miércoles, 19 de diciembre de 2012

Creer para entender - Devocional - vídeo

Todo sería fácil si desde el principio entendiéramos los propósitos de Dios en nuestra vida, el por qué y para qué hace las cosas de la manera que las hace; buscamos a veces una respuesta para todo, incluso para entender las razones de nuestra situación, y nos sentimos mal al no comprender todo lo que desearíamos. Así somos todos; si existiera manera de evitarnos el disgusto y la tristeza, nos ahorraríamos muchas preguntas y comprenderíamos todo lo que nos sucede.
Tratar de entender el por qué Dios hace lo que hace es motivo de que a veces nuestra fe esté limitada, porque sin darnos cuenta estamos pidiendo explicaciones a Dios de todo lo que está haciendo y eso nos va a lleva a desconfiar y sentir tristeza. Realmente es difícil sentir paz en momentos y cosas de nuestra vida que ni siquiera nosotros mismos entendemos, pero la confianza plena de que Dios siempre obra para bien es lo que nos hace resistir en esos momentos inciertos.
Tú puedes estar viviendo situaciones en las que te has preguntado una y otra vez qué es lo que Dios quiere de ti, qué está haciendo que te está doliendo tanto; las personas te dicen que Dios tiene un propósito para tu vida, pero no logras captar cómo saldrás de todo lo que te está pasando y te preguntas, ¿y para qué? Es una pregunta difícil de responder, pero aún en medio de nuestras dudas existe una respuesta:
¿Por qué no logro entender los propósitos de Dios?, ¿por qué mi situación es tan confusa que ni yo mismo entiendo qué es lo que pasa? Cuando intentas comprender humanamente lo que te sucede, la respuesta obviamente estará establecida como una medida humana porque la mente se limita a creer solamente en lo que ve, sólo ves problemas, no ves soluciones, no ves mas allá de lo que tu dolor o tus dudas te permiten y, como consecuencia, no puedes ver la intención de Dios y su interés en ayudarte. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8-9
¿Por qué y para qué me suceden tantas cosas? Porque todo es parte de un aprendizaje. Por ejemplo, en el colegio te enseñaron a calcular y hacer cuentas resolviendo problemas ¿cierto? Así es la vida, la oportunidad que tenemos para madurar y aprender a resolver situaciones de todo tipo es por medio de situaciones que nos hacen esforzarnos; Jesús es ese maestro que nos pone pruebas para enseñarnos a vivir y moldear nuestro carácter con la única finalidad de hacernos cada día mejores personas, mejores hijos. Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías.29:11
Nuestra mente humana es muy limitada para comprender de inmediato lo que Dios está haciendo. Entender su propósito es tan difícil cuando se está sufriendo por algo, que resulta difícil y doloroso ese proceso, pero una cosa he llegado a comprender con el tiempo, y eso es que a Dios no hay que entenderle, ¡hay que creerle!, hay que demostrarle que confías plenamente en Él, pase lo que pase. Su estilo no es dar explicaciones sino soluciones, respuestas claras en el momento oportuno.
Confía, tu situación actual no durará para siempre, lo único que es eterno es el amor de Dios, su mano aún sigue extendida sobre ti. Por más que se han levantado las olas en el mar de tus problemas, te sigue sosteniendo, Él no va a soltarte, no dejará que te pierdas en tu confusión; el hecho de no entender por qué Dios hace o permite ciertas cosas no quiere decir que esté haciendo algo malo, sus planes SIEMPRE son para bien y aunque por momentos parezca que ya no hay más que hacer, ahí esta Él sorprendiéndote como ya lo ha hecho antes.
No es necesario entender a la perfección el propósito de Dios. Lo que necesitas es CREER que tiene algo para ti; a pesar de lo que hoy vives, sus planes no son sólo frases que se ven bonitas, no son palabras acomodadas para hacerte sentir bien en el momento; ¡son más que eso!, ¡son promesas que pueden cambiarte la vida!, ¡son planes perfectamente estructurados!, de tal forma que no alcanzas a comprenderlos, ¿sabes?  Lo que quiere hacer en tu vida no lo puedes ver porque Él no necesita que lo veas, necesita que lo creas para poder hacerlo.

Dios actúa de una forma tan sorprendente que, aunque te parezcan los peores momentos, siempre tiene algo hermoso que mostrarte; lo importante no es entender sus propósitos, sino confiar en que todos son con el fin de cosas nuevas y mejores que quiere entregarte; con Él no hay batallas, ni casos perdidos. Tal vez no sabes que es lo que Él va a hacer, pero si de algo puedes estar seguro es que lo que tiene planeado es algo perfecto, algo grande y mucho mejor de lo que tú mismo pudiste haber planeado.


Una vida con propósito - Devocional

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
2 Timoteo 1:6-7
Me identifico con el Apóstol Pablo en este hermoso pasaje, pues me recuerda cuán maravilloso es nuestro Salvador; recuerdo en mis comienzos de ser unos de los profetas del Señor, cómo impusieron sus manos sobre mí y otros creyentes y nos llamaron a ser testigos del Señor; creo que en ese mismo momento recibimos diferentes dones del Espíritu, algunos hablaban en lenguas, otros, con el tiempo, se convirtieron en evangelistas y pastores, mientras que yo, desde un principio, me incliné por la enseñanza y la escritura y me dediqué a ello, aún sin habérmelo propuesto.
Dios nos da a todos dones maravillosos para que le seamos testigos y, de la misma forma en que continúa diciendo el Apóstol Pablo a Timoteo, en el versículo 8, a la vez nos da su poder para hacerlo  también nosotros: “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”.
El llamado que Jesús quiere hacernos hoy es aceptar ese don, el regalo que nos ha dado, y desarrollarlo viviendo nuestra vida con el propósito que Dios tiene para nosotros; sin vergüenza, sin avergonzarnos de dar testimonio de Él, porque de Él mismo proviene el poder, el amar y el dominio propio, hacia el hombre en su interior, en el espíritu, en el nuevo hombre. (El hombre o mujer nacido de nuevo).
Vivir una vida con propósito es vivir de forma integral rendida a Él; todas las áreas de nuestro ser rendidas a Cristo; es necesario que nuestro espíritu pueda moverse con libertad y se fortalezca cada día, mientras nuestro yo, es decir, la carne, vaya mermando; vivir con propósito es ser coherente en lo que pensamos, en lo que decimos y lo que hacemos; es dar testimonio con nuestra vida, a cada paso, en cada momento, y no dejar morir nuestros dones; si no los ejercemos, si no los desarrollamos, se van a atrofiar, a malograr.
Dios nos necesita, te necesita a ti, a mí y a todos sus hijos para cumplir el propósito de salvación del mundo; Jesucristo vino por los pecadores y aún falta mucho trabajo por hacer; las cosas que suceden en el mundo, como el huracán que atravesó la zona este de los Estados Unidos, las permite Dios como un llamado de atención; Él quiere que todos los pecadores se arrepientan y cambien sus vidas y... ¿cómo pueden muchas personas conocer a Dios, si no oyen hablar de El; si no ven nuestras vidas transformadas? A veces parece que nos importa más agradar al mundo y a las personas que nos rodean, que a Dios.
Revisa hoy tu vida y contéstate tu mismo: ¿qué te impide ser un hombre o una mujer valiente y esforzado/a, con espíritu de poder, de amor y de dominio propio? La única respuesta posible y verdadera tiene que ser el pecado. Hay muchas situaciones en las que decimos sí al pecado, porque eso es lo que le agrada a la carne y sabemos que la carne está en contra del espíritu y por ende en contra de la voluntad y el propósito de Dios.
De estos tres atributos, dos son del espíritu: el  poder (de Dios) y el amor (Dios es amor), mientras que el otro es nuestro, es de nuestra alma y es el Dominio Propio. Es nuestra voluntad quien determina y decide seguir a Jesús, serle fiel, ser su testigo y tener dominio propio. Por esto, quisiera ahondar un poco más en ello, pues muchas citas bíblicas hacen alusión al dominio propio y creo que para Dios es importante, pues sin dominio propio es difícil que seamos sus embajadores, sus testigos y que podamos prosperar en el camino espiritual.
Tener Dominio Propio es tener control sobre nosotros mismos; sobre nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestros actos, nuestra boca, lo que decimos, controlando nuestro temperamento,  como veremos en los siguientes versículos:
Proverbios 14.17 – El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido.
Proverbios 14.30 – El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.
Provrbios 15:13 – El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón, el espíritu se abate.
Salmo 15: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo.
No admite reproche alguno contra su vecino.
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho.
Colosenses. 3:8-10 – Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojaos del viejo hombre con sus hechos, y revestíos del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creo, se va renovando hasta el conocimiento pleno.
Y aun hay muchos más, pero, para terminar, recordemos a todos aquellos personajes de La Biblia que son ejemplo de amor, de valor, de coraje, de dominio propio, de disciplina, de obediencia, de ciencia y sabiduría; todos fueron llamados y obedecieron el llamado, recibieron una comisión de Dios y la cumplieron, aunque no siempre fue fácil; no nos acobardemos frente a las dificultades, ni mucho menos pongamos la disciplina del Señor como pretexto para no actuar y dejar de vivir nuestra vida con propósito.

“y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.”

Hebreos 12: 5-6
 Hefzi-ba Palomino

En Las Manos del Maestro - Reflexiones

Estaba golpeado y marcado, y el rematador en una subasta pensó que, por su escaso valor, no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo levantó con una sonrisa.
-¿Cuánto dan señores? -gritó-, ¿quién empezará a apostar por mí?
-Un dólar, un dólar- alguien replicó después, ¡dos dólares!.
-¿Sólo dos? Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres dólares a las
dos; y van tres…
Pero NO, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó y recogió el
violín; luego, después de quitar el polvo del instrumento y estirado sus cuerdas
flojas, las afinó y tocó una melodía pura y dulce como un coro de ángeles.
Cesó la música, y el rematador, con una voz silenciosa y baja dijo: -¿Cuánto
me dan por el viejo violín? y lo levantó en alto.
-Mil dólares y… ¿quién da dos? -¡Dos mil!, ¿Y quién da tres? Tres mil a la
una, tres mil a las dos; y se va y se fue, -dijo.
La gente aplaudía, pero algunos decían: “No entendemos bien, ¿qué cambió su valor?” La respuesta no se hizo esperar: “¡La Mano del Maestro!”
¡Que una melodía celestial brote hoy en tu vida, si te dejas usar en las manos del Maestro por excelencia!
Efesios 2:10. somos hechura Suya creados en Cristo Jesús para buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Estaciones de la Vida: Otoño - vídeo

OTOÑO: Tiempo en el que muchos árboles pierden sus hojas y su verdor.
El otoño podríamos relacionarlo con el CAMINO A LA REFLEXIÓN Y AL CONOCIMIENTO.
UNA ÉPOCA DE CRISIS Y BATALLA, PERO LUEGO UN SÚBITO Y DRAMÁTICO, O IMPORTANTE, DESCUBRIMIENTO O DESARROLLO .
Después de la tormenta viene la calma, viene la paz. Después del sufrimiento, viene la recompensa, después del fracaso, la victoria, después del enojo, la reconciliación, pero todo depende de si practicas los requerimientos divinos en cada caso.
En el OTOÑO DE LA VIDA se puede experimentar crisis económica, física, emocional, pérdida de intimidad con Dios, sequedad espiritual, apatía, desbaratamiento del nido, depresiones, rechazos, malos entendidos, infidelidad...
La Biblia narra la historia de una mujer llamada Nohemí quien perdió a su esposo, hijos y además había escasez de alimentos en la tierra donde vivía. En otras palabras, estaba experimentando el Otoño de su vida, lo cual la llevó a la reflexión y al conocimiento de que vendría un tiempo mejor para ella. Su final fue un final feliz, viviendo de nuevo en su tierra natal, con su nuera Rut, quien fue bendecida también por seguir el camino de su suegra. Además, Nohemí tuvo la bendición de ser parte de la crianza del hijo de Rut.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados. Romanos 8:28.
Si estás experimentando un tiempo difícil, ésta es la oportunidad para reflexionar y encontrar en Dios la respuesta a tus preguntas. Dios está listo a responderte y mostrarte un nuevo camino si clamas a Él.
Dios te bendiga.

¡Decide tu Felicidad! - Reflexiones - Buscando la Felicidad

¡Decide tu Felicidad!


La señora Pepita, bien equilibrada y orgullosa de sus 92 años de edad, estaba completamente lista como cada mañana a las 8 en punto, con su cabello bien peinado y un maquillaje perfectamente aplicado, pese a ser casi ciega, dispuesta a mudarse a un asilo de ancianos.
El que había sido su marido durante 70 años había muerto, lo que hacía necesario el traslado.
Después de muchas horas de esperar pacientemente en la recepción del asilo de ancianos, ella sonrió dulcemente cuando le comunicaron que su habitación ya estaba lista. Mientras ella maniobraba su andador al ascensor, yo le daba una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y cortinas que habían sido colgadas en su ventana.
“Me encantan”, dijo ella, con el entusiasmo de un chiquillo de 8 años al que acaban de mostrar un nuevo cachorro.
“¡Sra. Pepita! si usted aún no ha visto el cuarto…. espere”.
“Eso no tiene nada que ver”, dijo ella. La felicidad es algo que uno decide con anticipación.
El hecho de que me guste mi cuarto o no me guste, no depende de cómo esté arreglado el lugar, depende de cómo arregle yo mi mente. Ya había decidido de antemano que me encantaría”. “Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme”.
“Estas son mis posibilidades: puedo pasarme el día en la cama enumerando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que ya no funcionan, o puedo levantarme de la cama y agradecer por las que sí funcionan.
Cada día es un regalo, y durante el tiempo que mis ojos se abran, me centraré en el nuevo día y en las memorias felices que he guardado en mi mente… sólo por este momento en mi vida.
"La vejez es como una cuenta bancaria… uno extrae de lo que hay depositado en ella”.
“Entonces, un buen consejo para ti sería que deposites gran cantidad de felicidad en la cuenta bancaria de tus recuerdos”.
Recuerda estas simples 5 reglas para ser feliz:
(a) Libera tu corazón de odio,
(b) Libera tu mente de preocupaciones,
(c) Vive humildemente,
(d) Da más y
(e) Espera menos.
Muy buen ejemplo para nuestra vida. Necesitamos entender que muy poco, o casi nada, nos hace felices, o que alguien nos hace felices. Nosotros decidimos ser o no felices. Tener al Señor en nuestra vida es la principal razón para ser felices.
¿Ya lo eres?
No esperes mucho. Hazlo antes de que termine este año.
Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo, sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano. Filipenses 2:14-16
 Buscando la Felicidad
Durante mucho tiempo me pareció que la vida estaba por comenzar, la verdadera vida. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que superar primero, algún asunto no terminado, tiempo que invertir, una deuda que pagar. Entonces la vida comenzaría. Finalmente me di cuenta de que esos obstáculos “eran” mi vida.
Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay camino a la felicidad. La felicidad es el camino. Así que, atesoremos cada momento que tengamos. Y atesorémoslo más cuando lo compartamos con alguien especial, lo suficientemente especial como para emplear de nuestro tiempo, y recordemos que "el tiempo no aguarda a nadie". Así que, dejemos de esperar a la felicidad hasta que hayamos…
-Terminado nuestros estudios o que regresemos a ellos,
-Perdido 5 kilogramos o los ganemos,
-Tengamos hijos o éstos dejen el nido,
-Comencemos a trabajar o nos jubilemos,
-Nos casemos o nos divorciemos,
-Llegue el viernes por la noche o el domingo por la mañana,
-Tengamos un nuevo coche o vivienda o éstos estén pagos,
-Llegue la primavera, el verano, el otoño o el invierno,
-Dejemos de vivir del seguro de desempleo,
-Llegue el primero de mes o el quince,
-Toquen nuestra canción,
-Hayamos bebido o estemos sobrios,
-Muramos o nazcamos de nuevo,
"Decidamos que no hay mejor tiempo que ahora mismo para ser felices. La felicidad es una travesía y no un destino".
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. Salmo 1:1-3