Es muy cierto que no es preciso ir a la iglesia para ser salvo, pero cuando usted es salvo, ya pertenece a la Iglesia. No es un edificio. La Iglesia es el cuerpo de Cristo. Usted no se registra en una iglesia; al nacer espiritualmente, usted ha sido unido a la Iglesia. Sin embargo, usted puede hacerse miembro de una iglesia, la que comúnmente es llamada “la iglesia local”.
Para su información, una “iglesia sana” es multicultural; o sea, incluye personas de toda nacionalidad, color y credo. No tenemos que decir que hay una iglesia de gente blanca, gente negra, gente rica o gente pobre. Todos somos uno en Jesucristo. Las congregaciones no son perfectas, están formadas por gente como usted y como yo. No permita que la imperfección de la gente lo distraiga, permanezca siempre con los ojos puestos en Jesús. Él debe ser el enfoque total de nuestras vidas. Mientras mantengamos nuestros ojos fijos en Él, todo lo demás marchará muy bien.