato agravado, hurto mayor y de huir.
Los testigos dijeron que Jones mató a Plesec mientras compartía la Biblia con él, informó Fox 8 News. Plesec, que también era profesor de estudio bíblico, fue descrito como inteligente, dulce y lleno de fe, y los dolientes declararon que él perdonaría a su asesino.
“Hablaba con Jared a menudo y él decía que no tenía miedo. Yo decía ‘Jared, ten cuidado en las calles’. Él dijo: “No tengo miedo. Sé a dónde voy”, y él decía que morir es ganancia. Como si no tuviera ningún problema con la idea de ser perseguido por el Evangelio. Él sabía lo que creía, y aseguró que si algo le ocurría, él estaría bien “, agregó.
Su amigo Crawley compartió que Plesec trajo gente a la iglesia.
“Él me mostró la luz y todo lo que el Señor podía hacerme, cómo podía obrar a través de mí. A cualquiera que lo hiciera mal, simplemente lo amaba. Amaba a todos. Por eso no puedo entender por qué alguien le hizo esto. Era una persona cariñosa “, declaró Crawley.
El Ejército de Salvación realizó un servicio para Plesec el domingo, al que asistieron miembros de su familia.
“Jared, era el verdadero protagonista. Amaba al Señor con todo su corazón. Lo único que quería era atraer gente hacia Él. Quería hacerlo de la forma que pudiera”, compartió Diane Schaffer, una de sus primas.
“Iba a cualquier barrio. No le tenía miedo a nada. Quería que las personas supieran lo que se suponía que debían hacer y cómo vivir sus vidas. Era una persona maravillosa."

Déjame abrazarte

No te preocupes, no tienes que decirme nada; vine porque te oí llamarme, te escuché mientras tus lágrimas caían por ese hermoso rostro que diseñé antes de que existieras. Vengo hoy ante ti porque nunca he podido ver que alguien que amo sufra y piense que está sol@, que no hay salida, o que la vida es un suspiro perdido en el deseo de ser feliz.
Vengo porque he estado observándote día y noche mientras caminas, corres, sales, entras, y tratas de ocultar lo que siente tu corazón.
Sé exactamente lo que te pasa, exactamente lo que te hace falta; lo sé desde antes que me lo pidieras, y por eso estoy aquí, porque nunca desperdiciaré un corazón triste, porque yo me deleito al venir y estar a tu lado, en consentirte y acariciar esos hermosos e imponentes cabellos que yo mismo he contado. Me deleito en tomar en mis manos todo aquello que te hace sufrir, todo aquello con lo que no puedes y pesa sobre ti; vengo a llevarme todo eso sobre mis hombros y a dejarte la paz más acogedora que hayas podido sentir. Me deleito en tomar cada una de tus lágrimas y guardarlas, porque algún día te las devolveré para que recuerdes cada uno de los momentos en los que, a pesar de todo, estuve contigo.
No importa lo que has hecho, no importa tu pasado; solo importa que estás aquí y yo estoy aquí para decirte: Nunca más, no estarás más triste, no estarás más confundid@, no sentirás más que tienes un rumbo incierto y que caminas sol@ en este enorme mundo, no vivirás más como si recorrieras un laberinto constante de inefables muros indolentes, no volverás a mirar al cielo sin encontrar una respuesta. Hoy vine a decirte que la salida está a tu lado, la luz está aquí contigo y no volverás a abrir los ojos en medio de la oscuridad. Cada mañana al abrir tus ojos sentirás que la luz entra por tu ventana y no se irá en ningún momento del día. Hoy vine por ti, porque te amo y siempre te amaré, porque soy tu Padre y siempre seré tu Padre; la pregunta es: ¿Quieres tú ser mi hijo?

Yo estoy esperando por ti cada día para decirte, ¡déjame abrazarte!

Sin temor

Resultado de imagen de Sin temorSon muchas las veces que por miedo, o por inseguridad, hemos detenido proyectos, o hemos dicho no a las oportunidades que se nos presentan. El el miedo se ha llevado sueños, paz, tranquilidad..., el miedo ha sido un estafador, eso es.
Puede que haya un miedo que te impulse a mejorar, a salir adelante, puede afectarte, sí, pero cuando el miedo paraliza tu vida, es cuando se ha descontrolado. Las personas desarrollan diferentes miedos en la infancia, y algunos, al crecer, siguen estando ahí, quedándose intactos; lo único que cambia es la apariencia física, pero ocasionalmente esos miedos vuelven a surgir, quizá el miedo al abandono, a no lograr metas, etc.
Cuando dejamos que el miedo nos controle, no dejamos que el propósito de Dios se cumpla, y uno de sus grandes propósitos es que vivamos una vida plena, confiando en Él, que a pesar de cualquier miedo podamos ver a Dios en medio de todo.
¿Cuál es tu miedo? ¿? Dios sí lo sabe; clama a Él, que Él está listo para librarte. 
“Clamé a Jehová y él me oyó y me libró de todos mis temores” Salmos 34:4
Él puede librarte de cualquier temor, de tu pasado o de tu presente. Él te ha creado para una vida de confianza, de Fe. No te ha creado para que vivas esclavizado a los temores; el miedo solo paraliza, nos aleja de una vida plena.
Cuando venga un temor a tu vida, ora a Dios y dile tu temor: El amor de Dios te cubrirá ante cualquier circunstancia.
¡No temas! Dios está contigo. Él dijo que estaría contigo todos los días hasta el fin del mundo. Y después del fin del mundo sigue una eternidad con Él, eternidad para todos los que lo amaron.
“Desde la angustia invoqué a Jehová, y me respondió Jehová, poniéndome en lugar espacioso. Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Salmos 118:5-6”
Su palabra está llena de versículos que nos recuerdan su protección, en los que nos dice que no tengamos miedo, y así debes avanzar, sin temor, porque tu Padre, el creador del Universo va contigo. Si el Poderoso va contigo, no existe nada que pueda en contra tuya.

“Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Romanos 8:31”

Caminando con paso seguro

Siempre que iniciamos algo en la vida lo hacemos con la seguridad de que todo saldrá bien. Seguramente, no habrá nadie que inicie un proyecto, por muy sencillo que éste sea, con el deseo de que salga mal o fracase; la mentalidad del hombre siempre será o debe ser triunfadora, siempre espera alcanzar el éxito que se ha propuesto o alcanzar el sueño que ha acariciado por largo tiempo. Esto es caminar seguro, con paso firme, con convicción, sin temor a nada ni a nadie; al contrario, hay en él una confianza plena de lo que está realizando, porque su andar es la de una persona mentalizada en la victoria. Así es el caminar del creyente en sus inicios, ya que está convencido de que el Señor en todo momento lo acompaña, lo respalda, lo guía, y le da la confianza y paz que solo Él le puede dar…
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¿Pero qué pasa cuando deja de confiar en Dios, cuando se deja arrastrar por las cosas que la vida le ofrece en su momento, cuando siente que todo lo que él emprende es triunfante, cuando decide actuar por cuenta propia y toma la decisión de caminar apartado de la senda que Dios le ha marcado? ¿Qué pasa? Que todo se desploma, como un edificio que de pronto ha perdido sustentación, y todo lo que en él había se va al vacío perdiéndose en su totalidad. Así el hombre pierde todo, su caminar se vuelve cansado, inseguro, vacilante, y en su rostro se manifiesta la frustración y la derrota; la confianza y la seguridad se han esfumado; en él solo queda el amargo sabor del fracaso. Triste ¿verdad? Pero esta es la cruda realidad de aquellos que deciden abandonar el Camino, que deciden renunciar a su Fe, o toman en sus manos el control de sus vidas; entonces, viven sus cinco minutos de fama, olvidándose de Dios y de todas las promesas que Él les ha hecho. En su mente se sucede una renovación (otra mentalidad), alejada completamente de los designios de Dios, haciendo cosas que lastiman el corazón del Todopoderoso. La persona pierde el objetivo, tal como sucedió con Pedro, el discípulo, cuando le pidió al Señor que le permitiera caminar sobre las aguas e ir a encontrarse con Él, sin importarle el riesgo que implicaba ya que su mirada estaba puesta en el Creador y consumador de la Fe; Pedro no midió las consecuencias, ni tampoco se puso a pensar en cosas funestas, ya que su confianza estaba puesta únicamente en el Señor, hasta que titubeó y perdió de vista al que lo sostenía.