lunes, 19 de marzo de 2012

Te quiero


Tú creaste mi vida
Pusiste tu marca en mí
Como no he de admirarte
Ternura sembraste allí.
En tu amor me formaste
De chico tú me cuidaste
En cada paso que dimos
Tu huella fue mi destino.
Vivo por ti
Canto por ti
Sueño de ti
Le diré al mundo que por ti me muero
Me hace feliz estar aquí
Es en tus brazos donde más te quiero
Te quiero, te quiero, te quiero yo a ti te quiero.
Cuando estuve perdido
Solo tú me encontraste
Tus ojos allí me vieron
Tu sueño en mí hecho verbo.
Vivo por ti
Canto por ti
Sueño de ti
Le diré al mundo que por ti me muero
Me hace feliz estar aquí
Es en tus brazos que yo allí me quedo
Y al estar allí delante de ti postrado en el suelo
Te diré te quiero
Te quiero, te quiero, te quiero yo a ti te quiero.

Hoy… Desecharé la superstición



Porque en Jacob no hay agüero, ni adivinación contra Israel.    Números 23:23
¡Estas palabras deberían arrancar de raíz todos los temores pueriles y supersticiosos!
Aún cuando hubiese alguna verdad en la hechicería y los agüeros, el pueblo de Dios no debería dejarse afectar por ellos. A quienes Dios bendice no puede maldecir el diablo.
Hombres sin temor de Dios, como Balaam, pueden conspirar astutamente contra el pueblo de Israel, pero su silencio y mentira fracasarán. Su pólvora está húmeda y embotado el filo de su espada. Se juntan en asamblea, pero en vano, porque Dios no está en medio de ellos.
Bien podemos permanecer tranquilos y dejarles tender sus redes; a buen seguro que no caeremos en ellas.
Aun cuando soliciten la ayuda de Belcebú, y se sirvan de todas sus artimañas, de nada les valdrá; todos sus encantamientos saldrán fallidos y a sí mismos se engañarán.
¡Cuán grande bendición es ésta! ¡Y cómo tranquiliza el corazón! Los Jacob de Dios pelean con Dios, mas ninguno peleará con ellos y vencerá. Los Israel de Dios tienen poder cerca de Dios y triunfan, mas ninguno podrá prevalecer contra ellos.
No temamos al enemigo mortal de nuestras almas, ni a los enemigos ocultos cuyas palabras son mentirosas y cuyos proyectos, insondables. Jamás podrán dañar a quienes confían en el Dios viviente. Nosotros desafiamos al diablo y a todas sus legiones juntas.
Hoy por eso me visto de autoridad y permanezco firme en la Palabra de Dios.
Señor, en este día estoy consciente del poder que me rodea y la autoridad que me reviste. No importa cuanta superstición me rodea o ataques pueda recibir, porque tu estarás conmigo y si Dios es conmigo quién contra mi. Amén.

En el 4to piso


La empresa para la que trabajaba mi papá siempre proveía de apartamentos de alquiler para sus empleados, por lo general en edificios de varios niveles. Nosotros vivíamos en uno de esos edificios, en el 4to piso.
.Durante dos años, mi papá estuvo enviando su solicitud de un apartamento en el primer piso. Así sería más fácil para mi mamá pues había sufrido complicaciones después de su segundo parto. A ella se le había recomendado el reposo en cama y subir las escaleras todos los días era un poco difícil para ella. Felizmente, justo en esa época, la solicitud de mi papá fue concedida. Mamá y papá se alegraron mucho, al fin nos mudaríamos a un apartamento en el primer piso de un edificio separado que estaba más cerca de la oficina de mi papá.
Sin perder tiempo, hicimos la gran mudanza el sábado siguiente, estábamos emocionados. El lunes siguiente, cuando mi papá volvió del trabajo y estaba a punto de entrar en la casa, vio a una anciana y su antiguo esposo luchando por llevar una silla de ruedas por las escaleras. Él quedó impresionado y conmovido.
Cuando corrió a ayudarlos, dijo la señora, “No te preocupes, hijo, ya estamos acostumbrados, hemos hecho esto durante los últimos 15 años por nuestra hija con discapacidad, Dios lo bendiga por su ayuda de todos modos”.
Las palabras de aquella anciana aunque un tanto tristes pero llenas de amabilidad, hicieron que mi papá sintiera un millar de agujas pinchándole el corazón.

El sábado siguiente, mi mamá y papá intercambiaron el apartamento con la pareja de ancianos y volvimos de nuevo al nivel 4 en el edificio.
Todavía tengo en mi memoria, incluso ahora cada vez que la pareja de ancianos se encontraban con mi papá en cualquier lugar, siempre le miraban con bendiciones en sus ojos llorosos diciendo, “Ángel!” siempre me decían, “Tienes un ángel por padre!” estas palabras trajeron lágrimas de orgullo a mis ojos cada vez … Incluso ahora, cuando estoy escribiendo.
Hechos 20:35 “Más bienaventurada cosa es dar que recibir”
Proverbios 14:21 “Peca el que menosprecia a su prójimo: Mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado.