domingo, 14 de julio de 2013

El pescador - Meditación, reflexión - Vídeo

Un banquero de inversión americano, estaba en el muelle de un pequeño pueblo caribeño, cuando llegó un bote con un solo pescador.
Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El americano elogió la pesca por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos.
El pescador respondió que sólo un poco de tiempo.
El americano luego le preguntó por qué no permanecía más tiempo pescando y sacaba más pescado.
El pescador dijo que tenía lo suficiente para
satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.
-¿Pero qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo: después de pescar descanso un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora María y voy al pueblo por las noches, donde tomo vino y toco la guitarra con mis amigos. ¡Tengo una vida "placentera y ocupada!"
El americano replicó, "soy máster de Harvard y podría ayudarte. Debería emplear más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande: después, con las ganancias podrías comprar varios botes,
y eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros.
En vez de vender el pescado a un intermediario, lo podrías hacer directamente a un procesador, y eventualmente, abrir tu propia procesadora.
Podrías así mismo controlar la producción, el procesamiento y la distribución.
Deberías salir de este pequeño pueblo e irte a la Capital, donde manejarías tu empresa en expansión".
El pescador preguntó: ¿Pero, ¿cuánto tiempo lleva todo eso?
A lo cual respondió el americano, "entre 15 y 20 años".
"¿Y luego qué?"
El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte.
"Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverías rico, tendrías millones.
"Millones ... ¿y luego qué?"
Contestó el americano:
"Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblecito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches por el pueblo donde tomas vino y tocas la guitarra con tus amigos".
El pescador respondió:
 "¿Acaso no es eso lo que tengo ya?"
MORALEJA
Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos mal por aquello que no tenemos.

"Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas"

¡LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO!

Que Dios te bendiga

Me siento cansado - Reflexiones y Devocionales

Nadie puede negar que incluso en la vida cristiana llegan momentos en los que nos sentimos cansados. Quizá cansados de esperar una respuesta, puede que cansados de los problemas constantes que experimentamos, cansados de ser buenos y no ver los resultados que quisiéramos o cansados de tratar de hacer bien todo y pasar desapercibidos para los demás e incluso creemos, que también para Dios.
El cansancio muchas veces puede llevarnos a alejarnos de Dios aun estando “cerca de Él”, porque no se necesita estar lejos de la Iglesia o del servicio a Dios para estar lejos de Él. Muchas veces puedes ser el mejor servidor de tu Iglesia y sin embargo puede que espiritualmente estés lejos de Dios.
Sentirse cansado es hasta cierto punto normal, y es que a veces el mismo cansancio físico se traslada al ámbito espiritual y por tal razón muchas veces dejamos de orar, dejamos de leer la Biblia, de congregarnos o de hacer ciertas actividades que nos alimentaban y fortalecían espiritualmente.
¿Te sientes cansado? ¿Ya no le encuentras gusto a las cosas espirituales? ¿Sientes que ya no eres el mismo? Quizá alguna de estas preguntas vaya dirigida directamente para ti y seguro que si estás leyendo esto, es porque necesitas que Dios hable a tu vida, porque tienes la necesidad imperiosa de volver a aquel estado en el que te sentías muy bien delante de Dios.

¿Qué hago para volver a sentirme bien con Dios y conmigo mismo?

Primero: Debes entender que necesitas recuperar los hábitos espirituales que te alimentaban y fortalecían. Quizá digas: “Es que no puedo, siempre que lo intento no puedo”. Sinceramente, cuando dejamos de orar o de leer la Biblia se nos hace más difícil volver al ritmo de oración o lectura que antes teníamos, pero eso sólo lo vamos a vencer orando y leyendo. Por mucho que te cueste: ¡HAZLO! Si no lo haces, nunca vas a forjar ese excelente hábito. La Biblia dice: “No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien.” Romanos 12:21 (Nueva Traducción Viviente).

Tú eres la obra maestra en la que Dios quiere trabajar - Ánimo en mensaje - Vídeo

obra maestra
“Oh Jehová, tú me has examinado y conocido”.  (Salmos 139.1)
Hay un cuadro de tu vida que ven los demás, atendiendo a lo que pareces y que les demuestras. Y hay otro cuadro que sólo sientes, vives y ves tú de acuerdo a tus experiencias y a tus propias percepciones, acertadas o equivocadas.  

Pero existe un cuadro de tu vida que el único que lo ve y conoce es Dios. Él lo puede mirar desde todos los ángulos existentes. Él observa esos aspectos invisibles que ni tú ni nadie pueden ver y que desconocen. Es precisamente en esas áreas de tu vida en las que Dios quiere trabajar; Él desea, con detalles de amor y disciplina, restaurarte para un bien y un propósito mayor del que imaginas. Desea que comprendas que aquellas cosas que hoy no entiendes, están en sus manos y que Él no se ha olvidado de ti ni un momento. Eres como esa vasija que ante su espejo se ve amorfa, pero que ante los ojos de Dios es totalmente diferente, porque Él te está trabajando y amoldando. Él te está haciendo fuerte a través del horno del fuego.

Atrapado pudiendo escapar - Devocional

Hay cosas que podemos dejar sólo con la decisión de hacerlo. A veces estamos atados a ciertos comportamientos, a personas, a hábitos o a vicios que pensamos que no podemos dejar, pero la realidad es que sí podemos.
A veces nos mantenemos cometiendo el mismo error simplemente porque queremos, no porque sea necesario o inevitable hacerlo, sino porque simplemente queremos, no porque nos obliguen o nos fuercen a ello, no porque no podamos vivir sin eso, sino porque simplemente “nos gusta” caer en el mismo error de siempre.
A veces puede parecer que nos gustara sentirnos sucios delante de Dios, a veces parece que nos gustase estar pidiendo perdón a cada momento por el mismo error, a sabiendas de que ya somos capaces de no cometerlo, pero nuestra actitud muchas veces demuestra que hemos caído en un circulo vicioso que pareciera ser “placentero” para nosotros, cuando en realidad nos incomoda.
Y es que el pecado nunca va ser cómodo; por más que quieras disimularlo, si eres una persona que realmente ha nacido de nuevo, el pecado siempre te incomodará.
¿Qué es eso que te está afectando en tu vida espiritual? ¿Qué vicio te hace sentir sucio delante de Dios? ¿Qué relación, ya sea de amistad o amorosa, está obstaculizando tu vida espiritual plena con Dios? ¿Qué mal hábito te hace ir diariamente delante de Dios a pedirle perdón? ¿Cuál es tu circulo vicioso que te tiene atrapado cuando en realidad puedes escapar?

El Señor Será Mi Luz - Devocional - Vídeo

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, El Señor será mi luz. Miqueas 7:8.
Este versículo tal vez exprese los sentimientos de alguien que haya sido pisoteado y escarnecido. Nuestro enemigo puede apagar por unos momentos nuestra luz. Pero para nosotros hay esperanza segura en el Señor, y si confiamos en Él conservándonos íntegros, rápidamente pasará el tiempo de nuestro abatimiento y oscuridad.
Los insultos del enemigo duran poco. El Señor cambiará su risa en lamentación y en canciones nuestros suspiros. Aunque durante algún tiempo triunfara sobre nosotros el enemigo de nuestras almas, como efectivamente ha triunfado sobre otros más excelentes, cobremos ánimo porque pronto le derrotaremos. Nos levantaremos de nuestras caídas porque Dios no ha caído y nos levantará. 
No permanezcamos en la oscuridad aunque momentáneamente estemos en ella. Nuestro Dios es fuente de luz y pronto nos traerá días venturosos. No desesperemos ni dudemos. Una vuelta de rueda y lo que está abajo quedará arriba. ¡Ay de los que ríen ahora, porque lamentarán y llorarán cuando su vanidad se torne en desprecio eterno!
Más bienaventurados serán los santos que lloran ahora, porque ellos serán divinamente consolados.
Hoy nuevamente veré su luz y Él me guiará por el sendero correcto.
Señor, gracias por darme la luz de tu presencia. En tu luz hoy andaré. Amén.