martes, 19 de julio de 2016

¿Qué das para la Obra de Dios?

El templo estaba a rebosar. No faltó nadie aquella mañana de domingo, como si se hubiesen puesto de acuerdo para llegar puntuales, a pesar de que el cielo nublado amenazaba lluvia.
A un lado, la hermana Juana, que siempre desentonaba en los coros, pero a quien se veía en su rostro que estaba en plena adoración al Señor. Juan, el diácono que amonestaba a los niños que no se concentraban en la prédica del pastor, sobre todo cuando hablaba sobre Apocalipsis. Ah, y también Dolores, la fiel creyente que generalmente llevaba la bolsa para pedir las ofrendas y, si tú no le dabas, se paraba junto a ti y sacudía el pequeño saco hasta que, por vergüenza, echabas un billete dentro.
El ministro explicó que se requería algo de dinero para cancelar una deuda del templo. “Necesitamos, hermanos, su generosa colaboración”, dijo desde el púlpito, y leyó un versículo bíblico. Todos asintieron con la cabeza, conscientes de que era un compromiso moral y espiritual contribuir a saldar el crédito.
Juan José vio cómo echaban billetes en la talega. Y, muy a pesar suyo, no podía eludir el momento. Cerró sus ojos, levantó las manos al cielo y clamó fuertemente. Supuso que al verlo tan espiritual, nadie osaría molestarlo.
Y, por supuesto, no daría un solo céntimo. Pero su esposa lo golpeó suavemente con el codo en el costado. Él gruñó y, de mala gana, sacó un euro y lo depositó. Hubiera querido tener la oportunidad de sacar solo unas monedas.

¿Nos dice la Biblia que existe vida en otros planetas?

La Biblia no dice que haya vida en otros planetas, simplemente dice que Dios creó los cielos y la tierra y colocó al hombre sobre ésta. Pero su silencio acerca del tema no significa que la tierra sea el único lugar habitable, aunque tampoco significa que exista vida fuera de ella.
Vayan por delante, algunas razones del por qué la creencia de que no existe vida en otros planetas. Ahora bien, tenga en cuenta que estas razones son simplemente ejercicios de teología bíblica.
ufoPrimero, la Biblia dice que existe un solo Dios Trinitario y que sólo Él puede perdonar pecados. Jesús es Dios hecho carne (Juan 1:114Colosenses 2:9Filipenses 2:5-8), por siempre hombre (1 Timoteo 2:5Hebreos 7:1721), la segunda persona de la Trinidad, quien murió por nuestros pecados en esta tierra. (Romanos 5; 1 Pedro 2:24). Si hubiera otros seres en otros planetas que hubieran pecado, entonces, ellos necesitarían a un redentor y Dios también hubiera muerto por ellos.
Por lo tanto, los únicos miembros de la Trinidad que hubieran podido morir por los pecados de otra especie serían el Padre y el Espíritu Santo. Pero esto no parece ni posible ni creíble, ya que el esfuerzo de la Trinidad para este mundo habitable, está enfocado y ha sido hecho por el Padre exclusivamente para las personas (Lucas 18:7;Romanos 8:33), el Hijo para redimirlas (Juan 6:3917:924Romanos 5:81 Pedro 2:24), y el Espíritu Santo para guiarlas y habitar en ellas (Hechos 4:29-31Juan 16:13Romanos 8:9-14). El enfoque de la Trinidad ha sido hacia este mundo, hacia la redención de la raza humana, de nadie más. En segundo lugar, si hubiera vida en otros planetas, ¿sería posible que ellos nunca hubieran pecado y por esto no necesitarían de un redentor? Esta pregunta puede ser respondida por la Biblia, la cual dice que la creación al unísono está gimiendo, esperando su redención y el regreso de Cristo. (Romanos 8:22), lo que viene a decir que toda la creación fue afectada por la caída. Cuando Adán pecó, la tierra fue maldecida y la muerte entró al mundo, y si esto es así, otros seres, los cuales también fueron creados a imagen de Dios, también hubieran caído ya que serían parte de la creación divina. O sea, que no sabemos cómo ellos, si realmente hubiera “ellos”, podrían haber escapado al efecto de la caída. También serían pecadores y necesitarían a un redentor. Por lo tanto, “ellos” caerían bajo la primera objeción antes mencionada.
Tercero, existen solo dos opciones posibles para explicar nuestra existencia: la creación y la evolución. La teoría de la evolución no es una opción realmente viable para explicar cómo llegamos aquí. No es aceptable la evolución por dos razones: la Biblia dice que Dios creó la vida sobre la tierra, lo que entra en contradicción con que la vida evolucionó. Segundo, los problemas de la formación de la vida por generación espontánea son tan grandes que ésta es imposible. Además, existen muchos vacíos sin una explicación coherente, como el registro de los fósiles con todas sus imperfecciones e irregularidades, que es aún el más aceptable. Y la teoría de la mutación del ADN es insuficiente para explicar coherentemente el desarrollo de la forma de vida. Y así, se pueden mencionar más casos, pero esta no es la intención de este artículo.

Mejor un día con Él

Resulta evidente que a todo ser humano le gusta visitar lugares bonitos, interesantes, históricos, recreativos, con restaurantes lujosos, etc, que nos hacen sentir plenos de satisfacción.
No poder realizar esos sueños resulta frustrante, pues lo mínimo que puede tener un ser humano en medio de un mundo tan convulso, inestable, corrupto e impredecible, es un rato de sano esparcimiento con sus seres queridos.
Vivo en un país en el cual los mejores lugares de esparcimiento están vedados para personas como yo que no tienen recursos, o sea, que yo soy extranjero en mi propia tierra.
Si mi verdadera felicidad dependiera de poder asistir a estos lugares, estaría frustrado, sería infeliz, digno de lástima, y de cuantos calificativos usted me quiera dar, pero soy muy feliz en medio de las escasez y de todos los males que acechan mi vida, que seguramente lo acechan a usted también aunque esté en el país más desarrollado de este planeta.
Lo que ocurre es que para muchos las imposibilidades les velan la visión, para que no puedan ver lo que sí les es posible.

La astrología y los cristianos

La astrología es la pseudociencia que comprende varios sistemas de adivinación, basados en calcular y observar el efecto que sobre los humanos tiene el sol, la luna, las estrellas y los planetas. Las posiciones de los astros en el momento de nacer un niño, supuestamente influirían en su carácter y personalidad, y el trayecto de los astros revelaría el destino del individuo. En todo caso deberíamos decir que los nacidos bajo un signo astral específico únicamente son más proclives, están más inclinados, a ser de una forma que de otra.
A esta influencia la llaman astral, imaginándose que, además de tener como centro de operación el cuerpo humano, se extiende también al plano moral, o sea a los actos humanos. Como quiera que las naciones son un conjunto de individuos, supone también que las influencias astrales cambian la suerte de los pueblos y de la colectividad.
El horóscopo define los 12 signos del zodíaco, y clasifica a las personas por los signos particulares bajo los que han nacido: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Millones de personas cada día revisan su horóscopo para averiguar su futuro. Firman contratos, constituyen empresas, escogen oficios, hacen apuestas, planean viajes, escogen el nombre de sus hijos, y a veces formulan políticas y decisiones de gobierno, todo en base de los presagios astrológicos, viendo si los astros les favorecen o no.
La Astrología tiene su origen en la antigua Babilonia. En efecto, la obra de Namar Beli, escrita por el rey Sargón 3.000 años antes de Cristo, se refiere a ella. Los libros del rey Asurbanipal contienen observaciones astrológicas, además de varias predicciones y reglas para la interpretación de los sueños. Los babilonios fueron los primeros que observaron los cielos y reaccionaron ante los portentos que creían ver.